miércoles, 30 de septiembre de 2020

Soledad Alonso de Drysdale

Soledad Alonso Guirado nació en Gádor, 22-6-1899, de origen humilde emigró a Francia a trabajar y al mismo tiempo cursa estudios nocturnos en el Instituto Bergerac. En 1928 se trasladó a Argentina, país en donde se casó con el industrial de origen inglés Eric G. Drysdale y quedó viuda con una saneada situación económica y una buena posición social.

Esta nueva situación desarrolló su actividad filantrópica en la provincia de Buenos Aires y en España después de la Guerra Civil Española. Sus buenas relaciones con la nobleza, Iglesia y los dirigentes políticos del franquismo le permitió paliar la precaria situación de la vivienda, la sanidad y la educación en ciudades como Granada, Málaga, Córdoba, Almería y Gádor, donde la nombraron hija adoptiva y predilecta; visitó España en varias ocasiones, colaborando en la visita de Eva Perón, y tenía la Gran Cruz de Isabel la Católica, del Mérito Militar. Murió en Buenos Aires, 26-01-1971.

Don Eugenio Sánchez Quero


Hablar de la historia de Benínar en la primera mitad del siglo XX, es hablar de la familia Sánchez Quero. De Juan, que fue el médico que curó a nuestros abuelos; de José, que llegó a ser el canónigo de la Catedral de Granada; de Facundo, que llevó las riendas del Ayuntamiento muchos años; de Eugenio, que llevó al límite su juramento hipocrático.

Hijos de Juan Sánchez Sánchez y Francisca Quero (natural de Berja) que, teniendo medios, supieron dar un futuro a sus hijos.

¿Quién no recuerda la estatua de Eugenio en mitad de la plaza? Primero con cancela de hierro forjado y después sin ella. Hecha gracias a la suscripción popular de unos paisanos agradecidos que, cuando se enteraron de su muerte corrieron río arriba hasta Ugíjar para recoger sus restos y bajarlos a hombros a su pueblo natal para enterrarlo junto a ellos.

Debo agradecer la inestimable colaboración de Juan Sánchez y de José María Alonso, quienes me han proporcionado la mayor parte de la documentación que vais a leer.

Veamos a los hermanos Sánchez Quero.

Juan Sánchez Quero

Nació en 1874. Estudió bachiller en Granada, en el Instituto de Segunda Enseñanza. En 1893 se tituló con las calificaciones de sobresaliente en el primer ejercicio y de aprobado en el segundo. Para solicitar el título tuvo que pagar diez pesetas, una pequeña fortuna por esa época. En 1900, a la edad de 26 años se licenció en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina en la Universidad de Granada.

Durante años el pueblo de Benínar había estado desesperadamente buscando un médico, se publicaron varios anuncios en la Gaceta de Madrid. Se ofrecía un sueldo de 750 pesetas (pagadas por trimestres vencidos) por la asistencia a las familias pobres y, dando libertad al médico para contratar las igualas a las familias pudientes. Esta plaza finalmente fue ocupada. En 1900 el médico que había se llamaba Ricardo Magaña Romero de 46 años.

Juan ejerció en Murtas unos años y al quedar libre la de Benínar se fue a su pueblo, ocupándola hasta enero de 1936 que fue cuando falleció.


José Sánchez Quero

Estudió en el Seminario de Granada obteniendo el grado de doctor en Sagrada Teología. Fue profesor en el Seminario y Capellán de Religiosas. En 1902 obtuvo por oposición la canonjía de la Catedral de Granada, cargo que ocupó el 10 de julio de ese año hasta su muerte. Está enterrado en la Catedral.


Facundo Sánchez Quero

Secretario del Ayuntamiento y del Juzgado de Paz de Benínar hasta el 13 de junio de 1946, año en el que solicitó la excedencia voluntaria.



Eugenio Sánchez Quero

Nació en Benínar en 1887 y murió el 22 de octubre de 1918 en Ugíjar de gripe a la edad de 30 años.

Es el beninero más querido e ilustre. Han pasado 91 años desde su muerte y es recordado con cariño por sus paisanos. Estudió Bachiller en Granada obteniendo la calificación de sobresaliente en el primer ejercicio y aprobado en el segundo. Después se licenció en Medicina y Cirugía en la Facultad de Medicina de Granada. Durante la carrera, de 1910 a 1913 trabajó como alumno interno en la Cátedra de Clínica Quirúrgica bajo la direccion del catedrático Víctor Escribano.

Su expediente académico es espectacular, sacó 6 notables y 22 sobresalientes, con 16 premios como mejor alumno de la asignatura y estaba considerado como el segundo mejor de su promoción. En 1913 apoyado por la Facultad de Medicina solicitó una beca en París para investigar sobre el tema “Los adelantos actuales de la ortopedia y cirugía del sistema nervioso” que, seguramente rechazaría al ofrecérsele una plaza de médico en el hospital de Ugíjar.

Una vez acabada la carrera hizo la tesis que, versaba sobre “La cura radical de la hernia inguinal y la elección de procedimiento”. Fue leída y aprobada en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Madrid el 27 de octubre de 1913. El presidente de su tribunal fue el catedrático y premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal, dándole la calificación de sobresaliente.

Como figura humana lo dio todo.  Cuando iba a su pueblo visitaba a todos sus vecinos, iba casa por casa haciendo lo que mejor sabía, practicar la medicina y, nunca cobró ni un real por ello. Al acabar la carrera fue a trabajar al Hospital de Ugíjar que, fue creado por las familias pudientes del pueblo para su uso exclusivo. Eugenio al llegar a la primera persona que curó fue a una gitana enferma, esto creó malestar en unos pero, se ganó el cariño del pueblo.

Siempre me preguntaré qué hubiera pasado si la gripe del 18 no se hubiese cruzado en su camino. El olvido es el cáncer de la historia, olvidar nuestro pasado sería como despojarnos de una parte de nuestra identidad. Ayúdanos a recordarlo.

En la lápida de Eugenio, en el cementerio de Benínar, reza su epitafio: “Breves fueron sus días, más con su caridad y su ciencia, consagrado a los enfermos, llenó la carrera de muchos años”.

Enlace a fuente original


martes, 29 de septiembre de 2020

Lavadero de Hirmes

 Fuente, Balsa y Lavadero de Hirmes.










Fotos: David Téllez

Ermita de Hirmes

Ermita de planta rectangular situada en la plaza del pueblo.






Fotos: David Téllez

Minas de Benínar

 Minas de plomo y flúor, Benínar.












Fotos: David Téllez

Calera de Benínar

Calera de planta circular de unos 3 metros de altura, construida en mampostería excavada parte en la roca.





Fotos: David Téllez

Ermita de las Ánimas Benditas de Benínar

 Ermita junto al cementerio de Benínar.






Fotos: David Téllez

Aljibe del Llano

Los aljibes de la Comarca del Poniente encajarían en 2 tipos bien diferenciados.

Tipo Alpujarreño: Suelen medir entre 7 - 8 metros de longitud por unos  3 a 4 metros de anchura. Son  más pequeños, pero los más antiguos. Costruidos en el siglo XIII (sobre el año 1200) más o menos.

Tipo Campo de Dalías: Son más grandes que los Alpujarreños pero su antiguedad es menor, casi   un siglo después. Suelen medir entre 10 - 13 metros de longitud y de 3 a 4 metros de ancho. Suelen tener adosados aliviaderos, abrevaderos y una o varias lucernas.

Este aljibe puede ser sin duda uno de los aljibes más antiguos de la provincia de Almería. Algunos estudios lo datan hacia el 1.200, casi 8 siglos de antiguedad. Está construido a base de piedras unidas con argamasa. Cabe destacar su bóveda, ya que para su construcción se utilizó cañaberal para el encofrado donde actualmente se pueden ver las marcas de cañizos que sirvieron de soporte. Una vez alcanzado el grosor de la bóveda, esta se enlucia por la parte superior con argamasa.

Tras la Reconquista en 1492, con la desaparición del Reino Nararí de Granada, la mayoría de musulmanes se cristianizaron y adoptaron el término de  moriscos. Se hicieron  muchos cambios por entonces, uno de ellos fue la de cristianizar las mezquitas trasformándose en iglesias y otro la de cristianizar los aljibes donde se grababan cruces en el interior de sus paredes. 

De igual manera, también se grababan símbolos para indicar que animales podian o no beber el agua. Las herraduras indicaban que solo podían beber las caballerías (caballos, burros o mulos ). De no ser así era muy fácil que los aljibes se quedaran sin agua rápidamente. Imaginense miles de ovejas bebiendo agua a diario.

Por su  situación debió de ser un aljibe muy concurrido ya que se encuentra en el camino que unía Murgi con la Alpujarra. Sin duda una joya de nuestro patrimonio .











Fotos: David Téllez

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