Si el modelo tradicional es instalar el reloj en el campanario de la iglesia, aquí la vemos a 50 metros sobre el pueblo, en una pequeña y singular caseta levantada en 1928. Desde la parte alta del pueblo domina la trama urbana y sirvió tradicionalmente como reloj para los vecinos, cuando sólo los burgueses adinerados podían permitirse ese lujo.
Fuente: Andalucíarustica
Fotos: David Téllez