El conocido como Cable Inglés es un cargadero de mineral situado en Almería (España) de la sociedad «The Alquife Mines and Railway Company Limited», ejemplo de la arquitectura del hierro, concluida su construcción en 1904. Unía la estación con el puerto. El muelle o cargadero de "El Alquife" es una obra de ingeniería, concebida para utilizarla como medio de transporte, almacenaje y embarque del mineral procedentes de las minas de hierro de Alquife (Granada) por vía marítima.
De estilo ecléctico caracterizado por el uso de los nuevos materiales. Siguió las directrices de la Escuela de Eiffel. En 1998 fue declarado Bien de Interés Cultural de Andalucía. Está en proyecto su restauración para alojar en su interior un centro de exposiciones, un restaurante y un complejo de ocio, además de proporcionar un mirador en la parte superior.
La problemática de la explotación minera de fines de siglo XIX y los comienzos de la industrialización del sur de España tiene uno de sus mejores testimonios en esa obra notable de ingeniería que, en sí misma, contiene avanzados criterios y aportes de la construcción en metal de reconocida transcendencia dentro de la historia de las obras civiles y de arquitectura. Su diseño se debe al ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Andrés Moche, quien realizó el proyecto en el año 1902, siendo ejecutadas las obras de inmediato y acabadas solo dos años después.
Por su naturaleza, esta tipología constructiva no fue frecuente y, por la imposibilidad de recuperar su uso original, ha adquirido una singularidad indiscutible digna de ser conservada.
Construcción
El cargadero de mineral de Almería se construyó una vez finalizado el ferrocarril Linares-Almería; con el fin de dar mayor salida a todo el material que llegaba por tren desde las Minas de Alquife y que se acumulaba en el Puerto de Almería. Los primeros proyectos proponían un cargadero hecho de madera, y de unas dimensiones reducidas. Pero por distintos motivos se decidió la construcción de un gran muelle metálico de agua profunda al que accederían los trenes cargados de mineral de hierro, procedentes de la Estación de Almería, a unos 900 metros del lugar. Una vez en lo alto, por acción de la gravedad, descargarían su contenido en unos depósitos en el interior de la estructura. Una vez allí, y de nuevo por gravedad, se cargaría el mineral a los barcos atracados al costado del cargadero a través de unos conductos metálicos retraíbles.
Hacia 1900, la empresa que explotaba las minas de Alquife, The Alquife Mines and Railways Company Limited, cuya sede se situaba en la ciudad escocesa de Glasgow, pidió un permiso para construir dicho cargadero, concedido en 1902. Para su construcción se emplearon un total de 3.824 toneladas de acero, procedente de las fundiciones escocesas de Motherwell; también se usaron 8.000 m² de madera para revestimientos, 1.152 m³ de hormigón y un total de 1.056 metros de vías férreas de ancho ibérico.
A fecha de 20 de abril de 1904, el monarca del país por entonces, Alfonso XIII acudió a la ciudad para inaugurar el cargadero, aprovechando para inaugurar también el ferrocarril Albolote-Granada. A partir de entonces, los ciudadanos se dividieron según su opinión al respecto. Unos pensaban que era una construcción necesaria y positiva, y otros la relacionaban con la contaminación metálica, y se veía como un obstáculo para el crecimiento urbanístico.
Hacia los años 1920 se inicia un conflicto entre la empresa del ferrocarril y la minera, que casi paraliza su actividad. Hacia 1916, la compañía Bairds Minings construyó otro cargadero 500 metros al sureste; aún así, el Cable Inglés permaneció en funcionamiento hasta septiembre de 1970. Tras la Guerra Civil Española, la nacionalización lleva a la venta de las instalaciones a Agruminsa, filial de los Altos Hornos de Vizcaya, el 16 de noviembre del mismo año. Su uso fue decayendo cada vez más hasta que dejó de prestar servicio hacia 1973.
Descripción
El muelle o cargadero de "El Alquife" es una obra de ingeniería, concebida para utilizarla como medio de transporte, almacenaje y embarque del mineral procedentes de las minas de hierro de Alquife (Provincia de Granada) por vía marítima.
Esta estructura, diseñada como un muelle de agua profunda, permitía el arranque de buques de gran tonelaje, un sistema de almacenaje mineral, que al encontrarse a gran altura, posibilita la descarga por la acción de la gravedad.
La estructura del cargadero consta de dos partes diferenciadas: el sistema de acceso y el muelle embarcadero.
- El sistema de acceso es un viaducto en el que se alternan tramos de estructura metálica realizados con perfiles de acero formando una estructura de celosía perfectamente arriostrada, y tramos de obras de fábrica, formando arcadas de gran luz que descargan sobre fuertes pilas de mampostería revestidas, con la particularidad de recorrer con sillares alternantes almohadillados las cuatro aristas de las pilas.
- Al muelle embarcadero corresponde la mayor densidad estructural, ya que es la parte que debía soportar las cargas del mineral. Éste se compone de varios planos; el más bajo constituye la cimentación que aflora del agua en grandes macizos de apoyo, sobre el que arranca el primer cuerpo visible de la estructura, con perfiles metálicos en contacto con el agua, y que sustenta los grandes soportes roblonados que sostienen el resto de la estructura y los arriostramientos que dan estabilidad al conjunto. El tramo final lo constituye un soporte directo del tablero por donde se desplazaba el ferrocarril.
En 1998 fue declarado Bien de Interés Cultural. Está en proyecto su restauración para alojar en su interior un centro de exposiciones, un restaurante y un complejo de ocio, además de proporcionar un mirador en su parte superior.
Actualidad
El Ministerio de Obras Públicas decretó la caducidad de la concesión el 14 de febrero de 1980, paralizando cualquier posibilidad de uso del cargadero. Aún así, era deber de Agruminsa demoler la estructura, pero una acción de la Dirección General de Bellas Artes de la Consejería de Cultura a fecha de 17 de diciembre de 1984 propuso la Declaración de Monumento Histórico Artístico.
Por su naturaleza, esta tipología constructiva no fue frecuente y, por la imposibilidad de recuperar su uso original, ha adquirido una singularidad indiscutible digna de ser conservada.