La construcción del puente comenzó en 1864, por proyecto de
Francisco Durbán y Juan Antonio Moreno, pero debido a problemas con la orografía, los presupuestos, y el trazado de la
carretera, tuvo que modificarse su diseño en varias ocasiones, hasta que la
versión final fue terminada en 1892. El hecho de haber necesitado varios
rediseños fue la causa de recibir el nombre de puente de los Imposibles.
En primavera de 1908 se creó la que fue la primera línea de
transporte público por carretera de la zona del Bajo y Medio Andarax. Un
autobús cubría una ruta de 25 kilómetros a una media de 20 km/h hasta la Rambla
de Belén, en Almería.
El puente conserva las dos
pilas centrales , los arranques y sendos plintos, en cada uno de los accesos al puente. Construido en piedra de cantería.