El cerro del Espíritu Santo tiene un gran interés histórico para Vera, ya que fue el emplazamiento de la antigua ciudad llamada Bayra, fundada por los árabes y reconquistada por los Reyes Católicos en 1488, hasta que un gran terremoto la destruyó en el año 1518; se trataba de una ciudad rodeada por una muralla donde había adosados siete aljibes, en la cima se alzaba una fortaleza de la cual todavía se pueden observar los restos de sus muros, puertas de acceso, tramos de escaleras y un aljibe; en el recorrido de la ruta de acceso al mirador se pueden admirar restos de esta antigua ciudad como algunos tramos de murallas, cimentaciones de algunas de sus torres, la ermita del Espíritu Santo que corresponde a uno de los aljibes de la muralla, resto de silos utilizados como almacenes, y algunos restos de viviendas.
Sobre esta ciudad no existe mucha documentación, pero si hay algunas descripciones realizadas por diferentes personajes de la época. Así, en el siglo XII, Edusi dice que "Cerca de la desembocadura de este río hay una montaña muy alta, sobra la cual está construido el fuerte de Vera, que domina al mar", de, las descripciones de la Ciudad del Espíritu Santo, también tenemos la del Marqués de Cádiz, que en las cartas enviadas a los Reyes Católicos en los días anteriores a la entrega de la Ciudad nos habla de un recinto muy bien amurallado, con una fortaleza difícil de asaltar, y por último la descripción del viajero alemán Münzer que pocos años después, pernoctó en ella y nos habla de una ciudad de más de seiscientas casas prácticamente deshabitada.
El proyecto de la Ruta y Mirador del Espíritu Santo, ha consistido básicamente en la realización de un camino de unos 3 a 4 metros de anchura de acceso y dos miradores, uno situado en la explanada de la ermita del Espíritu Santo (antiguo aljibe árabe), y otro en la cima donde está la imagen del Sagrado Corazón; todo el camino ha sido tratado con un pavimento a base de lajas de piedra similar a la utilizada por los árabes en sus construcciones. El mirador de la cima se ha pavimentado con un empedrado de mármol amarillo diferenciando las dependencias de la antigua fortaleza.
Todo el recorrido está protegido con un vallado de rollizos de madera y los taludes se han consolidado con un mortero de cemento tratado de manera que no resalte del terreno natural. También se ha procedido a la iluminación del recorrido, la iluminación de la ruinas de la ciudad (murallas, aljibe y fortaleza), y se ha construido en el inicio del trayecto un arco de entrada, como ejemplo de uno de los elementos empleados por los árabes en la arquitectura de la época. Para finalizar la actuación se va a proceder a la instalación de unos paneles explicativos de las diferentes ruinas que se pueden admirar en la ruta.
Desde esta ruta y sus miradores se puede disfrutar de una de las mejores visitas y paisajes de toda la comarca, ya que desde aquí se puede ver todo el Valle del Almanzora, la mayoría de los pueblos de la zona, toda la costa, y la mejor vista del casco urbano de Vera.
Fuente: Almeriapedia