La historia del Buen Pastor de Gádor comienza con su hallazgo en 1899 en un paraje conocido como Pago de Quiciliana. Un hallazgo casual sucedido durante la plantación de naranjos en un cortijo particular, cuando el propietario se topó con la escultura del Buen Pastor y alguna que otra sorpresa más. Y es que, el Buen Pastor no apareció solo. En el momento de su descubrimiento, se encontraron además, otro pequeño Buen Pastor y un conjunto de monedas y pavimentos de mosaico. Todos estos objetos fueron datados entorno el siglo IV d.C.
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| Escultura del Buen Pastor. |
De las monedas y el mosaico nada se ha vuelto a saber, en la actualidad continúa sin conocerse su paradero. En cambio, el otro Buen Pastor de menor tamaño si ha podido ser conservado hasta nuestros días, gracias en gran medida a la actuación por parte del Museo de Almería. Sin embargo, del pequeño Buen Pastor únicamente se conserva la cabeza y el carnero.
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| Dos pastores encontrados en Gádor. |
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En 1949, una vez ambos pastores son entregados al Museo de Almería para su correcta salvaguardia y conservación, el Museo es consciente del valor incalculable que representan ambas esculturas por lo que inmediatamente pasan a formar parte de su exposición permanente. Además, en este mismo año el Museo publicará el que será su primer catálogo, ocasión para la cual decide colocar en portada la imagen del recién llegado Buen Pastor de Gádor.
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| Escultura del Buen Pastor en el antiguo mercado de Gádor. |
