Se encuentra en la orilla izquierda de la desembocadura del río Almanzora. Su construcción responde al objetivo del rey Carlos III de defender las costas españolas y más concienzudamente las del Reino de Granada por los ataques de piratas así como el temor a Francia e Inglaterra por sus continuos enfrentamientos con España. Fue costeada por Joaquín de Luna y Zapata, noble del regimiento de caballería, a cambio de su ascenso a capitán. Fue José Crame el encargado en 1765 de diseñar las defensas de esta costa con un sistema de fuertes y torres de vigilancia, apoyado por una escuadra de galeras que vigilaban también el espacio marítimo.
La torre es de planta de herradura muy semejante a la de Macenas y la de Mesa de Roldán. La cara al mar tiene forma de talud que termina en ángulos en la fachada principal, tiene once metros de altura con una superficie inclinada y curva que mitiga en parte el impacto de los posibles proyectiles y está dividida en dos plantas y una terraza con dos baluartes cubiertos con torrecillas aspilleradas.
Con el tiempo, superados los posibles ataques costeros, fue abandonada y más tarde utilizada como puesto de la Guardia Civil hasta su total abandono. A principios de los 90 fue adquirida por el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora, siendo rehabilitada para utilizarla como punto de información turística y sala de exposiciones.