La torre de Cerrillos se sitúa sobre la única franja
relevante de litoral despejado que queda en el Poniente almeriense. Se sitúa
sobre la lengua de tierra que separa el mar de los diversos estanques y
charcones de la Salinas de Cerrillos. En sus proximidades hay una edificación
de una planta pero de más de treinta metros de larga y junto con las tapias de
la misma y los restos de una antigua edificación en ruina se convierte en un
elemento lineal de 80 metros situados entre la torre y el mar, justo el punto
más sensible para la correcta comprensión del bien.
La torre, es de planta circular, de mampostería y presenta
un inminente riesgo de colapso al haber perdido muchas hiladas de sillares de
su aparejo que han sido sustraidos a lo largo del tiempo, manteniéndose en pie
gracias a que la base es maciza porque el acceso se realizaba por la planta
alta (el acceso propio de las atalayas). A pesar de ello la torre conserva
buena parte de su porte, habiendo perdido no obstante en la parte alta
probablemente un tercio de su primitiva altura. Su perímetro inferior es de 30,5 metros. y el superior fue de unos 21 metros. Su altura aproximada era de 15 metros.
La torre está realizada en mampostería con mortero de cal y
estuvo revocada aunque hoy quedan solo restos de este revestimiento. Resaltan
las hiladas exteriores de mampostería que presentan una notable regularidad,
siendo precisamente estas piezas las que han sido sustraidas para su
reutilización. La torre es maciza en su base hasta la planta alta donde
presentaba su primitiva entrada en la parte alta, como es común en las
atalayas, sin embargo aquí se ha perdido esta entrado junto con gran parte de
la planta al completo. Parte del arco de entrada del vano de acceso está caído
a los pies de la torre y puede observarse que el arco que lo formaba era de
ladrillo.
Fue construida hacia 1575, probablemente sobre una torre
musulmana, de la que podría ser un indicio la base cuadrada que aún se
conserva. En 1762 se informaba de que esta torre necesitaba algunas
reparaciones y podía tener artillería, lo cual demuestra que sus funciones
principales eran la vigilancia y transmisión de señales. Este dato se confirma
en 1803, al calificársela como atalaya para señales.
Cartel informativo. |
Datos Históricos
Según la "Relación del estado de todos los puertos
fortificados de los ocho Partidos de la costa del Reino de Granada, dividido en
Mandos, desde Calatarage, que da principio en el Reino de Andalucía, hasta San
Juan de los Terreros, que confina con el de Murcia", elaborada por el
mariscal de campo Antonio María Bucareli, "estaba dotada de dos torreros y
tres soldados de infantería".
En 1762 se informaba de que esta torre necesitaba algunas reparaciones y podía tener artillería, lo cual demuestra que sus funciones principales eran la vigilancia y transmisión de señales. Este dato se confirma en 1803, al describirla como atalaya para señales.