"El arco de los poyos" es uno de esos elementos
ingenieriles construido ante la necesidad de cruzar de norte a sur, de derecha
a izquierda la rambla de Carcauz, aprovechando el final del cañón en el que
nace, recurriéndose al desarrollo de un gran arco escarzano de 10 metros de
luz, cuyo intradós se sitúa a más de 13 metros, todo ello con una anchura
constante de 1 metro
Se adoptó una solución que ahorra mucha obra al no elevarse desde el suelo de la rambla los pilares, evitando así el derrumbe por avenidas, sino colocando a varios metros de altura dos pilares como soportes del arco (unos 8 metros).
Se adoptó una solución que ahorra mucha obra al no elevarse desde el suelo de la rambla los pilares, evitando así el derrumbe por avenidas, sino colocando a varios metros de altura dos pilares como soportes del arco (unos 8 metros).
El pilar norte presenta un alzado rectangular y en el
sentido de la corriente; de este a oeste presenta una oquedad que constituye un
arco de alivio interno, ya que se nota perfectamente la impronta del encofrado
de cañas utilizado para su fragua, aunque sin función aparente en dicho lugar.
El pilar norte está limitado en su parte superior por una cornisa que permitió
la colocación del encofrado sobre el que se fraguó el arco central del
acueducto.
El pilar sur es más complejo y desordenado, ya que en planta
tiene un desarrollo superior al metro de anchura y el alzado este está
reforzado por una ampliación del mismo actuando de contrafuerte que supera la
altura del pilar y protege el arranque del arco, también limitado por una
cornisa en la que se apoyaría el encofrado. La altura de estos pilares se sitúa
en torno a los 4 metros, a partir de su base aprovechando la configuración de
la roca. Es destacable el que, a pesar de que no existan noticias escritas
aparte de la indicada sobre su existencia la tipografía ha recogido el nombre
con el que la zona se conoce: "los poyos del arco".
Sobre dichos poyos se apisonó una pared cuya parte inferior
presenta forma de un arco escarzano de 10 metros de luz incompleto actualmente
salvo en sus extremos donde la impronta dejada por el cañizo indica su
existencia. El material constructivo es el "opus caementicium"; las
características estructurales de este mortero han permitido que
su funcionamiento dinámico sea el monolítico que, teóricamente es más
resistente conforme pasa el tiempo.
Proceso constructivo
Sobre el arco, cuyo límite superior se nota nítidamente, se
fraguó un muro de un metro de altura aproximada en cuya parte inferior quedan
diez huecos usados para colocar el andamiaje que sería retirado tras la
ejecución del lecho sobre el que discurre el cauce.
Se denota claramente tres etapas o procesos en la
construcción, según se desprende de la propia obra, aunque las mismas fueron
erigidas sucesivamente hasta la culminación que permitiera su función: la
primera es la erección de los pilares laterales de soporte, que se pudieron
hacer montando un gran andamiaje que desde el cauce llegara a la altura de la
que arrancan, o bien accediendo lateralmente a dicha plataforma e iniciando
desde allí la obra; probablemente ambas soluciones fueron combinadas puesto que
la exigüidad de la plataforma de arranque impediría el trabajo si no se le
aplicaba dicha plataforma mediante un andamiaje que habría de partir del cauce,
necesario sobre todo en el pilar sur, a partir de dicha plataforma se
construirían por concreción los pilares en "opus caementicium",
llegando incluso a colocar a la obra de adición de un arco de alivio en el
pilar norte.
Acueducto de los Poyos. |
Vía ferrata de Carcauz. |
Arco escarzano de 10 metros de luz. |
Se adoptó una solución que ahorra mucha obra al no elevarse
desde el suelo de la rambla los pilares, evitando así el derrumbe por avenidas.
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Huecos usados para colocar el andamiaje que sería retirado tras la ejecución del lecho sobre el que discurre el cauce. Fotos: David Téllez |