La Catedral de Almería presenta planta rectangular, de salón, de estilo gótico tardío. Posee tres naves con cuatro tramos y cubiertas con bóvedas góticas estrelladas, que apoyan en dieciseis esbeltos pilares con capiteles de tradición corintia. Sus muros son de sillares ciclópeos. Posee dos crujías en el lado sur; una donde se aloja la sacristía, rematando en un cubo, adaptado para Sala capitular; la otra crujía se abre al claustro.
Interesante es el espacio creado en el crucero, elevado un tanto con respecto a los demás espacios, en donde aparecen decoraciones platerescas en torno a las ventanas que dan luz a la nave central. Todo el espacio se cubre con una bella bóveda estrellada. La capilla mayor queda estructurada a base de una planta octogonal, cubierta con una bóveda estrellada anclada a distintas zonas. Tras el presbiterio se encuentra la girola a través de la cual se accede a tres capillas que corresponden al exterior con tres baluartes o torres.
La capilla central, llamada del Santo Cristo, se concluyó en 1554; tiene planta cuadrada que queda transformada a nivel del arranque de la bóveda, en octogonal. A la capilla se accede a través de un arco de medio punto con decoración a base de cardinas, capiteles y fustes que apean en basas góticas. La capilla de la Piedad, construida en estilo renacentista, se encuentra dividida en dos partes, una de ellas cubierta por un rico artesonado y la otra mediante un casquete esférico. La capilla de San Indalecio fue terminada en 1562. La sacristía, que comenzó a construirse en 1566, está cubierta por una bóveda de cañón con casetones dividida en tres tramos.
El templo queda completado con la erección del tabernáculo, púlpitos y trascoro, con hermosos mármoles. El tabernáculo fue programado por el obispo Claudio Sanz. Se estructura a base de un altar en cuyo frontis se encuentran bellos medallones, apareciendo en el central el tema de la Encarnación. Sobre el altar, sirviendo de basamento, se levanta el tabernáculo de tres cuerpos. El primero alberga el Sagrario, el segundo lo compone un templete sostenido por ocho columnas pareadas y el tercero está constituido por la cúpula con un basamento en su centro en el que apoya la escultura del Salvador.
El trascoro, al igual que los púlpitos y el órgano del lado del Evangelio, fueron acometidos por el obispo Claudio Sanz, en el año 1777. Los planos los llevó a cabo Ventura Rodríguez con la aprobación de la Real Academia de San Fernando. El claustro, realizado con plano del arquitecto Juan de Munar, se concluyó en 1795. Destaca la puerta de acceso al citado claustro desde el crucero del templo. La realizó Juan de Lezcano, en 1529, y posee una decoración propia del Gótico Flamígero.
Al exterior destacan sus dos portadas, la principal y la Puerta de los Perdones. La fachada Norte es la principal y destaca por su ornamentación en la sobriedad del conjunto. Fue realizada según planos de Juan de Orea en 1567. Es un claro ejemplo de Renacimiento purista y posee un significado de exaltación triunfal. Esta dividida en tres cuerpos y posee un buen repertorio decorativo propio de la época. La puerta de los Perdones es similar a la puerta principal, aunque de menor tamaño y con menor riqueza decorativa. Está situada a los pies del templo en el lado de poniente. Fue trazada y construida por Juan de Orea, en 1569.
La torre campanario se encuentra en el lado noroeste de la Catedral. Es una torre robusta y sencilla, de planta cuadrada con una escalera de caracol en su interior y se comenzó a construir en el siglo XVI siendo finalizada en 1622 por el cantero Mancio Infante. El cuerpo de campanas también cuadrangular mantiene la misma simplicidad ornamental y está coronado por una espadaña se realizó en 1780.
Datos Históricos
Desde el primer día de la Reconquista la Mezquita Mayor, erigida al pie de la Alcazaba, se había dedicado al culto católico, convertida en Iglesia Catedral, dedicada a Nuestra Señora de la Encarnación. A petición de los Reyes Católicos fue erigida canónica y oficialmente la catedral con su cabildo, expidiéndose una bula por el papa Inocencio VIII el 10 de mayo de 1486. La antigua mezquita-catedral permaneció en su función hasta el año 1522, momento en el que un violentísimo terremoto derrumbó casi por completo su fábrica, dejando sólo en pie la Capilla Mayor.
Ante esta situación el Obispo Fray Diego Fernández de Villalán, predicador de los Reyes Católicos, será el auténtico promotor de la nueva Catedral. Los trabajos de la nueva Catedral comienzan en 1524. El modelo elegido para la construcción del edificio es el gótico tardío, con planta de salón, girola, tres naves a la misma altura y capilla mayor de planta poligonal.
La fase renacentista se desarrolla en el tercer cuarto del siglo XVI y está vinculada a la labor de Juan de Orea, arquitecto y entallador que fue contratado en 1555 por el Obispo Villalán para la construcción del Monumento de Semana Santa. En esta fecha estaba cerrado el perímetro de la Catedral, a excepción del ángulo O donde se construía la torre. Las tres naves estaban totalmente cerradas y construidas las Capillas de la Piedad y Santo Cristo. Su obra en la catedral se desarrolló hasta 1572 y consistió básicamente en la construcción del recinto y sillería del Coro (1558-1561), Capilla de San Indalecio (1562-1564), finalización de la Capilla de la Piedad, Sacristía (1566), Portada Norte o principal (1567), Portada de los Perdones (1569), Sepulcro del Obispo Villalán en la Capilla del Santo Cristo y decoración de la linterna del crucero.
Con el Obispo de Portocarrero se relanzan los trabajos en la catedral. La torre se prosigue a partir de 1604. Estaba concebida como Torre del Homenaje de la fortaleza. Adosada al ángulo NO, es de planta cuadrada y forma prismática, maciza y con escasos adornos. En 1613 se concluye y se coloca el cuerpo de campanas. La Capilla del Sagrario se construye en 1606 y se ampliará entre 1721 y 1723. En este siglo se construyeron también las capillas del lado Sur: Capilla Bautismal (actual de la Oración en el Huerto), Capilla de San Lorenzo (actual de Jesús de Medinaceli) y la Capilla de San Ildefonso. En el siglo XVIII se perfila la imagen definitiva de la catedral y se realizan importantes transformaciones: remodelación y decoración de la Capilla Mayor, construcción de los Púlpitos, Tabernáculo, trascoro y Claustro. La remodelación se realiza por decisión del obispo Fray Manuel de Santo Tomás en 1708. Se encarga de la obra el maestro granadino José Sánchez.
Consiste en practicar unos arcos de medio punto en los muros, de forma que la Capilla Mayor quede comunicada con la girola. El tabernáculo y el Trascoro se realizaron según las normas impuestas por la Academia de San Fernando, que era quien marcaba las pautas oficiales del arte en la época, en estilo neoclásico. El tabernáculo lo realizó Eugenio Valdés en 1773 y el trascoro se construyó a partir de 1772 según trazas de Ventura Rodríguez. El claustro, realizado según los planos de Juan Antonio Munar, se concluyó en 1795. Es el ejemplo más puro de Neoclásico que hay en la catedral.
En el siglo XIX se enlosa la iglesia y la sacristía con mármoles de Macael y se concluye la sala capitular. En 1905 se remodela el Atrio de la Puerta de los Perdones, construyéndose una nueva escalinata, muros y verjas. En 1913 se acometen obras de restauración en el claustro y la torre que habían quedado dañados por el terremoto de 1910. Desde los años 60 se realizan diversas obras en la catedral. Se actúa sobre el exterior, recreciendo algunos torreones y reparando cornisas y almenas. Se trabaja en el inconcluso Museo Diocesano, construyendo de nueva planta una sala en el subsuelo de la Capilla del Sagrario.
Fuente: Guíadigital
Fotos: David Téllez