En el siglo XVI se señala la existencia en Gádor de dos templos parroquiales, el viejo y el nuevo. La iglesia nueva, dominaba la población, ocupa el mismo solar que actualmente tiene la iglesia Virgen del Rosario, aunque sus dimensiones eran menores. La rebelión de los moriscos, en el año 1568, trajo consigo la quema del templo parroquial nuevo.
Tras la quema el templo fue reconstruido. Las obras de reedificación se iniciaron el 18 de mayo de 1671, concluyéndose las mismas el 12 de enero de 1673. Concluida la obra, se consagró el templo el 11 de abril de 1673.
La situación de Gádor durante el siglo XVIII era muy distinta a la de 1673, cuando se construyó el primer templo parroquial, ya que se había producido un aumento considerable de población, de tal manera que el templo existente no atendía la demanda de los feligreses, así que el Obispo Claudio Sanz y Torres atendió la solicitud para ampliar el templo en 1765, dando como resultado la configuración del templo actual. El 20 de octubre de 1767 se inició la demolición del templo que, bajo la dirección del maestro Joaquín Sánchez, duró hasta el 15 de abril de 1768. Las obras se inician nuevamente el 23 de abril de 1768, continuándose sin interrupción hasta el 26 de mayo de 1772. En esta época se habrían levantado los muros y se había colocado la bóveda estando a punto de comenzarse a colocar los estribos de la armadura, de la fachada y primer cuerpo de la torre. Se había erigido la sacristía y colocado su armadura.
Por decreto de 6 de junio de 1772, se reanudan las obras, hasta el 19 de diciembre de ese mismo año, terminando las bóvedas, completando la armadura, realización de la cúpula excepto la linterna y se inició el segundo cuerpo de la torre. Un último periodo duró hasta el final de la obra, el 20 de agosto de 1780. Coincidiendo con el tránsito de los siglos XVIII al XIX, se produjo una redecoración del templo que rehízo buena parte de los altares y retablos.
En 1850 se inicia otra etapa de obras en la que se vuelve a tejar la iglesia y a encalar el edificio. En 1861, se enlosa la iglesia y se colocan unos ladrillos en la sacristía.
En el siglo XX los problemas que se plantean son de obras de conservación, mantenimiento y decoración. En 1950 se reparó la cubierta del templo, se abrieron 6 hornacinas para diversas imágenes, se realizó una nueva instalación eléctrica, reposición de mármol y solería, así como obras de adecentamiento en las capillas. También se reformó el acceso a la fachada principal del templo y se construyó de nueva planta la casa parroquial contigua.
El primer proyecto del edificio se debió a Vicente Sánchez, si bien este proyecto desaparece, solicitándose un nuevo plano a Eusebio Valdés, primero de los conservados en la iglesia, y que corresponde en buena medida con el estado actual. Posteriormente, es cuando se produce la intervención más destacada en la ejecución del edificio, que corresponde al proyecto de Ventura Rodríguez (planos fechados en 1779-1780). Esta aportación se hace cuando la obra estaba edificada en buena medida y plantea una serie de propuestas que afectan a la cúpula y a la fachada, proponiéndose demoler esta última, ya ejecutada. No se llega a modificar la fachada, pero si se realiza la cúpula según el trazado propuesto por Ventura Rodríguez y bajo la dirección de su discípulo Juan Antonio Munar.
Fuente: Guía Digital