lunes, 30 de noviembre de 2020

Jose Francisco Díaz Molina

 (Gádor, 1860 - Madrid, 1932).


De familia campesina, se traslada a Almería en 1871 para intentar salir de la pobreza. Comparte su trabajo en el despacho de un abogado con los estudios en el Instituto, donde obtiene su título de bachiller en Arte (1876). En 1878 aprende del pintor Giuliani y, hasta 1882, trabaja como ayudante de la cátedra de Dibujo. Paralelamente, comienza la realización de obras donde se ponen de manifiesto sus conocimientos de técnica de dibujo y témpera. En 1882 es becado por la Diputación Provincial para aprender en la Academia de España en Roma, máxima aspiración de los artistas jóvenes de aquella época. Viaja a Roma (1883), pasando allí largos períodos y viéndose influenciado por el pintor Vicente Palmaroli, futuro director del Museo del Prado, lo que le da un cierto prestigio cosmopolita en Almería. En 1886 regresa de Roma y permanece en Madrid unos meses realizando el cuadro de María Cristina de Habsburgo para el Ayuntamiento de Almería. La muerte de Giuliani hace que, en 1889, sea catedrático interino de Dibujo, cargo que ejerce hasta 1892.

En esta época destaca el academicismo basado en el predominio del dibujo y modelado, que va evolucionando hacia una forma más realista de pincelada más suelta. Su temática es variada: paisaje, retratos, naturaleza muerta, religiosa... aunque comienza a destacar como retratista. En ellos sobresale la solidez del dibujo y del trazo, pasando el color por diversas variaciones a lo largo del tiempo. Algunas de sus obras reflejan un cierto carácter modernista en su planteamiento y ejecución.

En 1897 se traslada definitivamente a la capital de España, participando en la Exposición Nacional de Bellas Artes del mismo año con el cuadro La miseria, premiado con mención de honor. En 1899 la alcaldía de Madrid le encarga retratos al óleo de ex alcaldes, siendo, quizás, su momento culminante como pintor. Uno de sus autorretratos fue adquirido por el Museo de Arte Moderno. En 1901 realiza dos retratos del rey Alfonso XIII, uno para el Ayuntamiento y otro para la Universidad. Desde 1901 a 1912 trabajó como restaurador en el Museo Arqueológico Nacional; en 1904 participa en la Exposición Internacional celebrada en París y, en 1917, acudió a la exposición Universal de Panamá, con la obra El panecillo, premiado con la Medalla de plata. En esos años fueron numerosos los retratos de personajes políticos realizados para centros oficiales, como el del Conde Romanones (1906) para el Ministerio de Justicia, los de los cuatro presidentes de Gobierno asesinados (Cánovas; Prim, 1920 y Canalejas) para la presidencia del Gobierno, etc.

Técnicamente utilizó, sobre todo, el óleo, aunque se conservan algunos dibujos a lápiz. Su época madrileña no le impide seguir realizando diversos retratos por encargo para familias e instituciones almerienses. Destaca el de la señora de Díaz Aguilar (1921), Guillermo López Rull, señores de Godoy, Nicolás Salmerón y alcaldes como Eduardo Pérez Ibáñez, Antonio González Garbín o José María Muñoz Calderón.


Fuente Original

Diccionario Biográfico de Almería

Foto : Maestrosdelretrato

domingo, 29 de noviembre de 2020

Órgano de la Iglesia Virgen del Rosario - Gádor

 El órgano se compone fundamentalmente de dos cuerpos. El cuerpo inferior es rectangular y en el se coloca la mesa del órgano, careciendo de decoración. Por encima el segundo cuerpo, dividido en tres partes por medio de pilastras dóricas que sustentan el entablamento semicircular, con los tubos situados entre cada uno de los espacios que quedan entre las pilastras.  La pintura del instrumento fue costeada por el médico-cirujano de Almería con intereses agrícolas en la villa D. Francisco Rabanillo.

Construido en 1864.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Horno Alfarero de Sorbas

 La alfarería en la provincia de Almería (España), como fenómeno etnográfico posterior a la romanización, queda definida por su esencia musulmana y la herencia cultural morisca. El Museo de Almería reúne materiales del periodo califal, del taifal y del nazarí granadino, así como testimonio de la actividad en focos ya desaparecidos como los de Abla, Berja, Huercal-Overa, Illar, Serón y el valle del río Andarax. La labor alfarera, como tal oficio artesano, está documentada desde la segunda mitad del siglo XVI. Algunos centros alfareros aún conservan una fuerte tradición.

Sorbas está considerado el principal centro alfarero de la provincia. En su barrio de Las Alfareras se conservan pilones, balsas y dos hornos morunos en los que aún se trabaja. Sin embargo, las muflas para hornear ladrillos, traídas de Manises en la década de 1970, prácticamente dejaron de usarse tras la llegada de hornos más económicos. Las tierras empleadas se extraen de la zona, la blanca de la Cañada Siscar y la rubial o roja de La Mojonera.

En la memoria del pueblo aún resuenan los apellidos de las grandes sagas de maestros alfareros: la de los Mañas (cuyo rastro en los archivos eclesiásticos pueden seguirse hasta el año 1600); la de origen granadino -Cúllar-, de los García Alpáñez , los García Lario y los García Muñoz, emparentados con los Simón; la de los Ayala, oriundos de Totana (Murcia), otro gran foco alfarero; la de los Fenoy, que vinieron de Tabernas a principios del siglo XX; la de los Madriles, descendientes de Sebastián Requena, documentados en el Catastro de Ensenada de 1728, y a su vez emparentados con los Requena Cayuela. A su labor se asociarían pintores sorbeños como Pedro Soler y Miguel Capel, con atrevidas decoraciones de las piezas.

Es de tener en cuenta que la construcción del horno es de  tipo andalusí, aunque se tiende a decir que su construcción era árabe , una costumbre que será muy difícil de quitar. 


La Noche de los Candiles

 Cuando empieza a caer la tarde, Almócita se ilumina por el planeta. El alumbrado eléctrico desaparece y la luz nace de los candiles. Uno de ellos, instalado en el Mirador del Candil, es récord Guinness desde 2013. El allí exhibido es 20 veces más grande que uno tradicional, una pieza que fue elaborada por el artesano Paco García, que contó con la fundamental colaboración del ingeniero industrial Antonio Leyva, que hizo el proyecto y la cubicación, y de José A. Forte, que fue el que tuvo la idea y que junto con otros vecinos se encargó de hacer la maqueta y de realizar el seguimiento de los trabajos, así como de elaborar todo el expediente para ser considerado el candil más grande del mundo. Este cuenta con una capacidad de 650 litros, 3,25 metros de alto, 2,45 de largo y 1,06 de ancho.

'La Noche de los Candiles' es un gesto que nace en el marco de la Semana Europea de la Energía y cada año, desde hace ocho, coincidiendo con la citada 'manifestación' el pueblo se ilumina solo con candiles durante una noche mágica, donde muy diversas actividades se realizan en sus calles. Los vecinos rescatan los viejos candiles para afrontar una noche con la única iluminación del fuego que nace de antorchas naturales, barriles hoguera recubiertos de piedra natural, una noche en la que las casas y fachadas son alumbradas con candiles y la cultura invade un pueblo que tiene un censo de 174 habitantes y que supera los 5.000 visitantes.


Fuente y fotos de: Iñaki Sedano Gonzalez

Antigua Ermita de San Cristobal

 Antigua Ermita de San Cristobal hoy desaparecida. Hoy luce en su lugar el monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Destruida en 1930-1936.







miércoles, 25 de noviembre de 2020

Cañillo de la Puerta Purchena

El Cañillo del Agua en la Puerta de Purchena, desde 1806, ha sido uno de los símbolos de la capital y guarda decenas de leyendas muy arraigadas entre los almerienses.


Existen varias versiones sobre qué es lo que ocurre cuando bebes agua del Cañillo. Una de las más conocidas es que te quedas a vivir en Almería y te casas con un o una almeriense. Otra con final menos trágico es la que se añadió mediante una placa a la fuente en 2005, que reza “la Puerta de Purchena no tiene puerta, pero tiene un hechizo para que vuelvas”. Pero para los almerienses las versiones son diversas y dispares, cambian la versión “oficial” por otras como por ejemplo que no te casarás , que el Almería subirá a Primera, que no te pondrás enfermo, que se cumplirán tus  deseos, que te multarán , que te curarás,  que te quedarás embarazada… En fin ¿ Cual sería tu versión

Foto Actual.

La Guerra de los 100 Años en Almería

 La Guerra contra Francia (1883-1983)

Entre julio de 1870 y enero de 1871 tuvo lugar una guerra entre Francia y Prusia, y el triunfo de los prusianos sirvió para que terminaran de configurar la unificación alemana. La derrota fue de gran importancia para Francia, que contabilizó 140.000 galos muertos. El monarca español Alfonso XII realizó un viaje en septiembre de 1883 a Francia, Alemania, Austria y Bélgica.

En Berlín, un banquete de gala con Bismarck, ensalzó la causa prusiana y dio a entender que Alemania contaría con el apoyo de España en el caso de una nueva guerra contra Francia.​ También fue elegido como coronel honorario de la guarnición de ulanos en Alsacia, que era un territorio alemán reivindicado por Francia. A su regreso pasó por París con su uniforme prusiano y fue recibido por la plana mayor del gobierno francés además de por un buen número de ciudadanos franceses. El monarca sufrió una lluvia de insultos, abucheos y le fueron lanzados alguna que otra piedra y otros objetos de los ciudadanos. A su regreso a Madrid, el monarca fue recibido con una gran multitud de españoles que le lanzaba vítores en señal de apoyo.

Ante tal afrenta sufrida en Francia el Ayuntamiento de Líjar promulgó el siguiente bando:

Sesión Ordinaria de 14 de octubre de 1883

Srs. Del Ayuntamiento Miguel García Saez. Juan Martínez. Daniel Molina. Nazario Saez. Juan Diaz. Raimundo Lopez. Francisco Martínez. Antonio Martínez. Andrés Martínez. Francisco García. En la villa de Líjar a catorce de octubre de mil ochocientos ochenta y tres, reunidos los Srs. Del Ayuntamiento que al final suscriben, en Sala Capitular y Sesión Ordinaria bajo la presencia del Sr. Alcalde D. Miguel García Saez.

Abierta la sesión se dio lectura de la acta de la anterior y se aprobó por unanimidad.

Se dio cuenta de cuantas ordenes se han recibido en la semana y se acordó su cumplimiento por quien corresponda.Por el Presidente se hizo saber al Ayuntamiento, que al pasar por la Ciudad de París, el Rey D. Alfonso de regreso de su viaje el día veinte y nueve de septiembre último, fue insultado, apedreado y cobardemente ofendido por turbas miserables, pertenecientes a la Nación Francesa.

Que el más insignificante Pueblo de la Sierra de los Filabres, debe de protestar en contra de semejante atentado, y hacer presente, recordar y publicar, que solamente una mujer vieja y achacosa, pero hija de España, degolló por si sola treinta franceses que se albergaron, cuando la invasión del año ocho en su casa. Que este ejemplo solo, es muy bastante para que sepan los habitantes del Territorio Frances, que el pueblo de Líjar, que se compone únicamente de trescientos vecinos y seiscientos hombres útiles, está dispuesto a declararle guerra a toda la Francia, computando por cada diez mil franceses un habitante de esta villa. Pues es necesario que sepa el Territorio Francés, que España ostenta en su escudo, la insignia de más valor que puede ostentar la primera nación del Mundo. Tiene en la nada menos que un León. Cuenta la Historia Española, un Sagunto, un San marcial, Bailén, Zaragoza, Otumba, Lepanto y un Pavía, que ninguna Historia de las que se conocen hasta el día puede presentar ejemplos tan terribles.

Que un Carlos Primero de España, supo hacer prisionero a un Rey Francés, y cuando lo guardaba en Castilla, con cuantas consideraciones se albergan únicamente en pechos Españoles, supo el solo atravesar, la Francia aterrorizando con su figura el Mundo. Que también hubo un Felipe Segundo, que en su reinado supo abarcar de uno a otro confín de la Tierra y que ahora, cuando el Pueblo de España, no cuenta ni con un Gonzalo de Córdoba, ni con un D. Juan Chacón, ni con un Conde de Gabia, ni un Dureña Ponce, hay todavía vergüenza y valor para hacer desaparecer del mapa de los Continentes a la Cobarde Nación Francesa.


El Ayuntamiento tomando en consideración lo expuesto por el Alcalde, acuerda unánimemente declararle Guerra a la Nación Francesa, dirigiendo comunicado en forma debida directamente al Presidente de la República Francesa, anunciando previamente al Gobierno de España esta Resolución.

No teniendo ninguna otra cosa que acordar, se levantó la Sesión, estampando la presente acta, que firman los Srs que sabían y los que no signan, de que yo el Secretario Certifico.

Fragmento del documento de la declaración de guerra de Líjar a Francia.


En la villa de Líjar, provincia de Almería, siendo las doce horas del día treinta de Octubre de mil novecientos ochenta y tres.

No hubo incidentes bélicos importantes y el 30 de octubre de 1983 tras 100 años de guerra incruenta se firmó la paz entre Líjar y Francia. Por representación del país galo acudieron el cónsul y vicecónsul de Francia en Málaga y Almería, y en representación de Líjar el alcalde Diego Sánchez Cortés. Se firmó la siguiente acta de paz:

Reunidos en la plaza pública de esta villa, por una parte los representantes de la Nación Francesa, en las personas del cónsul y vicecónsul de Málaga y Almería, y por otra la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Líjar, presidido por su Alcalde D. Diego Sánchez Cortés, siendo testigos de excepción autoridades civiles y militares de la provincia.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Silvestre Martínez de Haro

Artista polifacético: dibujo, literatura, teatro o cine; aunque, en esencia, se definía como pintor. 

Le atrajo el cine amateur, asumiendo tareas de guionista, director y actor. En 1964 cofundó el Equipo Sipe, responsable de cuatro cortometrajes: El Maletilla (1964), Obsesión (1965), La Historia del Arte (1968) y Sangre de Aceitunas (1985); reconocidos con sendos premios. Sintió gran afición al teatro: dirigió un montaje de La zapatera prodigiosa con enorme éxito y comandó el grupo «Almíbar Silvestre ». También mostró interés por el relato corto, como prueba: El niño tonto (1979), con el que ganó el concurso literario Gabriel Espinar. Confeccionó ilustraciones para libros, etiquetas de vinos, clichés y dibujos para artes gráficas. Realizó su primera exposición pictórica en Peñón de Alhucemas, durante su servicio militar.

      En 1976 abandonó su trabajo de oficinista para matricularse en la Escuela Superior de San Carlos (Universidad de Valencia), donde obtuvo la licenciatura en Bellas Artes (1981). Aunque sus óleos se caracterizan por un naturalismo tradicional de corte impresionista, su sentido de la investigación produjo los mejores resultados en las anilinas, que guardan cierto aire con el expresionismo de Ginés Parra.

      Su compromiso social le llevó a ocupar la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Huércal Overa (1983- 1987). A partir de 1986 se dedicó a la enseñanza como profesor de Dibujo en diversos institutos. Realizaba continuas escapadas al campo, en especial, a Santopétar, prototipo de su tierra y fuente de inspiración para su obra paisajística, centrada en los cortijos abandonados, que le convirtieron en uno de los artistas más cotizados de la escuela huercalense, con obras colgadas en países como Francia, Bélgica y EE.UU.; y objeto de diversos homenajes tras su fallecimiento

Si quieres ver su colección accede al siguiente enlace.

Colección


miércoles, 18 de noviembre de 2020

La Noche de los Burros

La Noche de los burros es una tradición que se celebraba durante el Sábado de Gloria en el municipio de Senés. Esta Tradición consistía  en cambiar los animales de los corrales provocando el enfado de los dueños. Esta  tradición ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Actualmente los mozos del pueblo van por las casas de las mozas dejandole en la puerta flores si las consideran guapas y pencas si son feas. También se  cambian las macetas de una casa a otra, ponen bloques en medio de las calles encerrando a los coches y  contenedores . En el peor de los casos tapian las puertas con bloques para impedir la salida de las personas que habitan en su interior. 

Senés

martes, 17 de noviembre de 2020

El Aguinaldo

Antigua tradición donde la gente del pueblo iban de casa en casa cantando. Las familias ofrecían diversos productos como: productos de matanza, mantecaos y anís para mitigar el frio.


Ante las casas que eran bien recibidos cantaban:

A esta puerta hemos llegado

Cuatrocientos en cuadrilla,

Si quieres que nos sentemos,

Saca cuatrocientas sillas.

Saca una para mí

Y otra pa mis compañeros

Y los que silla no tengan

Que se sienten en el suelo.

Arete clavete, cordón para el pelo,

Cachas de navaja, culo de tintero.


Ante las casas que no eran recibidos cantaban:


Esta puerta es de carrasca

Y los clavos de alambre;

Vámonos de aquí, muchachos

Que están rabiando de hambre.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Carreras de Cintas

 Las carreras de cintas empezaron siendo a caballo y tienen su origen en la España del siglo XIV, inicialmente dentro de la Orden de Caballería de la Banda, fundada en 1332 por el rey Alfonso XI de Castilla.  Este Rey quiso, como manera de imponer su poder en la rebelde nobleza, que algunos caballeros formasen la Banda de Oro, una orden de tipo laico y caballeresco que vestían paños blancos con un toque carmesí diseñado por el Rey mismo y que tenían el derecho a llevar adornos de oro y plata por su condición de caballeros.

Sus miembros debían tener un toque intachable comportamiento cortesano, participar en justas, ser solidarios y leales al rey. Las normas de esas justas y las expresiones de solidaridad se recogían en los estatutos de la orden, al igual que ciertas normas de conducta. Las carreras de cintas a caballo, se inspiran, pues, en las justas y torneos medievales. Las “justas” eran los combates entre dos caballeros a caballo con lanza en mano, que se llevaban a cabo para justificar la razón o derecho de alguno de ellos sobre el contrincante.

Estas carreras poco a poco han sufrido modificaciones pasando a formar parte de los juegos populares de nuestros pueblos, Huércal de Almería, Gádor, Alhabia entre otros . Nuestros abuelos corrían las carreras de cintas con mulas o burros y buscaban conseguir la cinta de la chica que le gustaba. 

Actualmente las carreras de cintas se hacen en bicicleta y forma parte de las celebraciones de las fiestas de los pueblos.

Bédar. Años 60.


Bédar. Año 1965.


Íllar. Año 70.

http://josemurrillo.blogspot.com/.../carrera-de-cintas.html?

Gigantes y Cabezudos

 No hay nada que me guste más, que el patrimonio Inmaterial. Tradiciones, costumbres arraigadas que han vivido con nosotros desde siempre. Siempre han estado ahí incluso antes de que naciéramos. Han formado parte de nuestra vida y sobre todo de nuestra infancia. Este patrimonio debería de permanecer siempre en nuestra memoria, a pesar del paso del tiempo . Mucha nostalgia, recuerdos, sentimientos, florecen mientras escribo esta publicación .  Sólo Intento frenar a uno de sus mayores enemigos,  EL OLVIDO.

Parece ser que esta fiesta se  remonta a la Edad Media,  la  época en que  comenzaron o aparecen en las fiestas, las comparsas de Gigantes y  Cabezudos, con  la aparición de la llamada  Tarasca. Parece ser que por primera vez salió en el pueblo de Tarascón (Madrid), representando una figura  de extraña serpiente con muchas cabezas, en la que se recogían los vicios y los pecados.

En  tiempos de Felipe III se prohibió que la Tarasca entrara en las iglesias, y fue permitido que sólo se quedaran en la puerta. En los Autos Sacramentales y danzas se repartieron estas comparsas, ridiculizando las costumbres de la Corte y del pueblo.

Así en Almería, aunque no se tienen datos de su primera representación, si existe una Real Cédula de Carlos III, comunicando a todas las ciudades de su reino, la prohibición de los gigantes y las danzas en las procesiones. 

La Orden de Prohibición 

De dicho documento entresacamos lo más sustancial: "A los de mi Consejo, Presidente y oidores de mis audiencias, alcaldes, alguaciles de mi Casa y Corte y todos los corregidores asistentes, gobernadores, alcaldes mayores y ordinarios y otros cuales fueren y justicia de estos mi reino, así de realengo como los de señorío, tanto a los que ahora son como a los que serán de aquí adelante. Sabed: Que habiendo negado a mis reales noticias algunas notables irreverencias que con las fiestas del Santísimo Corpus Christi de este año, se ha cometido con ocasión de los Gigantones y demás, en donde permanece la práctica de llevarlos en las  procesiones de aquel día; y teniendo presentes al mismo tiempo las razones que el mismo Consejo me manifestó en consulta, de diez de abril de mil setecientos sesenta y dos y tratándose de los Gigantones de Madrid y lo resuelto por mí a la citada consulta en que fue servido mandar se quitasen  para lo sucesivo los Gigantones, Gigantillas y Tarascas, porqué semejantes figurones no solamente no autorizaban á la procesión y el Santísimo Sacramentó, sino que su concurrencia causaba no pocas' indecencias, por lo cual no se usaban en Roma, ni en muchos de los principales pueblos de España, pues sólo servían para aumentar el desorden y distraer la devoción de la Majestad Divina; por mi Real Orden publicada el diez de este mes he resuelto: ''Que en ninguna Iglesia da estos mis reinos, sea católico, parroquial o regular, hayan en adelante tales dantas ni Gigantones, sino que cese del todo esta práctica en las procesiones y de más  funciones eclesiásticas, como poco corriente a la gravedad y de coro que  en ellas se requiere". Recibida dicha Real Cédula en esta ciudad por su Gobernador el Conde de la puebla de los Valles, procedió a dar conocimiento de ella a los de su jurisdicción, con la trascripción de la misma, que tiene fecha 24 de agosto de 1780.

Se enviaron oficios a los pueblos de Almería, Rioja, Benahadux, Gádor, Alicún, Alhabia, Terque, Santa Cruz, Gérgal, Olula de Castro, Sorbas.- Nijar, Felíx y Roquetas. De lo que se deduce, que en tales pueblos se celebraban, también los divertimientos dé Gigantes y Tarascas.

Aunque no se tiene fecha exacta de la duración de la prohibición, no es aventurado suponer que, al limitarse la prohibición a las fiestas religiosas, sé incluiría como parte del programa en los regocijos y fiestas populares que a través de los tiempos hubiesen figurado con carácter de bullicio y sin símbolos ni alusiones, sino simplemente como regocijo de los niños en sus alegres dianas y pasacalles

¡ Vivan las fiestas. Vivan los Gigantes y Cabezudos!


Almería. Principios de los 60.

Calle Real, Almería. Año 1960.


Plaza de la Libertad o Plaza del Ayuntamiento. 18 de Agosto de 1903.

Alhabia. Año 1940.

https://www.diariodealmeria.es/.../Tradicion-Gigantes...

Fuente Amarguilla - Cortijo Nuevo

En este trabajo se exponen las principales aportaciones del estudio del yacimiento Fuente Amarguilla-Cortijo Nuevo situado en Almería. En las excavaciones realizadas en 1977 y 1997 se documentaron restos arqueológicos singulares que hasta ahora han permanecido inéditos. Este artículo presenta una síntesis del estudio de los conjuntos materiales y docu-mentación gráfica del yacimiento. Se plantea la existencia de un espacio funcional dedicado al almacenamiento y procesado de productos alimenticios, posiblemente cereal. El análisis realizado sobre los restos arqueológicos evidencia la ausencia de referentes cercanos. La interpretación de su funcionalidad y la recuperación de la entidad arqueológica del yaci-miento se ha realizado con el apoyo de una serie de analíticas que respaldan las hipótesis presentadas. Los análisis de C14 sitúan al yacimiento en momentos finales de la cultura argárica y posteriores








viernes, 13 de noviembre de 2020

Cortijo de las Paces

 En el año 1570 ocurrió un hecho histórico digno de mención. Don Juan de Austria fue a Almócita para negociar la rendición de los moriscos sublevados en la Alpujarra. El acuerdo se celebró bajo una encina en el Cortijo del Hadid, que desde entonces se conoce como el "Cortijo de las Paces".



Recordando la Historia


La Insurrección de las Alpujarras


La insurrección de las Alpujarras, también llamada en ocasiones rebelión de las Alpujarras, fue un conflicto que enfrentó al reino de España contra la población morisca que vivía en esta zona del antiguo reino de Granada entre los años 1568 y 1570, durante el reinado de Felipe II. Esta insurrección estalló en una zona con elevado porcentaje de población morisca, la cual se alzó como protesta de la promulgación de la Pragmática de 1567, que exigía a los moriscos, musulmanes convertidos al cristianismo, a abandonar su cultura de origen musulmán. La insurrección se transformó en guerra y provocó cruentas luchas en esta región, con el ejército español comandado por don Juan de Austria. Esta insurrección influiría en la posterior expulsión de los moriscos de España en el año 1609.


El problema morisco tras la conquista de Granada

En el año 1492 se produce la conquista del reino de Granada por parte de los Reyes Católicos. Era el último reino musulmán de la península Ibérica, que políticamente pasaba a estar formada por estados cristianos. Pero la población conquistada, musulmana, permaneció en el reino conquistado.

A estos musulmanes se les concedió la permanencia en territorio peninsular a cambio de no vivir en las ciudades y de no vivir cerca de la costa. Además se les impuso una carga tributaria elevada.

Parecía que se podía llegar a una convivencia; pero, no fue así. En el año 1499 Cisneros provocó una revuelta en el barrio granadino de Albaicín al intentar forzar a los musulmanes a convertirse al cristianismo. Esta revuelta se extendió a otras zonas del antiguo reino granadino, como en las zonas montañosas de las Alpujarras y en la serranía de Ronda. La revuelta se convirtió en rebelión y en 1501 tuvo que intervenir el rey Fernando el Católico para sofocarla.

La victoria vino seguida de una dura medida. O se convertían al cristianismo o debían abandonar el reino de Granada, al igual que había pasado con los judíos en el año 1492 en todos los territorios de España. También se aplicó esa medida a los mudéjares de Castilla en 1502. Curiosamente, esta medida no se aplicaría en la corona de Aragón, obviando así la unidad religiosa que algunos historiadores mantienen como posible causa de la expulsión de los judíos.

Como consecuencia de estas medidas, casi toda la población musulmana de Castilla se convirtió al cristianismo, pasando a tener la denominación de morisco, es decir, cristiano nuevo de origen musulmán. Otros, en cambio, tomaron la vía del exilio. El problema se había resuelto momentáneamente.

Los moriscos durante el reinado de Carlos I de España

En 1525 la medida de conversión forzosa al cristianismo para los musulmanes se extendió a los reinos de la corona de Aragón. Desde ese momento dejaban de haber oficialmente musulmanes en los reinos españoles de la península.

Pero los moriscos, antiguos musulmanes, seguían manteniendo sus costumbres y modos de vida. Por ello en 1526 las autoridades cristianas aumentaron la presión para la prohibición de la cultura morisca. Es decir, la prohibición de la lengua, vestidos, costumbres, … de raíz islámica. Por contra, los moriscos se quejaron ante el rey Carlos I de los abusos a los que eran sometidos por las autoridades religiosas. Había, por tanto, un problema social.

El problema morisco

La conversión forzosa parecía haber resuelto el problema de la unidad religiosa en España. Pero no fue tal, ya que muchos mudéjares se convertían solamente en apariencia. La ley islámica permitía la Taqiyya, es decir, la simulación de puertas hacia afuera de otra religión, pero manteniendo en su interior la religión musulmana. De esta forma, muchos moriscos mantenían, no solamente sus costumbres, sino también se fe musulmana. La consecuencia era un recelo de la población cristiana hacia ellos, creyendo que podían conspirar con los berberiscos y turcos del Mediterráneo para volver a conquistar los territorios cristianos que tanto esfuerzo habían costado recuperar a lo largo de los siglos. A pesar de realizar campañas de evangelización, de catequesis y de emplear la Inquisición, los moriscos no se integraban en la sociedad cristiana.

Situación de los moriscos de Granada en los inicios del reinado de Felipe II

Los moriscos del antiguo reino de Granada mantenían a inicios del reinado de Felipe II sus propias costumbres. Era una población autóctona numerosa, que vivía apartada de la sociedad cristiana y que mantenía incluso sus propias leyes y su propia clase dirigente.

Los moriscos mantenían además una actividad económica pujante. La economía de los moriscos de Granada se basaba en el comercio de la seda con Italia y en la manufactura. Existían importantes talleres de seda en Granada, Almería y Málaga. Además habían numerosos telares en todos los pueblos de la zona. La seda se convirtió en prácticamente el único cultivo de carácter comercial de las Alpujarras.

Este comercio de la seda era importante para la Corona ya que era una fuente importante de ingresos. Igualmente tenían su importancia los moriscos ya que daban subsidios al rey a cambio de mantener un favor real que les ayudase en la situación de opresión que se encontraban frente a cristianos viejos y la Iglesia.



Pero no era todo positivo. Esta situación económica favorable despertó el recelo de los cristianos de la región. Era una afrenta que estos moriscos recién convertidos al cristianismo y que seguían practicando su antigua religión a escondidas tuvieran una economía más boyante que la suya propia.

A este recelo por causas económicas se sumaba la amenaza de los piratas berberiscos y la amenaza turca. En la década de 1560 los piratas de Argel libraban una guerra con España. Los piratas frecuentaban las costas de Valencia y Andalucía, secuestrando a cristianos y saqueando asentamientos costeros. A ello se sumó el sito de Malta en 1565 por los turcos, una situación amenazante para los territorios españoles del Mediterráneo occidental.

Los moriscos entraron en contacto con los piratas del norte de África y con el sultán de Constantinopla. Los turcos pretendían utilizar a los moriscos españoles como elemento desestabilizador dentro de territorio español para así conquistar territorios como Chipre y Túnez mientras los españoles gastaban fuerzas dentro de su territorio. Espías moriscos incluso fueron enviados a Malta para obtener información sobre esta estrategia. Las autoridades españolas creyeron que Granada sería un territorio desde el cual se produciría una invasión musulmana de España. Por este motivo el recelo y la presión sobre los moriscos granadinos aumentó.

Causas de la insurrección de las Alpujarras

En resumen, las causas para la insurrección de las Alpujarras se podría resumir en cuatro puntos principales:

1) El incremento de la población morisca y su situación social. Los moriscos eran cristianos nuevos, pero eran los perdedores de la Reconquista frente a los cristianos viejos del norte. Estos mantenían una superioridad social que reprimía a los moriscos.

2) El mantenimiento del culto musulmán por muchos moriscos en esta zona. Este hecho era conocido por muchos cristianos y por las autoridades, viendo con recelo esta situación.

3) El resentimiento de la población cristiana por la prosperidad del comerciante y de los artesanos moriscos.

4) La desconfianza debido a que veían como podían aliarse con el imperio otomano para atacar la península Ibérica.

El Edicto de 1567

El gobierno decidió la intervención. A finales de 1566 el inquisidor general Diego de Espinosa preparó, junto a Felipe II, un edicto que impondría diversas prohibiciones a los moriscos. La Pragmática Sanción de 1567, también llamada Pragmática antimorisca o Edicto de 1567, se promulgó el día 1 de enero de 1567 por Pedro de Deza, presidente de la Chancillería de Granada.

 El Edicto estipulaba que los moriscos de Granada estaban obligados a aprender el castellano en un plazo máximo de 3 años. Se prohibía, además, hablar, leer y escribir el árabe en público o en privado. Se les exigió que abandonaran sus vestimentas, teniendo que vestir a partir de entonces a la castellana. también se exigía que las mujeres fueran con las caras destapadas.

También se les obligó a que siguieran costumbres cristianas en las celebraciones, así como que no se celebraran las fiestas religiosas del viernes. Tampoco podían usar a partir de entonces nombres o apellidos moros. Tampoco podían hacer la práctica del baño en los baños artificiales ya que podía ser un pretexto para practicar rituales existentes en el Corán.

Este Edicto sería de obligado cumplimiento para los moriscos a partir del mismo día de su publicación. El objetivo era obligar a los moriscos a dejar sus antiguas costumbres y ceremonias musulmanas y convertirse de un modo definitivo al cristianismo, adoptando además las costumbres cristianas de la época. Querían acabar con la identidad nacional de los moriscos para convertirlos en cristianos españoles.

La reacción contra el Edicto

En un principio los moriscos no cumplían con las sanciones del edicto esperando que se pudiera negociar y que, a través del pago de dinero, se pudieran suprimir las medidas de la Pragmática. El representante de los moriscos, Jorge de Baeza, fue a Madrid para protestar ante el rey Felipe II mientras que el notable Francisco Núñez Muley presentaba un memorándum a Pedro de Deza en el cual manifestaba la lealtad de los moriscos a la corona española.

Pero las negociaciones no fructificaron. Los moriscos comprendieron que era inútil la negociación y que las medidas eran definitivas. Era la confirmación de la imposición de los vencedores tras la conquista de 1492. Todas las tensiones y los resentimientos existentes estallaron y se optó por la insurrección.


La insurrección de las Alpujarras


El levantamiento de Albaicín de 1568: el inicio de la insurrección de las alpujarras

La fecha elegida para la insurrección fue la Nochebuena de 1568. El levantamiento empezó en el barrio granadino de Albaicín. Posteriormente la insurrección se extendió por las montañas de las Alpujarras, situadas entre Sierra Nevada y la costa malagueña. Desde las montañas se difundió a las llanuras. Fue una insurrección básicamente rural, con mayor porcentaje de población morisca, teniendo una participación menor los moriscos de las ciudades.

Principales puntos de la insurrección de las Alpujarras en el antiguo reino de Granada. 

Como cabecilla de la insurrección morisca fue elegido Fernando de Valor, morisco de linaje árabe, descendiente de los califas de Córdoba. Tras la insurrección recuperó su nombre árabe de Aben Humeya (Muhammad Ibn Umayya) y fue proclamado rey. Pero fue asesinado por sus propios hombres un año después, siendo sucedido por su primo Aben Abó.

Otros líderes moriscos de las Alpujarras se unieron. Estos cabecillas provenían de la jerarquía social tradicional de los antiguos habitantes del reino musulmán de Granada. Eran jefes de antiguos clanes enfrentados, pero que ahora luchaban en común en defensa de sus costumbres.

La búsqueda de aliados

Una vez empezada la insurrección los moriscos entraron en contacto con sus aliados en el reino de Valencia, que tenía un porcentaje de población morisca importante, y enviaron misiones a los países del norte de África y a Constantinopla en busca de ayuda y apoyo militar. Desde el norte de África recibieron voluntarios, armas y alimentos, pagados con esclavos cristianos capturados en España. El que más interés puso en la ayuda fue Argel, que aprovechó la coyuntura para conquistar Túnez en 1570. El imperio otomano envió armas y hombres, aunque era un acto más simbólico que otra cosa, ya que estaban centrando sus esfuerzos en el Mediterráneo oriental.

La Guerra de Granada

La insurrección de las Alpujarras se producía en un momento difícil para España. Los recursos eran escasos y habían otros problemas de política exterior en Europa. Pero había que emprender acciones antes de que la insurrección pasara a mayores y por eso se envió a Don Juan de Austria, hijo bastardo de Carlos I de España, que sustituiría al marqués de Mondéjar, virrey de Granada, para sofocar la revuelta.

Don Juan de Austria daría un vuelco a la situación. Al inicio de la guerra se había decidido una estrategia basada en el aislamiento de los moriscos respecto a la costa con el objetivo de que no recibieran ayuda exterior. No se decidió ir al ataque debido a que era difícil la conquista de los pueblos de las montañas de las Alpujarras. La guerra era una sucesión de expediciones y emboscadas, con escaso resultado, pero con gran crueldad y brutalidad ebido a la desesperación de los moriscos y a la debilidad mostrada por los españoles.

Don Juan decidió emprender una campaña militar, que empezó en enero de 1570. Empezó expulsando de las tierras llanas y de las vegas a los moriscos para aislar de forma definitiva a los moriscos de las montañas. Por ejemplo, 3.500 moriscos fueron expulsados de Granada, siendo dispersados por La Mancha. Acto seguido asediaron las montañas. Los moriscos, viéndose acosados y con falta de apoyos, se rindieron a lo largo del año 1570. Finalmente, el proclamado rey Aben Abó fue apuñalado por sus seguidores en una cueva de Bérchules.

La deportación de los moriscos

La insurrección de las Alpujarras había durado 2 años. Se habían gastado numerosos recursos. Por lo cual, se debía actuar con mano dura. Se decidió la deportación de los moriscos del reino de Granada a otros lugares de España. La orden de evacuación del reino se dio el 28 de octubre de 1570, dando como fecha límite para irse del reino el 1 de noviembre de 1570.

 Don Juan de Austria, hijo bastardo de Carlos I de España.

Los moriscos fueron conducidos en largos convoyes hacia ciudades y aldeas de Extremadura, Galicia, La Mancha y Castilla. Muchos murieron por el camino debido a la dureza del invierno. Se estima que murieron entre un 20 y un 30 % de los moriscos.

Las tierras abandonadas por los moriscos fueron confiscadas por la corona y ofrecidas en condiciones favorables a colonos de otras partes de Castilla, como Galicia, Asturias, León y Burgos. A ello se sumó el ofrecimiento de ganados y utensilios, con el fin de favorecer la repoblación.

Consecuencias de la insurrección de las Alpujarras

El problema de la insurrección se había resuelto. Pero aparecerían nuevos problemas. Los repobladores cristianos se encontraron con que muchas de las tierras ofrecidas eran pobres ya que los cristianos viejos ya habían ocupado en las décadas pasadas las mejores tierras. Muchos de los nuevos pobladores acabaron por marcharse, con lo que había un vacío demográfico. Las Alpujarras y la zona costera estaban menos pobladas que antes y eran un problema de seguridad interna.

Por otro lado, la deportación de los moriscos del reino de Granada no solucionó nada. Todo lo contrario, extendió el problema morisco a toda Castilla. Los moriscos no eran bien recibidos por sus nuevos vecinos ya que seguían los recelos respecto sus costumbres y se sospechaba que seguían practicando su antigua religión. El recelo y la hostilidad no hacían sino crecer.

Los moriscos tendieron a abandonar sus nuevos hogares y algunos fueron regresando a Granada, donde se decretó en 1584 una nueva expulsión. La frustración y la desesperación caló en muchos de ellos, dedicándose al robo y a la violencia.

Los moriscos eran odiados por la población cristiana, que los veían escaquearse de sus obligaciones militares y religiosas. Veían que solamente hacían que crecer en número y que formaban una comunidad apartada en muchas ocasiones. Se consideraban inadaptados e inadaptables. Todo ello provocaría que fueran expulsados del reino de España en 1609, con Felipe III como rey.

Conclusión

La insurrección de las Alpujarras es una muestra del fracaso de integración de los antiguos musulmanes convertidos forzosamente al cristianismo. Los moriscos siguieron, en muchas ocasiones, manteniendo sus antiguas costumbres, lo que despertaba el recelo de la población de cristianos viejos. A ello se unía el temor de que los moriscos españoles se aliaran con los turcos para atacar la península, en una época donde el imperio otomano tenía gran poder en el Mediterráneo.

La violencia estalló en 1568. Tras una cruenta guerra, los moriscos perdieron. Los que no murieron fueron deportados a otras zonas de Castilla para evitar así la concentración de ellos. Pero esta medida no fructificó y llevaría a la expulsión de los judíos en 1609 durante el reinado de Felipe III.

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