Se sitúa entre el puerto y la ubicación de la desaparecida Puerta del Mar de la ciudad. La fuente está conformada por un vaso de planta circular cuyo pretil, labrado en piedra, presenta adosados tres mascarones de mármol blanco que hacen las veces de surtidor. Del centro de este elemento surge una estructura pétrea concebida de manera monumental y con resabios neobarrocos en la que, sobre un basamento tronco-piramidal, se alzan tres columnas, con plinto, basa y capitel, que sostienen un trozo de entablamento. Los elementos zoomórficos que dan nombre al monumento se configuran por medio de seis representaciones de peces cuyas formas recuerdan a las propias de época barroca.
Tres de ellos, de mayor tamaño, descansan sobre el basamento, mientras que los otros tres, de menores dimensiones, culminan el conjunto, apoyándose sobre sus colas y uniendo sus bocas para formar el surtidor superior. Tales animales, junto a unas piletas que ornan el basamento y unas rosetas situadas en los centros de los tres lados del entablamento, están labrados en mármol blanco, lo que contrasta con el ocre del material pétreo del resto de elementos.
La obra es un diseño de Jesús de Perceval, a cuyo estilo responden los característicos capiteles de las columnas, resueltos a modo de libre interpretación de los propios del orden corintio. Este polifacético artista almeriense tuvo que valerse, para las labores de construcción, de la colaboración técnica del no menos significativo arquitecto local Guillermo Langle Rubio. Desde su construcción se convierte, y sigue siendo, en uno de los más destacados monumentos públicos de la ciudad.
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