A diferencia de otras boqueras del río ligadas a una numerosa comunidad de regantes, esta boquera, aunque no es privada, depende sólo de unos pocos propietarios.
La boquera la cargan (cargar la boquera significa levantar el dique en el río) actualmente sólo dos propietarios correspondientes a la Finca de los Góngora y al Cortijo del Jalvo. Los demás propietarios ya no la utilizan. Su carga se hace tras la primera avenida de otoño, ya que esta avenida suele llevarse el dique y recarga los acuíferos, por lo que tras ella se produce el momento oportuno para el aporte de aguas de forma más estable y segura. Como es costumbre en la actualidad, este proceso se hace mecánicamente con la utilización de un tractor que permite en un corto espacio de tiempo levantar todo el dique con un coste bajo (Entre 60 y 90 euros). Sin embargo, el paso siguiente consistente en el destierro y limpieza del cañón, hace años que no se efectúa.
A diferencia de la mayoría de las boqueras, que se van alejando paulatinamente del río para dejar el máximo posible de vega bajo su cota, esta boquera parte casi perpendicularmente del río para alcanzar la Acequia de las Tandas o Acequia Madre e introducirse en ella.
A la altura del Cortijo del Jalvo, un ramal deriva a la derecha para introducirse bajo la carretera y llegar al Barranco del Jalvo, donde regaba los naranjales allí existentes.
Fuente: Guía Digital