viernes, 31 de enero de 2020

Antigua Noria de Cerrillos

Mayor complejo salinero del Poniente Almeriense.  Complejo de Cerrillos, Punta Entinas-Sabinar.

Cartel Informativo.
Salinas.
Salinas.
Cartel Informativo.
Instalaciones.
Instalaciones.
Instalaciones.
Noria.
Noria.
Mecanismos.
Motor.

lunes, 27 de enero de 2020

Ermita de las Ánimas - Alhabia

Ermita-qubba de planta cuadrangular, de pequeñas dimensiones, construida en mampostería. Portada con arco de medio punto sobre jambas, en ladrillo de alfahar. Cubierta plana con cúpula de media naranja, rematada con cruz de hierro. Ubicada a la salida del pueblo , junto a la Rambla de Las Animas.




Fotos: David Téllez

sábado, 25 de enero de 2020

Locomotora arroya a una Ambulancia en Gádor

El pueblo de Gádor y en general, toda la provincia de Almería tiene aún presente el dramático accidente ocurrido en la localidad del Bajo Andarax el 17 de noviembre de 1994 en el que murieron siete personas entre ellas dos bebés de escasos meses, al arrollar una locomotora a una ambulancia en uno de los pasos a nivel existentes a la salida de la localidad. 

La niebla pudo dificultar la visión del conductor de la ambulancia a la hora de atravesar el paso a nivel y no advertir la presencia de la locomotora. Las señales luminosas indicaban que el paso de un tren era inminente. Quizás la niebla y la confianza del conductor que realizaba el recorrido a diario pudieron unirse en una fatal alianza que se saldó con las siete victimas mortales.
El accidente se produjo a las nueve y diez minutos de la mañana. La ambulancia conducida por Manuel Pelayo López de 42 años natural de Alhama de Almería, trasladaba a las siete personas desde las localidades de Íllar, Alhabia y Albolduy a la residencia sanitaria de Torrecárdenas para asistir a las sesiones de rehabilitación que venían recibiendo desde hacía varias semanas. El vehículo sanitario matrícula AL 3229 L que circulaba por la carretera comarcal 332 en dirección a la capital irrumpió en el paso a nivel, a pesar según informó entonces la compañía Renfe de que la semi barrera se encontraba bajada. Tras el impacto, la ambulancia fue arrastrada unos doscientos metros por la locomotora que se dirigía hasta Huéneja.

Los siete cadáveres quedaron aplastados bajo un amasijo de hierros y chapa siendo necesaria la intervención de la Unidad de Salvamento del parque contra incendios de Almería para rescatar del vehículo los maltrechos cuerpos sin vida. Todos los ocupantes de la ambulancia murieron en el acto, por lo que pese a la rápida intervención de los equipos médicos de Gádor y Benahadux que se personaron al poco tiempo de producirse el terrible accidente su presencia desgraciadamente no llegó a ser necesaria.
La noticia corrió como la pólvora entre las localidades del Bajo Andarax. A escasamente una hora de producirse el accidente, numerosos familiares de los fallecidos se habían desplazado ya hasta Gádor desde los pueblos limítrofes intentando conocer la suerte que habían corrido los ocupantes de la ambulancia.
Poco antes de la una de la tarde, el titular del juzgado de instrucción numero 9 de Almería, que previamente había ordenado el levantamiento de los cadáveres ordenaba la identificación de los fallecidos que de manera provisional habían sido trasladados hasta el depósito municipal de Gádor. Entre los fallecidos se encontraban la mujer y el hijo de siete meses de Francisco Martínez, alcalde de Alboloduy. El dolor unió a los cuatro pueblos del Bajo Andarax. Los familiares y amigos de las victimas, inmersos en una especie de nube no acertaban a comprender lo ocurrido. Todos ellos insistían entonces en la necesidad de eliminar los cuatro pasos a nivel que transcurren por el municipio de Gádor lamentándose que el Gobierno hiciera oídos sordos a estas reivindicaciones.
Junto al conductor de la ambulancia Manuel Pelayo, fallecieron Manuel López Rodríguez de 52 años, natural de Alhama, Gregoria Maillo Cabello de 31 años, natural de Illar, Francisca Ayala Valverde de 37 años y su hijo de siete meses Alejandro Martínez Ayala, Ana María Castellón Orta de 30 años y su hija.


Fuente: José Ángel Pérez

Accidente Ferroviario en Gádor

16 de agosto de 1965. Hace bochorno y el pueblo de Gádor no duerme la siesta. Una cerrada tormenta descarga furiosamente por todo el valle del Andaráx aunque la lluvia más intensa se fija sobre los montes de Sierra Alhamilla. El abundante aparato eléctrico obliga a que en muchas casas del pueblo se guarden apresuradamente cualquier objeto metálico que pudiera ser susceptible de atraer a los rayos. La tormenta, de alguna manera se convirtió en antesala de una de las tragedias más dramáticas que en la década de los años sesenta sacudieron a la provincia. Un accidente ferroviario ocurrido en este término municipal se saldó con el triste balance de trece personas muertas y otras cincuenta y tres heridas de diferentes pronósticos. Son las 15,22 minutos, cuando Francisco Herrera Carpio, jefe de la estación ferroviaria de Gádor autoriza la entrada a la estación del tren correo 5.831 procedente de Almería con destino a Madrid. Esta circunstancia quedó reflejada en el libro de telefonemas de la estación gadorense.

El convoy lo integran seis unidades arrastradas por una maquinaria diésel que había salido de la estación de Almería a las 15,10 minutos. Tras una breve parada en Gádor , Francisco Herrera autoriza su salida. La tarde está totalmente plomiza y la tormenta no amaina. Llueve intensamente. La visibilidad es mala y solo el resplandor de los aparatos eléctricos alumbra débilmente el trazado ferroviario.
Momentos antes de autorizar la salida del correo Almería-Madrid, Francisco Herrera, responsable de la estación de Gádor casi de forma mecánica llama a la estación de Santa Fe comunicando que ya tiene vía libre el tren mercancía Nº 8 para ser recibido en Gádor. Entre ambas estaciones hay una corta distancia de apenas cinco minutos. Francisco Herrera, sin cerciorarse realmente si el tren mercancías ya estaba en Gádor reflejó su llegada en el libro de telefonemas a la hora que habitualmente lo hacía. Ese tremendo error, no comprobar que realmente el mercancía ya estaba en Gádor fue el elemento desencadenante de la tragedia.

A las 15,22 la maquinaria diésel del tren correo se pone en marcha. Avanza lentamente, y sin apenas velocidad recorre algo más de un kilómetro. Al llegar el convoy al punto kilométrico 232.800 entre Gádor y Santa Fe, en la denominada “Cuesta del Rayo”del paraje El Castillejo se produjo el accidente. Fue un choque violento entre ambos trenes. Las dos máquinas quedaron empotradas una sobre la otra.

El tren mercancías que circulaba por la misma vía se encontraba detenido como consecuencia de un corte en el fluido eléctrico- posiblemente a causa de la tormenta- que inutilizó la maniobrabilidad de la maquina eléctrica que arrastraba veintiún vagones. Cinco minutos antes de salir el tren correo, a las 15:15 se había producido la avería eléctrica. El violento impacto se escuchó en todo el pueblo de Gádor. Lo que siguió fue un paisaje dantesco.
Según la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Almería, el 23 de octubre de 1.966 y cuyo recurso de casación fue rechazado por el Tribunal Supremo el 10 de mayo de 1.970, el día en que se produjo la terrible tragedia, debido a reajustes de plantilla en la empresa, el jefe de estación solo disponía de dos operarios.
Un mozo de agujas a quien encargó darle entrada al tren correo con destino a Madrid y el peón de explotación Clemente San José, quien por indicación de Francisco Herrera cumplimentó la orden de realizar las maniobras adecuadas para que pudiera acceder el mercancías a la estación de Gádor. Un acto combinado, donde la precipitación del jefe de Estación o quizás el exceso de confianza provoco el terrible desastre.

Tras el choque las dos máquinas quedaron superpuestas. Como consecuencia del fuerte impacto se produjo el descarrilamiento del furgón correo y del vagón directo de tercera clase cuyo destino era Barcelona. En este vagón precisamente se produjo la mayor desgracia. Allí se produjo el mayor numero de fallecidos ya que su estructura era de madera. Pese a que el impacto fue de extremada violencia, no alcanzó mayores consecuencias y un mayor número de muertes si el tren correo no hubiese iniciado la pendiente a una velocidad reducida y el mercancías estar detenido. El choque ocasionó el descarrilamiento parcial del correo.
Los primeros momentos son angustiosos. Los viajeros a gritos solicitan ayuda. Los ilesos saltan por las ventanillas. Como pueden esquivan las llamas y salen despavoridos. Muchos se dirigen corriendo al pueblo. En medio del caos los heridos son rescatados por los propios pasajeros ilesos. En un camión son evacuados los primeros lesionados y empiezan a llegar los vecinos en socorro de las victimas. En coches particulares son trasladados hasta Almería.

El interventor en medio de toda la presión tiene una sola preocupación, evitar que se restablezca el fluido eléctrico y se declare un incendio que afecte a todos los vagones del correo. En Gádor ya se conoce la tragedia y el pueblo se vuelca en auxiliar a las victimas. Del vagón de tercera clase empiezan a rescatarse los primeros cadáveres. En total son trece muertes y más de medio centenar de heridos.
El jefe suplente de la Estación de Gádor, Francisco Herrera, hombre respetado y de intachable conducta personal y profesional es procesado. Lleva 43 años de servicio y 17 años como jefe de Estación. Totalmente destrozado y acompañado de uno de sus hijos, también ferroviario, nada mas percatarse de la gravedad del accidente se presentó voluntariamente en la Comisaría de Policía. Se responsabilizó plenamente de todo lo ocurrido exculpando al guardabarreras y al guardagujas que estaban a sus órdenes. Fue juzgado por un delito de imprudencia. Sus subordinados implicados en el proceso, Manuel Cejudo Galindo, Clemente San José y Francisco Contreras fueron absueltos. RENFE tuvo que hacer frente a las indemnizaciones a los familiares de los fallecidos y heridos por su condición de responsabilidad civil subsidiaria.



Fuente: José Angel Pérez

viernes, 24 de enero de 2020

Plátanos Orientales Centenarios

En la plaza del pueblo de Santa Cruz de Marchena , encontramos varios árboles centenarios  de unos 40 metros de altura aproximadamente. Platanus orientalis, el plátano oriental, es una especie arbórea caducifolia, de gran tamaño, ampliamente distribuida y de una larga vida, perteneciente a la familia Platanaceae. El polen que produce este árbol causa una reacción alérgica  muy frecuente en las personas . Su edad aproximada ronda los 110 años .





Asentamiento Cerro de la Ermita

Cerro testigo de varios asentamientos, medieval y anteriores con escasos restos visibles en la actualidad. Domina todo el pueblo y parte del valle Andarax. Actualmente se encuentra la Ermita de la Santa Cruz.





Arco del Caz de Belembin

Acueducto de un solo vano, construido en mampostería con arco rebajado a base de piedras verticales. Construido para salvar la distancia existente de la rambla Almazara.








Ermita del Cerro de la Santa Cruz

El acceso a la ermita, situada en lo alto del cerro y sobre un antiguo asentamiento islámico, nos permite atravesar el barranco de las Cuevas, donde todavía se mantiene el hábitat troglodita tradicional, aunque cada vez más transformado, y, sobre todo, obtener una atractiva panorámica sobre nuestro pequeño municipio.

La encantadora ermita nos recuerda la fuerte carga de religiosidad popular de todo el valle del Andarax desde los mártires de la Guerra de las Alpujarras y la Contrarreforma católica del concilio de Trento animándonos a interceder por las ánimas del purgatorio con la oración.









Fotos: David Téllez

sábado, 11 de enero de 2020

Piedra de Las Pezuñas

La Piedra de Las Pezuñas, es un peñasco en cuyo lado superior se observa unas extrañas inscripciones, algunas de las cuales dan la apariencia de pezuñas petrificadas. Precisamente, por esta creencia, es de donde le viene su nombre. Acerca de ella se comenta una curiosa leyenda popular.












Considerados como uno de los grabados de mayor claridad en la comarca.

Fotos: David Téllez

sábado, 4 de enero de 2020

Acueducto de Aguachar

Pequeño acueducto construido en mampostería formado por un arco de medio punto. Ubicado en la localidad de Alhabia, es uno de los pocos acueductos que pueden encontrarse en esta localidad.










Fotos: David Téllez

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