En cuanto al edificio, toma la forma y materiales del Partidor Viejo, pero con mayor volumen y un sistema de partición más elaborado. Se trata de una construcción cilíndrica enterrada en gran parte, de 5.60 metros de diámetro exterior y 4 metros. en el interior, con 4.60 metros de altura. Queda cubierto con una cúpula de ladrillo y piedra. La altura del edificio cilíndrico desde el piso del partidor al arranque de su cúpula es de 2.80 metros y la elevación de la cúpula sobre su base de 1.80 metros. Los muros son de mampostería unida y enfoscada con mortero de argamasa, con un grosor de 0.80 metros. El vano de la puerta, de 1.60 metros por 0.70 metros queda adintelado por dos piezas contiguas de cantería, la primera asoma al interior y la segunda, de 1.45 metros, toma la forma redondeada del paramento exterior del partidor.
El edificio se sitúa sobre el curso de la Fuente de los Partidores cuya misión es dar cobertura al Partidor de los Siete Pueblos del Río. Todas las piezas compositivas de la base del partidor son de cantería con encajes precisos. El transito por el piso del partidor se hace sobre un anillo, también de cantería, con un paso de 0.80 metros. La entrada del río se hace por una galería de 0.95 de ancha y con una altura imposible de medir debido al lodo acumulado (en caso de ser similar a otras construcciones debería de medir sobre 1.75 metros). Frente a esta salida, a 0.80 metros, se sitúa una pieza triangular de factura precisa, que apunta justo al centro de la salida de la galería, de tal manera que divide sus aguas en dos caudales idénticos. Los dos laterales que bifurcan las aguas miden 1.55 metros y la base 1.10 metros. Junto al muro y sobre el anillo descrito anteriormente, se sitúan los dos tablones de usillo que provocan el cierre o apertura de cada una de las dos salidas. Tanto la salida a la vega de poniente como la de levante son idénticas y los tablones también.
El piso del partidor se encuentra un metro mas bajo que el umbral de la puerta, por lo que dos escalones - uno de ellos muy pequeño - redondeados facilitan la entrada.
Este partidor, a diferencia del Partidor Viejo que tiene forma de "T", lo hace en "Y". facilitando el tránsito de las aguas sin crear turbulencias.
La cúpula se eleva 1.85 metros y queda retranqueada 0.60 metros al centro, con un pequeño vuelo sobre el muro de 0.10 metros. Está formada por 58 hiladas circulares de ladrillo tejero que se van cerrando en altura hasta coronar en torno a un pequeño lucernario y respiradero cenital. El ladrillo, a partir de la segunda o tercera hilada, iba cubierto con una capa de mortero de argamasa sobre la cual iba una cobertura de piedras que se supone enfoscada. La coronación de la cúpula mantiene la cobertura de argamasa y en la base un anillo estrecho mantiene también la cobertura de piedra.
La parte interna de la cúpula denota solidez, observándose el ladrillo y las hiladas en perfectas condiciones. La pequeña apertura cenital constituye el único orificio de ventilación e iluminación, al menos con la puerta cerrada.
Una parte del partidor asoma en la cocina del cortijo adjunto, lo que indica que este cortijo es posterior.
Se trata del partidor principal del río, que reparte las aguas entre las Vega de Poniente y la Vega de Levante. Estas aguas son captadas mediante boquera en el término de Santa Fe. Si hay abundante agua se captan en el paraje de Pantaleón y si disminuye el caudal, a la entrada del termino de Santa Fe. En este punto se ha producido una histórica partición en porciones de caudal, denominadas Ollas, Hilas y Tandas.
El partidor también recibe agua de la denominada Fuente de los Partidores, con afloramiento en el propio edificio.
El inmueble permanece operativo, aunque su función haya quedado relegada y ya no posee la importancia histórica tradicional, debido básicamente a la falta de agua. Esta falta de agua tiene su origen en varias causas:
1. La obturación de la galería y falta de limpieza del cauce.
2. Los acuíferos han descendido debido a la profusión de pozos.
3. Por las escasas nevadas en las Sierras de Nevada y Gádor, privando al río de sus principales aportes de invierno y primavera.
A esta falta de agua hay que añadir otros motivos suplementarios, como la disminución de la superficie de la vega, el envejecimiento de los agricultores, la autonomía hídrica de muchas fincas que cuentan con pozo propio, la desaparición del Sindicato de Riegos que agrupaba a todas las comunidades de la vega y mantenía operativo el entramado hidráulico junto con sus usos y costumbres, la perdida de peso de la agricultura en la comarca y finalmente una cierta desidia de las administraciones.
En definitiva, el tradicional uso y control del agua del río, ha pasado de ser un asunto vital para convertirse en un aspecto secundario ligado a una parte de la población con poco peso económico y social. En este contexto, el mítico Partidor de los Siete Pueblos vive momentos de decadencia y su uso tiende paulatinamente a desaparecer.
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