lunes, 27 de mayo de 2019

Infierno en las vías

Más de un centenar de personas muertas y unas cincuenta heridas de carácter grave fue el trágico balance de un violento y espectacular accidente ferroviario ocurrido por un fallo humano la noche del 15 de noviembre de 1945 entre las estaciones de Fuente Santa y Gérgal al chocar frontalmente un tren de mercancías y un tren correo cuando ambos circulaban en la misma dirección.

Sobre las doce y media de la noche, el jefe de estación de Fuente Santa solicitó vía libre al factor de la estación de Gérgal, José Lucas Molina, quien autorizó a su compañero para efectuar la salida del tren de mercancías procedente de Almería cargado con varios miles de barriles de uva, conocido popularmente como el uvero.
Poco después de que el tren de mercancías recorriese unos escasos kilómetros, desde la estación de Gérgal se autorizó la salida del tren expreso 1.082 procedente de Madrid con destino a Almería.

Así empezó la espeluznante tragedia. A la una menos diez de la madrugada, a unos dos kilómetros de la estación de Gérgal el tren expreso se encontraba en un tramo de pronunciada pendiente y especialmente dificultoso conocido como la Trinchera de Zamora. El tren circulaba a la altura del kilómetro 211.400 de la línea férrea Almería-Linares en el término municipal de Gérgal y a escasamente unos cincuenta metros de la barriada de Las Alcubillas entre Gérgal y Fuente Santa.

El convoy lo integran la máquina locomotora, un coche de primera clase, otro de segunda, dos de tercera, el coche correo, un vagón vacío y el furgón de cola. En el tren correo viajaban alrededor de unas trescientas personas. Su velocidad dada la orografía del terreno y el trazado de la vía, supera ligeramente los sesenta kilómetros por hora.

Casi al mismo tiempo, el tren de mercancías, que ha salido de Almería formado por dieciséis unidades, entra en dirección contraria en el mismo tramo. Al instante se produce un tremendo estruendo. El tren correo y el convoy de mercancías han chocado violentamente sin que los respectivos maquinistas pudiesen hacer algún tipo de maniobra para evitarlo. Inmediatamente se incendian los vagones del expreso descarrilando tres vagones del tren uvero, cuyo furgón como consecuencia del tremendo choque se aplasta contra la maquina.

Los dos convoyes quedan envueltos en llamas. Como consecuencia del choque frontal las maquinas se han empotrado una sobre otra. El ténder de la máquina del tren correo se queda casi en posición vertical y debajo el coche mixto de primera y tercera. En pocos minutos el incendio es devastador sucediéndose las escenas de pánico y dolor entre los viajeros que se ven impotentes para ponerse a salvo.

A consecuencia de la brutal colisión, uno de los vagones de pasajeros en vez de descarrilar se empina y rompe los cables del tendido eléctrico que alimentan una tensión de 5.000 voltios.

La estructura y los cables del tendido eléctrico caen sobre el convoy desatándose un pavoroso incendio provocando la muerte achicharrados en el acto de más de un centenar de viajeros. La situación es dantesca y de un espantoso caos.

Solo resultan ilesos los viajeros del último vagón que logran ponerse a salvo saliendo como pueden por las ventanillas antes de que las llamas se propaguen al vagón. Pese a los esfuerzos que se hacen, el salvamento de los restantes pasajeros es imposible. Los vagones de madera arden por los cuatro costados, nadie puede acercarse y los gritos desgarradores de las victimas pidiendo auxilio son estremecedores.

Los supervivientes cortan los enganches de los vagones que no han ardido y en ellos horas más tarde empieza la evacuación de los heridos más graves hasta Gérgal. Antes un grupo de pasajeros que resultaron ilesos acuden andando hasta Las Alcubillas para pedir auxilio. Conocido el dramático suceso, las autoridades dan de inmediato la voz de alarma. Son avisados médicos y sanitarios de la zona y acude personal procedente de otros municipios limítrofes como Gádor y Benahadux, junto a médicos y practicantes de la empresa de RENFE.

Desde la capital sale un tren socorro a las cuatro y media de la madrugada que llega al lugar del siniestro dos horas más tarde. Va llegando más gente y desde Guadix y Granada se desplazan otros dos trenes de auxilio sumándose ambulancias, autobuses y vehículos particulares para el traslado de los heridos. Desde la estación de Gérgal son evacuados cuarenta y cinco heridos de diferentes pronósticos que una vez asistidos son derivados hasta Guadix y Almería.

Se intenta evaluar la catástrofe pero es muy difícil saber el número real de muertos. Muchos de los cadáveres no llegan a ser nunca identificados por el estado en que han quedado sus cuerpos totalmente calcinados por las llamas. Tampoco RENFE pudo concretar el número de pasajeros que viajaban en el tren correo, ya que muchas personas, en aquel tiempo, era usual que viajaran sin billete y pagasen al revisor durante la ruta.

Fallecieron calcinadas sobre un centenar de personas, según la versión oficial dada en su día por las autoridades almerienses, y cuarenta y cinco resultaron heridas, algunas de las cuales, fallecieron días mas tarde en los centros sanitarios de Almería y Guadix. La cifra exacta, no se sabrá nunca. Algunos supervivientes hablaron entonces de que los muertos podrían ser más de doscientos.

Entre los fallecidos se encontraban los ocho ferroviarios de servicio en ambos trenes y varios números de la Guardia Civil, los agentes Uribe y Villalba de servicio de vigilancia en el tren correo.

A la tragedia del accidente se sumó la decisión del jefe de estación de Gérgal, quien abrumado al darse cuenta de la magnitud del accidente y sus terribles consecuencias, desesperado se marchó a su casa, besó a su hija pequeña, suicidándose después tras descerrajarse un tiro en la sien. Este caso ha sido sin duda el suceso más espeluznante y con mayor número de victimas mortales que se ha producido en la provincia de Almería a lo largo del pasado siglo XX.




https://www.diariodealmeria.es/almeria/Infierno-vias_0_319168831.html

Era del Cerro de las Juntas

Era de trilla de planta elíptica con solera de laja. Se encuentra sustentada por un muro de mampostería con al menos tres lienzos superpuestos en distintas épocas. Aparece en el más externo un mechinal y bandas horizontales de mampostería recibidos con barro de cuidada disposición.

Era del Cerro de las Juntas.
Ubicada cerca de los Milanes.
El estado de conservación es bastante bueno.
 Era de gran dimensión.
En desuso actualmente.

Fotos: David Téllez


Eras de los Milanes

Tres eras circulares, situadas dos de ellas en el núcleo, estando la tercera más alejada y denominándose "Era de D. José Castillo" , situada en la pedanía de los Milanes , Abla. Está construida a base de lajas, encontrándose rodeada por un muro perimetral.



Era 1



Era 2




Era 3









Fotos: David Téllez

domingo, 26 de mayo de 2019

Bayyana

La ciudad hispanomusulmana de Al-Bayyana se encuentra en el paraje de Marchal de las Herreras. Los trabajos de investigación arqueológica realizados en este lugar han permitido documentar la existencia de varias zonas con usos diversos.

Vista general del yacimiento. 

Al norte del sitio arqueológico se ha localizado un área industrial en la que se ha constatado la existencia de alfares, una pileta de secado de arcilla, abundante ceniza, restos de atifles y morillos y parte de la caldera de un horno.

Al sur, se pueden distinguir dos áreas definidas según las estructuras localizadas:

 - Una zona de viviendas que tiene una gran variedad tipológica, desde las que tienen una sola habitación hasta las que tienen varias habitaciones además de un patio y una alberca




No parece existir una separación clara entre los espacios residenciales y artesanales. Esto se observa, según los investigadores, tanto en la producción de vidrio como en la artesanía textil. 
El horno asociado a la elaboración de vidrio se encontraba en el interior de una vivienda y pesas o fusayolas propias de la actividad de artesanía textil también se localizaron dentro de las casas, por lo que en ambos casos parecen producciones de carácter familiar. 
Sólo la producción cerámica, por su necesidad de mayores espacios, parece configurar estructuras específicas al margen de las viviendas. 

Las excavaciones realizadas han permitido deducir que este conjunto de casas y el entramado de calles con sus características ortogonales responden a un esquema  claramente urbano, con una organización del espacio que debe responder a normas emanadas de unas instituciones de dirección local fuertes.

Las excavaciones parecen confirmar la presencia de un esquema en la distribución interna de la mayoría de las casas. Aunque con variaciones, éstas disponen sus módulos en torno a un patio de grandes dimensiones que  es el espacio de referencia   más nítido. Esta distribución, así como la existencia de habitaciones claramente relacionadas con las viviendas pero con función no residencial que se presentan independientes de éstas y con acceso directo desde la calle, muestra fielmente la introversión con que esta sociedad configura su espacio residencial. El zaguán, como pieza de tránsito entre la calle y el patio, remarca esa diferencia entre lo público y lo privado. 

- Zona de necrópolis que se encuentra situada más al sur y que se va extendiendo hacia el norte hasta contactar con las viviendas, no existiendo separación entre ellas.

En 1946, J. Cuadrado tuvo noticia de la aparición de un tesorillo en este yacimiento, con un número elevado de monedas que fueron depositadas en el Museo de Almería. 

Se trata de una relevante ciudad medieval, que entró en decadencia al mismo tiempo que Almería se convertía en el núcleo de poder más importante de la zona.

Datos Históricos

La ciudad de Pechina no empieza a adquirir importancia hasta el 271/884, con el establecimiento en ella de un contingente de marinos andalusíes, procedentes del puerto norteafricano de Ténes, convirtiéndola en uno de los centros comerciales de mayor importancia de Al-Andalus durante casi un siglo, en el que se acometen grandes obras para su engrandecimiento. Dedicada fundamentalmente a tareas comerciales, Pechina se mantuvo al margen de las luchas civiles que, a finales del emirato, se produce en Al-Andalus. Esta situación de paz atraerá a la ciudad a gran número de emigrantes de las zonas asoladas de Al-Andalus, lo que obligará a la creación de numerosos arrabales que ampliaron la prosperidad y el desarrollo económico de la misma. 

La ausencia de un poder centralizado y fuerte en Al-Andalus a finales del Siglo IX permite a Pechina mantenerse en una situación de semiindependencia de Córdoba .

Con la subida al trono de Abd al Rahman III y la consiguiente pacificación del Emirato, se produce la perdida de Independencia de Pechina (922), así como el inicio de su decadencia.








Alcazaba de Almería

Historia

La ciudad de Almería fue fundada en el siglo X por el rey Hakim como atalaya defensiva de la ciudad prominente en ese momento, Pechina (de ahí el nombre en árabe Al-Mariyya Bayāna المرية بيانة). La ciudad tenía un castillo fortaleza o alcazaba y una muralla que rodeaba toda la medina y los arrabales.

La edificación de defensa ubicada dentro de la ciudad de Almería, exactamente en el barrio Pescadería. Una alcazaba es una ciudadela construida en varios niveles que suele ocupar toda una elevación de terreno. Tiene muros con torres de defensa, calles, casas y mezquita.

Murallas

La Alcazaba de Almería está situada en un cerro aislado, es una sólida y extensa fortaleza con murallas de más de tres metros de anchura y cinco de altura, formando un recinto cerrado sobre sí mismo pero conectado con lienzos de muralla que configuran y dan sentido a su propio desarrollo, dentro de una unidad más compleja, como es la fortificación de la ciudad, en el que el lienzo de la Hoya y San Cristóbal mantiene una conexión directa con la Alcazaba, tanto física como visual, creando un conjunto de extraordinaria magnitud. Por lo que respecta a su entorno hay que señalar que el espacio protegido no ha sido invadido por el desarrollo urbano, lo que ha permitido la conservación de estructuras y la obtención de datos importantísimos para el conocimiento de los primeros asentamientos de la ciudad.

En el año 995 Abderramán III concede a Almería la categoría de medina. Es en ese momento cuando se comienza a construir la alcazaba, que se extiende desde la cima de un montículo próximo desde donde se domina la ciudad y el mar en tres mesetas, con una cerca ceñida a las irregularidades del terreno. Se construye también la mezquita mayor y las murallas que rodean la ciudad. La alcazaba fue una fortaleza militar y al mismo tiempo la sede del gobierno de la ciudad, que contaba con el mayor puerto de Al-Andalus, bien protegido al abrigo de su bahía, y con un importante centro industrial famoso por la fabricación de telas.

Se perfeccionó todo el conjunto y se engrandeció con Almanzor y más tarde alcanzó su máximo esplendor con Al-Jairán, primer rey independiente taifa (1012-1028).

Estructura

La división de la fortaleza es la siguiente:



Primer recinto.

Es un amplio lugar que corresponde a lo que fue campamento militar y refugio para la población en caso de asedio. Contaba con buenos aljibes. En el extremo más oriental está el Baluarte del Saliente.


Vista desde abajo.
El Muro de la Vela separa el primer recinto del segundo. Se llama así porque allí se levantaba la campana de la vela, que anunciaba varios eventos cuando tenían lugar: barcos que entraban en la bahía, peligro, fuego, etc. Fue mandado construir por el rey Carlos III. La campana reunía con su toque a los defensores de la fortaleza. En otras épocas sirvió para marcar la hora del agua a los regantes, como toque de queda y como cierre de las puertas de las murallas y salida de las patrullas. También se la oía en las noches de tormenta. Está cobijada por una cruz y tiene un nombre: Santa María de los Dolores. (Todas las campanas tienen un nombre propio).

Segundo recinto.

Era la residencia para gobernantes, guardia y servidores. En realidad era la ciudad palaciega con dependencias como mezquita, baños, aljibes, tiendas, etc. Debido a los terremotos que asolaron la provincia en la Edad Moderna apenas quedan algunos restos en pie pero ofrece un gran yacimiento arqueológico el cual es aún hoy investigado.



Tercer recinto.

Se trata de la parte más moderna y mejor conservada de todo el conjunto. Tras la toma de Almería en 1489, los Reyes Católicos mandaron construir el actual castillo en la parte más occidental y elevada, adaptado a las nuevas necesidades militares y a la artillería. Su construcción se lleva a cabo entre los años 1492 y 1534 con materiales y conceptos muy distintos, lo que lo diferencia del resto del conjunto, destacando en este castillo su gran Torre del Homenaje que tenía además carácter residencial.

Murallas del Cerro de San Cristóbal



Todo el conjunto de la Alcazaba se complementa con una serie de cercas y murallas entre las que destacan las denominadas Murallas del Cerro de San Cristóbal, una serie de torres de sillarejo y de planta circular de cronología incierta que se relaciona con la conquista de la ciudad de Almería en tiempos de Alfonso VII. La cima, conocida como Yabal Laham, tiene una línea defensiva compuesta por varias torres que se van adosando unas a otras protegiendo el tramo de La Hoya donde destaca la puerta de acceso a La Almudaina.

Alcazaba de Almería
Muralla de Jayrán 
Murallas exteriores
Segundo Recinto 
Vista panorámica
Murallas del Primer recinto
Torre de la Odalisca
Torre del Homenaje
Ermita mudéjar de San Juan
Torre de la Pólvora
La Torre del Homenaje
Sala Patio de Armas
Fuente 
Casa del Alcaide
Arco Cristiano
Acequia 
Jardines

Mina de Talco Rambla Belén

Antigua mina de talco muy cercana a la ciudad de Almeria, localizada en las primeras estribaciones de la Sierra de Gádor.

Boca mina.
Se pueden apreciar aún las vetas blancas del preciado mineral. 
Interior de la mina .
Canalización  semiderruida  por donde rodaba el mineral hasta la explanada que hay más abajo, para su posterior transporte.
Edificio en ruinas anexo a la mina .
Este edificio fue el molino donde en su interior disponía de varias salas para la manipulación , selección y tratado del mineral.

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