Se trata de uno de los aljibes medievales de El Ejido. Éstos son importantes para conocer las antiguas vías de comunicación, las zonas de cultivo marginales luego abandonadas y las delimitaciones antiguas de pagos y haciendas como elementos más representativos del paisaje agrario. Cada uno de ellos presenta características tipológicas particulares -que lo adaptan al medio geográfico concreto- y algunos elementos estilísticos adicionales, como son grabados tardomedievales o conjuntos cerámicos de cierta importancia. Según la clasificación de L. Cara y J. Martínez, hecha en su "Introducción a la Arqueología de El Ejido" -informe realizado para las Normas Subsidiarias de El Ejido-, este aljibe es del tipo 1, grupo que se distingue por ser pequeños depósitos que parecen ser anteriores a los del grupo 2 y que, basándose en una construcción datada en Berja, podrían situarse en la segunda mitad del siglo XIII y primera mitad del siglo XIV.
Fuente: Guía Digital