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jueves, 17 de enero de 2019

El Daymún

El Daymún

Otras denominaciones:

 La Imús
 El Aimún
 Al-Imunt
 Aimon
 Laimun
 La Imund
 Mausoleo romano del Daymun


Entrada.
El Daymún se localiza en la periferia de la población almeriense de El Ejido. Esta construcción forma parte de la necrópolis de antigua ciudad romana de Murgis. Es un edificio de planta cuadrada y semisubterráneo, realizado en mampostería de piedra. Interiormente se observa  un inmueble que tiene una nave de cruz griega, de modo que los ángulos macizados, producto de la incorporación de la estructura al cuadrado, actúan como contrafuerte para sostener el empuje de la bóveda.

Vista lateral.
La cubierta se realiza mediante una bóveda de tipo de cimbra volada, con huellas de la impronta del cañizo y de las cuerdas que las unían, recubierta con un enlucido de mortero. Existen tres arcosolios de medio punto ligeramente apuntados y peraltados, y coronando el lateral izquierdo aparecen dos pequeñas e irregulares hornacinas de diferente tamaño excavadas en el muro. Una lumbrera ilumina desde la parte posterior. En esta misma pared existe un entrante en el muro, que quizá sirviera para albergar un sarcófago y otra forma de enterramiento, que al encontrarse en alto debió de corresponder a un personaje principal.
El interior fue excavado, comenzando por la zona norte de la sala con unas dimensiones de 2x2,40 metros., el piso de mortero estaba destruido documentándose parte de una sepultura adosada al exterior del muro bajo que cierra el arcosolio. Dicha sepultura estaba realizada con mortero y presentaba revoque de cal y arena en superficie interna. Por tanto, se pudo documentar la existencia de muros bajos que cerraban los arcosolios que se hallaban en los lados opuestos a la puerta. También se documentaron restos de tumbas, siendo un añadido posterior a la realización del mausoleo.

Cámara funeraria.
El edificio era una construcción semisubterránea. Los muros bajos que cierran los arcosolios no presentan ningún tratamiento externo, lo mismo sucede con la tumba de la sala, lo que indica que el suelo no se hallaría en un nivel inferior al de los muros que cierran los arcosolios.

Una  excavación en la zona sur, pretendía poner al descubierto la entrada original,  una vez excavada y a pesar de la destrucción a la que estaba sometida, se puede afirmar que el acceso al edificio se realizaría por un vano de solo un  metro de ancho. Sería una puerta estrecha y de gran altura, una entrada simple, sin decoración.

Parte trasera.
Se excavó igualmente en los tres arcosolios, documentándose sendas sepulturas. Estas se encontraban profanadas. La sepultura del arcosolio norte presentaba interiormente un revoque de cal y arena, las de los laterales se realizaron con pequeñas piedras unidas por argamasa pero sin recubrir, estas son de mayor dimensión que la situada en el arcosolio norte.

Datos Históricos

La ciudad romana de Murgis, en la provincia de la Bética, pertenecía a la jurisdicción de Cádiz. Citada tres veces por Plinio, la hace ciudad costera y fin de  la Bética. El Itinerario de Antonino la sitúa a doce millas de Turaniana y otras tantas de Abdera, mientras que para Ptolomeo era una población mediterránea de los túndulos.

En el año 1870 se comenzaron las obras de la carretera de Almería-Málaga, y en el tramo de Ciavieja se descubrieron algunos restos arqueológicos. Saenz de Santamaría recogió algunos restos y levantó un plano de las ruinas y con las lápidas aparecidas se puedo determinar que se correspondía con la ciudad de Turaniana.

Murgis se situó en los alrededores de El Cerrillo de Ciavieja, con una población ibérica anterior, aumentada con el traslado del cercano yacimiento de El Cerrón, extendiéndose después por las cercanas lomas de Santo Domingo, de la Mezquita, de Cabriles y Onayar y perviviendo hasta el siglo V y parte del VI. Llegó a acuñar moneda, poseyéndo termas públicas y circo y posiblemente un puerto en Guardias Viejas.

El edificio forma parte de la necrópolis. El modelo constructivo del Daymun parece ser , presentando al exterior cubierta a doble vertiente. Cabría situar esta obra a finales del siglo III o inicios del IV, en un momento de desarrollo de las viviendas suburbanas, cuando el yacimiento aún mantiene su prosperidad económica, como edificio funerario privado.




Ubicación

viernes, 11 de enero de 2019

Mausoleo Romano

El mausoleo romano altoimperial de tipo turriforme de aedícula abierta, cerrado por bóveda de arista, innovación patente en la época de Adriano, habría que fecharlo en la segunda mitad del siglo II.
A lo largo de su historia el edificio ha sufrido diferentes intervenciones que han supuesto la modificación de sus fachadas sur y oeste, quedando prácticamente completa la correspondiente a su lado oeste, que solo presenta una pequeña reforma en su parte lateral izquierda baja y la del lado norte, que fue perforada para la realización de una puerta. Tras los estudios arqueológicos llevados a cabo en el mausoleo, se deducen dos momentos cronológicos más antiguos. El primero se desarrolla durante el siglo II de nuestra era y se corresponde con el de la construcción y utilización del mausoleo. A partir de ese momento se abandona la construcción, para a partir de la segunda mitad del siglo III, iniciar una ligera recuperación de la actividad. En el siglo IV se aprecia una reutilización doméstica del espacio y su abandono hay que fecharlo en el siglo V.
En el período musulmán el mausoleo se vio transformado en torre-fuerte con un carácter defensivo. Posteriormente, y tras la conquista, el edificio fue convertido en ermita. El edificio responde a la denominación de mausoleo turriforme, compuesto por basamento, prisma y remate posiblemente piramidal. El material empleado para su construcción varía de un muro a otro como consecuencia de las diferentes épocas en las que fue edificado.

Parte lateral del Mausoleo.
De la época romana se conservan muros de mampostería y mortero, mientras que de época musulmana quedan restos de tapial y mampuesto.Su planta es un cuadrado de 4,80 por 4,80 metros que se eleva sobre una plataforma rectangular de mampostería y mortero de 6,35 por 5,10 metros. El prisma cuadrado desplazado hacia el norte de la plataforma queda formado por muros de 0,65 metros de espesor que delimita un espacio interior de 3,50 por 3,50 metros. En el cuadro interior se inscribe la cripta funeraria que corresponde a una fosa rectangular. Está cubierta por una bóveda de medio cañón, realizada con hiladas de piedras, más o menos planas, unidas por mortero. Por encima del cierre de la bóveda se realizó el piso de la cámara ritual, en la que aparece un banco corrido que se adosa a la pared norte. El resultado es un monumento funerario de dos pisos. En el interior se realizó una cripta, que una vez cerrada quedó sin acceso, pues sólo existe la citada fosa rectangular destinada al difunto y la pequeña bóveda por encima que la cubre. El piso superior era accesible desde la puerta de entrada, en él queda el banco corrido que se utilizaría para el culto o ritual periódico. Esta cámara queda cubierta con una bóveda de aristas. La iluminación y ventilación se resolvieron mediante dos óculos, uno de sección troncocónica, situada en la pared este, de 0,90 centímetros de diámetro interior por 0,70 de exterior, el otro de sección cilíndrica, situado en la pared oeste, de menor tamaño. En los arranques y en desarrollo de los arcos de la bóveda es posible distinguir algunos restos de la ornamentación pintada que existió en el mausoleo. En el exterior, el alzado norte es el mejor conservado. El alzado sur, es el más transformado. Es muy posible, que por encima de la cubierta, existiera otro elemento de cierre, probablemente piramidal.

Entrada al Mausoleo.
En 1846, Madoz describía tres ermitas en el entorno de Abla y apuntaba que una de ellas respondía "a un mausoleo romano que aún conservaba una pirámide de piedra de veinte varas de altura" (Madoz, 1846). Pero a pesar de esta referencia el edificio quedó olvidado y algunas citas recientes lo mencionan como una Torre-Fortaleza, realizada antes del siglo XIII y destinada a la defensa de la población (Ortíz Ocaña, 1982). Sin embargo, Gil Albarracín (1983) tras un minucioso estudio de los restos, llegó a conclusiones evidentes sobre su pertenencia al mundo romano, así como al destino de su función sepulcral. Pero la falta de elementos y datos más sólidos que los meramente visibles le conducen a lógicas imprecisiones, que sólo la intervención arqueológica ha podido solventar, replanteándonos su funcionalidad tanto de los elementos conservados como de los vanos, situando en su justo lugar la cámara funeraria y reorientando los datos aportados. Asimismo, el material arqueológico y las estructuras constructivas del exterior facilitan una visión clara del proceso de reciclaje de algunos restos, y nos definen los momentos de actividad del entorno.
Este edificio funerario responde genéricamente a la denominación de mausoleo turriforme caracterizado fundamentalmente por la verticalidad y considerable desarrollo en altura en relación con la superficie de la base (Sanmartí, 1984). Se trata de una versión tradicional, puesto que está compuesto por basamento, prisma y remate. En España estos modelos tuvieron gran aceptación, pero a juzgar por los restos conservados no alcanzaron gran monumentalidad, salvo una excepción como la torre de los Escipiones (Cid, 1949). Geográficamente, abarcan la totalidad de la costa Mediterránea hasta la Atlántica, extendiéndose desde la provincia de Gerona hasta Cádiz, y fechados entre finales del Siglo I y Siglo III, la mayoría se puede situar en la banda cronológica del Siglo II.
Sobre la base de dos de los grupos propuesto por Sanmartí (1984) (édicula sobre podium y turriforme), unificados posteriormente por Abad y Bendala (1985) gracias a la tipología elaborada por Kovacsovic (1983), podríamos considerar el mausoleo de Abla como un monumento turriforme de édicula abierta. Esta característica lo contrapone decididamente al grupo de los mausoleos europeos, cerrados y aislados del ambiente exterior, y lo relaciona con prototipos africanos que en su mayor parte, presentan una cámara accesible desde el exterior (Abad y Bendala, 1985). Dadas sus características morfológicas, así como la presencia de una bóveda de arista, innovación técnica que se hace patente en la época de Adriano (García Bellido, 1979), habría que pensar en la segunda mitad del Siglo II como momento de su construcción, entrando de lleno en la línea de las realizaciones que Kavacsovic considera como característicamente tardorepublicanas, y que en Occidente alcazan los años finales del Siglo II de nuestra Era.
La documentación arqueológica, por su parte, confirma la actividad en el entorno del mausoleo en el Siglo II y nos aporta interesantes datos sobre la reutilización del espacio y de los materiales antiguos, ya en pleno Siglo IV. Por último, habría que señalar la ausencia de enterramientos en el área excavada, si bien como se ha apuntado, la estructura C pudiera corresponder a parte del alzado Sur y Oeste de otro mausoleo.

Entrada al Mausoleo.



Ubicación

Fotos: David Téllez

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