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domingo, 28 de marzo de 2021

jueves, 26 de noviembre de 2020

Horno Alfarero de Sorbas

 La alfarería en la provincia de Almería (España), como fenómeno etnográfico posterior a la romanización, queda definida por su esencia musulmana y la herencia cultural morisca. El Museo de Almería reúne materiales del periodo califal, del taifal y del nazarí granadino, así como testimonio de la actividad en focos ya desaparecidos como los de Abla, Berja, Huercal-Overa, Illar, Serón y el valle del río Andarax. La labor alfarera, como tal oficio artesano, está documentada desde la segunda mitad del siglo XVI. Algunos centros alfareros aún conservan una fuerte tradición.

Sorbas está considerado el principal centro alfarero de la provincia. En su barrio de Las Alfareras se conservan pilones, balsas y dos hornos morunos en los que aún se trabaja. Sin embargo, las muflas para hornear ladrillos, traídas de Manises en la década de 1970, prácticamente dejaron de usarse tras la llegada de hornos más económicos. Las tierras empleadas se extraen de la zona, la blanca de la Cañada Siscar y la rubial o roja de La Mojonera.

En la memoria del pueblo aún resuenan los apellidos de las grandes sagas de maestros alfareros: la de los Mañas (cuyo rastro en los archivos eclesiásticos pueden seguirse hasta el año 1600); la de origen granadino -Cúllar-, de los García Alpáñez , los García Lario y los García Muñoz, emparentados con los Simón; la de los Ayala, oriundos de Totana (Murcia), otro gran foco alfarero; la de los Fenoy, que vinieron de Tabernas a principios del siglo XX; la de los Madriles, descendientes de Sebastián Requena, documentados en el Catastro de Ensenada de 1728, y a su vez emparentados con los Requena Cayuela. A su labor se asociarían pintores sorbeños como Pedro Soler y Miguel Capel, con atrevidas decoraciones de las piezas.

Es de tener en cuenta que la construcción del horno es de  tipo andalusí, aunque se tiende a decir que su construcción era árabe , una costumbre que será muy difícil de quitar. 


martes, 29 de septiembre de 2020

domingo, 17 de mayo de 2020

Calera del Empalme

Calera con almacén adosado, construida en mampostería el primer cuerpo y  en piedra seca el segundo. 









En la parte trasera del lateral del primer cuerpo aparece una inscripción con una fecha, 1.958, posiblemente fecha de una de las restauraciones.




Fotos: David Téllez


jueves, 13 de febrero de 2020

Caleras de Pepe

Tres caleras completamente excavadas en el terreno, dispuestas en posición de triángulo, situada a ambos lados del antiguo camino de Gádor, 2 de ellas a poniente y 1 a levante. La nueva carretera ha cortado parcialmente esta última que ha quedado colgada del talud. Las otras dos, que se conservan, están coronadas por un murete sobre la boca para sujetar el talud, siendo el de la sur de piedra seca. Por el contrario, el murete de la norte se encuentra semienfoscado y con viga de hormigón de descarga en la base del muro, lo que denota una consolidación en su última época de funcionamiento. El interior de los hornos-chimenea presenta planta circular, estando revestidos parcialmente por mampostería. Presentan túnel de acceso al mismo, así como pequeñas estancias laterales en la base de los hornos.

Aspectos Históricos

Estas caleras pertenecieron a José Rodríguez Cañizares, Pepe el de la Calera, que dejó la producción en los años 60 del siglo XX. Según cuentan, Pepe vendió los terrenos a Construcciones José Pozo por 3 millones de pesetas y se fue a Barcelona a trabajar. Al poco tiempo esta empresa vendió, por 30 millones, parte de los terrenos a la Compañía Sevillana Electricidad para la construcción de la subestación eléctrica.




Aspectos Destacables

Junto con la gran calera-yesera de la rambla de La Partala, estas son las construcciones de este tipo más elaboradas y mejor conservadas de las muchas viejas caleras existentes en el municipio. Las caleras, por su ubicación, pueden agruparse en dos tipos básicos: aquellas que se construyen en zonas alejadas de la población, y las levantadas cerca de las poblaciones. La ventaja comparativa de las primeras estaba en la cercanía al material básico: la piedra caliza, y a la leña, que actuaba de combustible. Por el contrario la ventaja de las segundas estaba en que estas ofrecían más facilidad para la comercialización y mejor calidad de vida para los trabajadores, los cuales podían vivir en el pueblo. Las caleras de monte solían tener una vida más corta en función del posible agotamiento del mejor material del entorno, siendo de construcción, más precaria. Por el contrario las caleras cercanas a las poblaciones solían estar más elaboradas dada su mayor supervivencia en el tiempo. Las caleras eran pequeñas industrias imprescindibles en la antigua vida de los pueblos. Extraída por calcinación de la piedra caliza, la cal era utilizada para muchas funciones. Las principales eran la elaboración del mortero que ligaba las piedras en la construcción (antes de inventarse el cemento) y el enjalbegado de fachadas e interiores de las casas. Esto desinfectaba las mismas, las refrescaba en verano al repeler el blanco las radiaciones solares y contribuía a generar un paisaje más limpio.

 Fuente: Benahadux.es

lunes, 8 de julio de 2019

Calera de Castala

Calera situada en la Sierra de Gádor, en uno de los senderos de pequeño recorrido del parque periurbano de Castala .La calera se encuentra en mal estado, quedando parte de sus restos visibles al visitante.
Cartel Informativo.
Restos.
Restos.
Cartel Informativo.


jueves, 9 de mayo de 2019

Horno de calcinación de los Baños

Horno circular situado en los Baños de Sierra Alhamilla,  donde el mineral era introducido para su calcinación.

Horno de calcinación de los Baños de Sierra Alhamilla. 
De planta circular.
Estructura anexa.
Estructura anexa.

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