Al norte de la provincia de Almería, en el extremo oriental de la Cordillera Bética y dentro del Parque Natural Sierra María-Los Vélez, se encuentra, situado en una altiplanicie a más de 1.600 metros de altura, el Monumento Natural Sabina Albar.
Se trata de un ejemplar único de sabina albar (Juniperus thurifera) al que se le calcula una edad milenaria. Posee una copa de color verde oscuro muy ramificada y extendida que está soportada por un tronco grueso y sinuoso en cuya base sobresalen sus raíces desnudas. La estampa le confiere un aspecto aún más longevo.
Este árbol se conserva como un reducto de los bosques esteparios de la época terciaria, donde se daba un duro clima continental con fuertes oscilaciones térmicas y periodos de sequía estivales. Por tanto, se le considera un fiel testigo del paso de la historia por estos entornos.
Esta especie, de lento crecimiento, posee unas hojas en forma de escamas para evitar la pérdida de agua. Presenta individuos masculinos y femeninos, cuyos frutos, denominados gálbulos, maduran al segundo año adquiriendo un color azulado verdoso. Estos frutos sirven de alimento a las aves que, a su vez, dispersan las semillas. Posee una madera dura y de buena calidad, rica en resinas y muy apreciada para trabajos de carpintería y ebanistería, una de las razones por la cual se produjo en otros tiempos su tala masiva.
Además, el visitante no debe abandonar estos entornos sin conocer la riqueza natural y cultural del Parque Natural Sierra María-los Vélez. El pueblo de Chirivel fue lugar de paso de la antigua Vía Augusta y así lo testimonian los restos arqueológicos de la época romana encontrados en el yacimiento del Villar. Aquí también fue hallada la estatua de Dionisos, del siglo II, cuya réplica puede verse en el Paseo de la Alameda. Desde este punto se puede continuar la visita hasta la Iglesia de San Isidro o la Casa del Minero.
Fuente: Juntadeandalucia.es