sábado, 14 de diciembre de 2019

Castillo de San Francisco de Paula

Pese a que el decreto del 22 de abril de 1949 puso bajo la protección del estado todos los castillos españoles, cualesquiera que fuera su situación de ruina, dos importantes fortalezas del litoral de Cabo de Gata fueron alteradas para diferentes usos.

  • El actual faro de Cabo de Gata se levantó sobre la batería del Castillo de San Francisco de Paula complementándose con otras instalaciones en el siglo XX.
  • El actual cuartel de la Guardia Civil de San José se levantó sobre el fuerte de San José del siglo XVIII.

El faro de Cabo de Gata fue construido en 1863. Se levantó en el patio central del Castillo de San francisco de Paula, edificado en 1737 ( primera mitad del siglo XVIII ), durante el reinado de Felipe V, para la defensa de la costa del Reino de Granada. De este castillo el único vestigio que queda es el muro de la base. Los ingenieros de su construcción fueron  Felipe y Pablo de Crame. 
Fue destruido durante la Guerra de la Independencia. 

La fortificación constaba de una plataforma circular situada en un peñón acantilado que permite controlar la navegación de la zona con sus cuatro piezas de artillería, cerrada por la gola mediante hornabeque en el que se encontraban los cuarteles, almacenes, capilla y una entrada monumental a la que se tenía acceso mediante un puente levadizo sobre un foso.


Plano histórico del Castillo de San Francisco de Paula
Plano histórico del Fuerte de San José
Plano histórico del Fuerte de San José


Torre de Cala Higuera

La Torre de Cala Higuera se encuentra en la Punta de los Frailes, en el término municipal almeriense de Níjar. El peligro siempre venía del mar. Piratas y corsarios berberiscos, monfies, turcos, y posteriormente las acciones navales de guerra de los ingleses y holandeses, amenazaron constantemente estas latitudes. Durante siglos, la costa de Almería se convirtió en un lugar muy peligroso, despoblado e inseguro.


Fue en el siglo XVIII cuando Carlos III a través de la promulgación del Reglamento de Defensa de Reino de Granada instauró un eficaz sistema defensivo del litoral basado en la vigilancia y defensa mediante un despliegue de un total de 113 fortificaciones, entre torres, castillos, baterías y casas fuerte, de las cuales 35 correspondían a la costa almeriense. La Torre de Cala Higuera del siglo XVI forma parte de ese sistema defensivo dominando los fondeaderos de San José y los Genoveses desde su emplazamiento.



Las torres-atalayas suelen tener planta cuadrada o circular, están realizadas en mampostería y presentan sus dos tercios macizos, mientras que en el superior se sitúa una estancia a la que se accede por medio de una ventana-puerta.

Si se sitúa desde el punto de observación de cualquier torre-atalaya, comprobará que están situadas en lugares estratégicos de modo que desde una atalaya se divisa la siguiente y la anterior. Cuando se advertía peligro, las torres se comunicaban entre sí a través del fuego y el humo; así se daba la voz de alarma a los castillos y casas fuerte, garantizando la seguridad del territorio.

La Torre de Cala Higuera o de los Frailes es también conocida en la documentación como de la Loma Pelada, sin confundirla con el cuartel de mismo título de que aún quedan restos.



La estructura de la Torre de Cala Higuera es muy sencilla. Se trata de un volumen troncocónico, construido en mampostería y ladrillo. Comprende una cámara situada en la parte alta y una terraza. Sobre ella, el hueco de entrada, situado a gran altura, es adintelado y recercado de ladrillo, percibiéndose otro a nivel más bajo en el lado derecho.Hoy en día está en un estado de ruina. La cúpula de la torre se ha derrumbado y las partes más altas están sufriendo un deterioro notable.


Fuente:  Andalucíarustica.com

Torre de la Testa

Próximo a la cumbre del cerro de la Testa, Antonio del Berrio y Luis Machuca propusieron en 1570 hacer una torre. Esta fue terminada después de 1584 por los hermanos Diego y Gregorio García, albañiles granadinos, con un coste de 431.250 maravedis. Pero esta se concluiría en 1593 por el carpintero, también granadino, Sebastián de Castro que había sido avalista de los citados albañiles.
Una vez acabada funcionó para vigilancia de la costa hasta que fue derruida en gran parte por el terremoto sucedido el 31 de diciembre de 1658.


Habilitada por el reglamento de 1764, en 1767 José Crame presupuesto con 2.301 reales de vellon la construcción de su nueva bóveda y otras obras menores que fueron realizadas en 1769.
Después en la guerra de la Independencia sufrió un importante deterioro, para terminar siendo demolida al terciar el siglo XX durante la Guerra Civil Española, periodo en el cual se instaló una batería en la falda del Cerro de la Testa.

En 1830 estaba dotada con un cabo y dos torreros que habitaban en cortijos de la zona. La torre necesitaba de reparaciones, que no se realizaron, por lo que se fue arruinando cada vez más. En los primeros años del siglo XX aún se hablaba de las ruinas de la torre de la Testa, pero en 1932 el arqueólogo alemán Adolf Schulten intentó localizarla ,no encontrando restos  algunos de la torre, que había quedado desaparecida para siempre.

viernes, 13 de diciembre de 2019

Torre del Rayo

Tiene una  situación dominante respecto al entorno, teniendo perfectas vistas de toda la costa que baña el núcleo urbano de Carboneras, hacia el sur, y sobre una parte de la costa del actual Parque Natural Cabo de Gata-Níjar hacia el norte.

En este caso, la difícil topografía y el casi inexistente acceso han favorecido que el entorno de la torre se mantenga libre de construcciones. La torre, con base circular, se erige  sobre el promontorio, teniendo fuerte derrumbe en  la parte baja y el acceso, como es normal en este tipo de atalayas en el nivel superior.

Realizada de mampuesto de piedra, cabe destacar una serie de ménsulas de piedra situadas casi en la coronación, concentradas en aproximadamente un cuarto del perímetro. Es dicha zona la que aparece más deteriorada, ya que aparece derruida parte de la coronación y parte de la fachada.  La presencia de estos matacanes no tiene paralelo en otras atalayas de la costa almeriense. Otro punto débil de la construcción es parte de la base, que se encuentra totalmente derruida y que puede conllevar un colapso total de la estructura.



Antonio Gil Albarracín realizó una revisión histórica y documental sobre la fortificación de la costa de Málaga, Granada y Almería con el fin de recabar información sobre la defensa de la costa del Reino de Granada entre el final de la Edad Media y mediados del s. XIX. Para la torre del Rayo, expone lo siguiente (Gil Albarracín, A., 2004: 502-503):

"También aparece como Torre de Carbonera o de Carboneras y Torre de los Diablos, está situada en uno de los extremos de la Ensenada de Carboneras, partido de Vera o término de Vera y Mojácar".

En informe de 1575 fue señalada la necesidad de construir la Torre de la Carbonera por encontrarse en un tramo de 9 leguas de litoral despoblado e indefenso, fue proyectada conjuntamente con las Torres de la Testa y San Pedro, como se ha citado.

En la relación de reparos pendientes redactada en 1589 por Alonso de Cárdenas señala que los moros derribaron parte de esta torre, costando 200 ducados rehacerla, por ser de mucha necesidad.

El informe redactado en 1593 por José Pérez de la Parra anota que diversos reparos que se habían de realizar en la Torre de la Carbonera fueron rematados en los albañiles Álvaro Fernández de Luna y Juan de Torres de la Vega, siendo su fiador Hernando Ponce de León, todos vecinos de Granada; la obra se encontraba acabada, a la espera de su aprobación por el ingeniero.

En una relación realizada en Vera el 14-4-1722 por Diego Leonés de Guevara afirmó que la Torre de la Carvonera era una de las cinco existentes en el partido de Vera.

En 1739 el Marqués de Valdecañas la describe la Torre de los Diablos maltratada e inhabitable, destacando que a corta distancia había una fuente en la que hacían aguada las embarcaciones.

Felipe Crame señaló en 1743 que la Torre del Rayo o de la Carbonera amenazaba total ruina, por lo que era necesario reedificarla, presupuestando la obra en 13.500 reales.

El informe sin firma de 1759 anota que la Torre de la Carbonera era redonda y se hallaba en buen estado; disponía de tres torreros.

En la visita de 1762 Antonio María Bucarelli anotó que en la Torre del Rayo o de la Carbonera sólo había torreros en verano; estaba maltratada por un rayo y cuando se compusiera podría tener artille­ría, pero no la necesitaba.

En el estado de las torres realizado en Málaga el 15-11-1763 por Juan de Urbina la Torre del Diablo tenía tres torreros, que disponían para su cultivo de 9 fanegas de secano.

El Reglamento de 1764 la relacionó como Torre del Rayo o Carbonera, en el partido de Vera, y le asignó una dotación de un cabo y dos torreros.

En la relación de 1765 Esteban Aymerick señaló que la Atalaya de los Diablos no necesitaba ningún reparo, pero sus torreros no la habitaban intimidados por la caída de varias centellas.

El Plan General de Obras redactado en 1767 por José Crame señaló que la Atalaya de los Diablos necesitaba algunos recalzos que fueron presupuestados en 200 reales de vellón.

En el informe realizado en Almería el 30-6-1770 por Manuel Núñez del Pino indicó que las obras aprobadas en la Atalaya de los Diablos por el Plan General de Obras no se habían iniciado aún por haber atendido otras más urgentes.

En la relación de 1-12-1771 Carlos Masdeu anotó que en la Atalaya de los Diablos eran necesarios diversos recalzos y enlucidos que fueron presupuestados en 936 reales de vellón.

En el informe redactado en Almería el 1-12-1773 Ventura Buzetta señaló que en la Atalaya Diablos se habían gastado 1.555 reales de vellón, 1 maravedí, 55 reales de vellón y 1 maravedí más de lo que se halla­ba disponible para diversos reparos.

Francisco Gozar anotó el 18-8-1774 que la Atalaya de los Diablos se hallaba reparada aunque, probablemente por error, también vuelve a enumerarla al indicar que la Atalaya del Rayo se hallaba igualmente reparada.

El mismo Gozar reiteró en Málaga el 12-12-1781 que la Torre del Rayo se hallaba en buen uso.

En 1783 por Joaquín de Villanova anotó que la Atalaya del Rayo necesitaba 8 fanegas de cal y unos ladrillos.



Castillo de San Pedro

La fortaleza costera de San Pedro, ubicada en la playa del mismo nombre, entre las poblaciones de las Negras y Aguamarga (término municipal de Níjar) comenzó por ser una torre artillada construida a finales del siglo XVI, y debido a diversas intervenciones acabó transformada en un castillo.

Cala San Pedro.
Los muros están realizados en mampostería con sillares en los ángulos y revestimiento de cantería. La puerta da acceso a un patio que salva el desnivel de la pendiente y se remata por un grueso bocel. Sobre él se aprecian restos de almenas, y en el ángulo la repisa ultra semicircular de una garita. A la izquierda del patio se levanta una estructura compuesta por una planta y terraza. La masa de la torre, ligeramente troncocónica, posee una estancia baja y una terraza, destacando entre sus vanos adintelados uno que en la parte posterior se rodea de una incisión y otro más estrecho del que sólo quedan las ménsulas.  



Desde su construcción sufrió ataques permanentes por parte de dotaciones de moriscos que continuamente pretendían incursiones en las costas del Cabo de Gata, además de desperfectos tras el terremoto del 31 de diciembre de 1658, por lo que hubo de ser restaurada. En 1695, se procedió a la realización de obras de ampliación de la torre de San Pedro, construyéndose una plataforma artillada adosada a la torre original, que sería sometida nuevamente a una posterior ampliación, a mediados del siglo XVIII.



En 1735, el ingeniero Felipe Crame firmó los planos de un diseño para la ampliación de la torre de San Pedro, que dentro del dispositivo de defensa del Cabo de Gata, quedaría incluida en un castillo que triplicaba la superficie de la torre original. El castillo de San Pedro se convertiría en la segunda en importancia del sistema defensivo litoral, 10 piezas de artillería, que quedaban por debajo solo del fuerte de San José que contaba con 14. 

Según la "Relación del estado de todos los puertos fortificados de los ocho Partidos de la costa del Reino de Granada, dividido en Mandos, desde Calatarage, que da principio en el Reino de Andalucía, hasta San Juan de los Terreros, que confina con el de Murcia", elaborada por el mariscal de campo Antonio María Bucareli, "estaba dotado de alcaide, guarda almacén y doce soldados.  Tenía dos cañones de a cuatro, los dos útiles y tres de a seis inútiles. Además, pertenecía a don Joseph de Almansa, vecino de Almería". 

El castillo está protegido por la declaración genérica del decreto de abril de 1949, refrendada más tarde por la ley 16/1985. Actualmente está bajo el reconocimiento especial que la Junta de Andalucía otorgo a todos los castillos de la Comunidad, quedando declarado Bien de Interés Cultural.

martes, 10 de diciembre de 2019

Castillo de San Gregorio

La antigua fortaleza o castillo árabe debió existir entre los siglos X y  XIV. Aún se conservan restos de lo que fueron sus cimientos, sus murallas o sus torres.  Está ubicada sobre la cima ascendente de la Loma de Tablas, dominando Gérgal y su valle hasta las sierras que lo delimitan. A su frente se encuentra el Castillo de Gérgal que conocemos en la actualidad, del que lo separa la Rambla de Gérgal sobre la que se asoma en unos grandes peñones a modo de precipicios de difícil acceso. La tradición oral cuenta que los dos castillos se encontraban comunicados en época árabe a través de una galería que pasaba por debajo del cauce de la Rambla. Reforzando esta hipótesis sí se pueden constatar restos de tramos de galerías por debajo del Castillo de Gérgal atravesando la Rambla hacia la Loma de Tablas en el paraje conocido como El Cubillo y también en la zona del Barrio de Pilanos a los pies del antiguo castillo.

Esta antigua fortaleza estaba construida de mampostería con esquistos del lugar y mortero. Su superficie ocupaba unos 2600 m2. Tiene planta trapezoidal alargada. Sus torres son rectangulares, la mayor es la mejor conservada, se encuentra al Norte, sus dimensiones son 7'25 x 3'65 m.; probablemente sería la Torre del Homenaje. En su parte oriental, menos pendiente, se pueden apreciar los restos de cinco torreones macizos. La entrada principal debía estar en el ángulo Sureste por ser la parte más accesible. En su parte occidental sus muros discontinuos van paralelos al precipicio que el terreno forma en su vertiente Oeste. Según los restos de muros interiores, se pueden adivinar habitaciones que pudieron ser viviendas con silos.

A este tipo de fortalezas las denomina el historiador Patrice Cressier, albacares, pues desde su posición elevada, dominando las poblaciones, servían de campamentos fortificados en las operaciones militares del tercer cuarto del siglo XII y para la defensa y vigía del camino de Almería a Baza. Desde las ruinas de este antiguo castillo se divisa perfectamente la antigua fortaleza del Cerro Castellón y viceversa, por lo que podemos pensar que las dos fortalezas se comunicaban a través de señales.


















Fuente: Gérgal. Net
Fotos: David Téllez

lunes, 9 de diciembre de 2019

Fortaleza Del Cerro Castellón

Restos de una fortaleza o castillo medieval de los siglos XII-XIII, de la que se conservan abundantes tramos de muros, tanto de estructuras al interior como de la muralla. Su trazado es de forma ovalada, siendo más pequeño que la fortaleza de San Gregorio y presenta también una técnica diferente (tabiya) y un mayor tamaño medio de sus torres. Posible hábitat al exterior. Abundantes restos de material cerámico, así como de escorias de hierro. Situado actualmente en un erial, pero el yacimiento está afectado por antiguos abancalamientos agrícolas.

Es un castillo de planta oval (80 x 50 m.) con al menos cinco torreones (tres rectangulares y macizos menores y otro mayor central, de 8'65 por 4'4 m.), separados por lienzos de alrededor de 20 m. de longitud y diferente grosor, que presentan habitaciones adosadas al interior (una de ellas, de 2'4 por 2'8 m.).

Su enclave sobre un montículo domina un gran territorio, quedando al Norte el pueblo de Gérgal protegido por su Castillo y según cuentan las leyendas, en época árabe, se comunicaban las dos fortalezas a través de  una galería.





Baluarte 1.
Murallas y restos del baluarte 1.
Baluarte 1(interior de la fortaleza).
Muralla que va desde el baluarte 2 al baluarte 1.
Restos baluarte 1.
Restos baluarte 1.
Restos baluarte 1.

Baluarte 2 
Baluarte 2.
Baluarte 2.
Baluarte 2.
Baluarte 2 
Baluarte 2 y murallas.
Baluarte 2.
Baluarte 2.
Baluarte 2.

Baluarte 3.
Restos baluarte 3.
Restos baluarte 3.

Baluarte 4
Baluarte 4.
Baluarte 4.
Baluarte 4.
Baluarte 4.
Baluarte 4.
Esquina baluarte 4.
Baluarte 4 vista desde el interior de la fortaleza.
Esquina baluarte 4.
Esquina baluarte 4.

Baluarte 5.
Baluarte 5.
Baluarte 5.
Baluarte 5.
Baluarte 5.
Baluarte 5.
Baluarte 5.

Baluarte 6.
Baluarte 6.
Baluarte 6.

Interior de la Fortaleza.
Interior de la Fortaleza.
Interior de la Fortaleza.
Interior de la Fortaleza.
Interior de la Fortaleza.
Interior de la Fortaleza.
Interior de la Fortaleza.
Interior de la Fortaleza.
Habitación contigua al baluarte 2.


Otras Fotos.
En las ruinas de la fortaleza y en sus alrededores, sobre todo en unos 1800 m2 de la ladera oriental se encuentran restos de cerámica árabe almohade-nazarí de diferentes formas, colores, grabados y esmaltes. Hay una escasa presencia de cerámica del S. IX que adquiere valores testimoniales en el XII, en que aparecen dos monedas de plata (un quilate de 'Alï ben Yüsuf que cita al heredero Sir -1128 a 1139- y un adarme tomín? de Täsufïn), siendo la mayoría de los fragmentos de la segunda mitad del S. XII, llegando en menor número hasta 1260 aproximadamente.










Fotos: Patrimonio Almeriense


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