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PERIÓDICOS DE ALMERÍA

viernes, 18 de enero de 2019

Castillo de los Vélez

En el interior del castillo se pueden diferenciar claramente dos zonas. La primera, situada más al sur, posee planta rectangular encontrándose separada aproximadamente diez metros de la masa principal del edificio. La segunda zona, la del castillo propiamente dicho, presenta plana de forma hexagonal, rematando sus ángulos en torreones de protección. La unión entre estas dos zonas se salva mediante unas arcadas que protegen la pasarela de entrada y donde originariamente debió estar el puente levadizo.

La primera zona, la más meridional, se encuentra en alberca, destacando tan sólo la escalinata que se adosa a su flanco oeste y que permite el actual acceso al castillo, tras realizar un recodo en su último tramo. Esta escalinata facilita el acceso al cuerpo de la edificación. El castillo se articula en torno al Patio de Honor, de pequeñas proporciones y de planta cuadrada. Este patio distribuye las diferentes piezas en varias categorías. En su flanco norte se ubica la torre del Homenaje y las dependencias de carácter castrense. La torre del Homenaje presenta, tras la restauración efectuada recientemente, tres cuerpos, en cada uno de los cuales se ubica una dependencia de planta cuadrangular. El espigón defensivo, que parte de ella, presenta tan sólo dos pisos ambos de planta rectangular, aunque de diferentes proporciones. Los restantes espacios de esta zona castrense se adecuan a los diferentes lugares de tránsito entre unas dependencias y otras. Los flancos este y oeste del patio poseen actualmente dos pisos habiendo sido los dos ocupados por piezas domésticas y representativas de plantas rectangulares.



El ala sur del castillo acogía el Salón del Triunfo y de la Mitología, que fueron desmantelados a principios de siglo. En la actualidad en esta zona se pueden reconocer dos crujías. La primera se abre al patio de honor, mientras que la más meridional se orienta hacia el pueblo, destacando por ubicarse en ella los señoriales miradores. Ambas crujías están comunicadas entre sí por arcos muy rebajados, presentando plantas rectangulares en la primera y sensiblemente poligonal en la situada más al sur.

Todo el castillo está rematado por una terraza transitable, que comunica las diferentes alas del edificio. Un elemento de interés a destacar es el dintel de la puerta que da acceso a los salones del ala meridional del Castillo, por ser el único resto original conservado de mármol y situados en su lugar primitivo. La labra de este es muy simple, aunque puede dar idea de la grandeza del castillo antes de la venta de su patio.
Al exterior, el castillo sólo posee una portada de ingreso. Ésta, situada en su lado meridional se alcazaba tras salvar antiguamente el puente levadizo y, en la actualidad, la pasarela de comunicación con la fortificación militar. Su portada es muy sencilla, formándose con un vano adintelado en la que tan sólo resaltan las trazas de las diferentes dovelas. Rematando el conjunto, se encuentra el escudo nobiliario de los Vélez.



Datos Históricos

El lugar ha sido ocupado en distintas épocas. Se conocen algunos hallazgos de monedas romanas, aunque no se sabe el alcance e importancia de dicha instalación. Durante época árabe se instala una alcazaba que ocupa todo el cerro. Prueba de ello son los numerosos restos constructivos que aparecen en las laderas sur, levante y norte. Se documentan numerosos materiales cerámicos y algunos lienzos de muralla que dan idea de las dimensiones que pudo tener dicha fortaleza. Al conjunto también pertenecen un aljibe y una mezquita. Éstos se sitúan en las laderas sureste y este respectivamente. Tras la reconquista, sobre estos restos se construirá el castillo. 

Los Reyes Católicos para incorporar a la corona la ciudad de Cartagena, que pertenecía en señorío al adelantado de Murcia don Pedro Fajardo y Chacón, le dieron por permuta de esta, Vélez Blanco y Vélez Rubio, pueblos mudéjares fronterizos al reino de Murcia. De esta forma, don Pedro Fajardo y Chacón se convertía en el primer marqués de Vélez, obteniendo además de estos pueblos, otros lugares vecinos y cuantiosas rentas. Así, el antiguo Veled-Albiad, se convertía en Vélez Blanco y pasaba a ser cabeza del marquesado de los Vélez. Don Pedro Fajardo llegaba a Vélez Blanco en 1505, fijando allí su residencia. Antes incluso de concluir su magnífica capilla de los Vélez en la Catedral de Murcia ya emprendió el marqués la obras de su residencia palaciega, el Castillo de Vélez Blanco.



En 1506, sobre los cimientos de la antigua fortaleza comenzaba la construcción del castillo-palacio, culminándose en 1515. En el castillo vivieron los Fajardo durante todo el siglo XVI, permaneciendo en él hasta finales del siglo XVII, momento en el que se extingue la línea directa de sucesión. Los años que siguieron fue habitado con irregularidad, hasta que ya en el siglo XIX, después de la invasión francesa y tras los cambios sociales del país, el castillo fue abandonado casi por completo.

A partir de 1904 comienza el desalojo por parte de los propietarios de todo aquello que el inmueble tenía de valor. La pieza mas importante, su patio renacentista, fue vendida en mayo del mismo año al decorador francés J. Goldberg, quien lo lleva primero a Marsella y después a París, junto con los artesonados y otras grandes piezas del Palacio. En 1913 los mármoles del patio fueron vendidos a George Blumenthal para su casa en Park Avenue, Nueva York. En 1945, tras su muerte, es cedido al Metropolitan Museum de Nueva York, donde casi veinte años después fue montado tal y como hoy existe. En la actualidad, después de varias restauraciones efectuadas principalmente durante los años 1963, 1965, 1970, 1979 y la última de 1982, el edificio puede contemplarse con cierta coherencia.


En cuanto al arquitecto encargado de la construcción del edificio no se conoce. Por lo que se refiere a los relieves del patio, según Olga Raggio, los autores debieron se los mismos que realizaron el patio del vecino Castillo de la Calahorra. Para esta autora el patio, de claras influencias italianizantes, se debe a las manos de el capataz de la obra de la Calahorra, Egidio de Gandria y sus tres compañeros Giovanni y Baldassare de Gandria y Pietro Antonio de Curto de Carona.

Gárgola. 
Detalles del castillo.
Escudo de los Vélez.
Detalles del castillo.
Detalles del castillo.



Fotos: David Téllez

jueves, 17 de enero de 2019

El Daymún

El Daymún

Otras denominaciones:

 La Imús
 El Aimún
 Al-Imunt
 Aimon
 Laimun
 La Imund
 Mausoleo romano del Daymun


Entrada.
El Daymún se localiza en la periferia de la población almeriense de El Ejido. Esta construcción forma parte de la necrópolis de antigua ciudad romana de Murgis. Es un edificio de planta cuadrada y semisubterráneo, realizado en mampostería de piedra. Interiormente se observa  un inmueble que tiene una nave de cruz griega, de modo que los ángulos macizados, producto de la incorporación de la estructura al cuadrado, actúan como contrafuerte para sostener el empuje de la bóveda.

Vista lateral.
La cubierta se realiza mediante una bóveda de tipo de cimbra volada, con huellas de la impronta del cañizo y de las cuerdas que las unían, recubierta con un enlucido de mortero. Existen tres arcosolios de medio punto ligeramente apuntados y peraltados, y coronando el lateral izquierdo aparecen dos pequeñas e irregulares hornacinas de diferente tamaño excavadas en el muro. Una lumbrera ilumina desde la parte posterior. En esta misma pared existe un entrante en el muro, que quizá sirviera para albergar un sarcófago y otra forma de enterramiento, que al encontrarse en alto debió de corresponder a un personaje principal.
El interior fue excavado, comenzando por la zona norte de la sala con unas dimensiones de 2x2,40 metros., el piso de mortero estaba destruido documentándose parte de una sepultura adosada al exterior del muro bajo que cierra el arcosolio. Dicha sepultura estaba realizada con mortero y presentaba revoque de cal y arena en superficie interna. Por tanto, se pudo documentar la existencia de muros bajos que cerraban los arcosolios que se hallaban en los lados opuestos a la puerta. También se documentaron restos de tumbas, siendo un añadido posterior a la realización del mausoleo.

Cámara funeraria.
El edificio era una construcción semisubterránea. Los muros bajos que cierran los arcosolios no presentan ningún tratamiento externo, lo mismo sucede con la tumba de la sala, lo que indica que el suelo no se hallaría en un nivel inferior al de los muros que cierran los arcosolios.

Una  excavación en la zona sur, pretendía poner al descubierto la entrada original,  una vez excavada y a pesar de la destrucción a la que estaba sometida, se puede afirmar que el acceso al edificio se realizaría por un vano de solo un  metro de ancho. Sería una puerta estrecha y de gran altura, una entrada simple, sin decoración.

Parte trasera.
Se excavó igualmente en los tres arcosolios, documentándose sendas sepulturas. Estas se encontraban profanadas. La sepultura del arcosolio norte presentaba interiormente un revoque de cal y arena, las de los laterales se realizaron con pequeñas piedras unidas por argamasa pero sin recubrir, estas son de mayor dimensión que la situada en el arcosolio norte.

Datos Históricos

La ciudad romana de Murgis, en la provincia de la Bética, pertenecía a la jurisdicción de Cádiz. Citada tres veces por Plinio, la hace ciudad costera y fin de  la Bética. El Itinerario de Antonino la sitúa a doce millas de Turaniana y otras tantas de Abdera, mientras que para Ptolomeo era una población mediterránea de los túndulos.

En el año 1870 se comenzaron las obras de la carretera de Almería-Málaga, y en el tramo de Ciavieja se descubrieron algunos restos arqueológicos. Saenz de Santamaría recogió algunos restos y levantó un plano de las ruinas y con las lápidas aparecidas se puedo determinar que se correspondía con la ciudad de Turaniana.

Murgis se situó en los alrededores de El Cerrillo de Ciavieja, con una población ibérica anterior, aumentada con el traslado del cercano yacimiento de El Cerrón, extendiéndose después por las cercanas lomas de Santo Domingo, de la Mezquita, de Cabriles y Onayar y perviviendo hasta el siglo V y parte del VI. Llegó a acuñar moneda, poseyéndo termas públicas y circo y posiblemente un puerto en Guardias Viejas.

El edificio forma parte de la necrópolis. El modelo constructivo del Daymun parece ser , presentando al exterior cubierta a doble vertiente. Cabría situar esta obra a finales del siglo III o inicios del IV, en un momento de desarrollo de las viviendas suburbanas, cuando el yacimiento aún mantiene su prosperidad económica, como edificio funerario privado.




Ubicación

miércoles, 16 de enero de 2019

Búnker Oeste de Guardias Viejas

Fortificaciones de hormigón armado de baja altura, preparadas para proteger de bombardeos y permitiendo disparar armas ligeras o pequeñas piezas de artillería, que se levantan en diversos puntos del litoral almeriense (Cuevas, Mojácar, Carboneras, Parque de Cabo de Gata, Almería, Guardias Viejas).

Su construcción se realiza entre Febrero de 1937, tras la caída de Málaga, y 1938, y corresponde al Plan de Fortificaciones de Retaguardia emprendido por el gobierno republicano, donde levanta hasta 4 tipos de bunkers según su complejidad y funcionalidad. Su silueta en la costa es rotunda y atractiva desde un punto de vista paisajístico.








Fotos: David Téllez

martes, 15 de enero de 2019

Portón de Villavieja

La necrópolis musulmana de “Portón de Villavieja”, ubicada en una pequeña elevación del barrio virgitano de Rigualte, al noroeste de la ciudad fortificada de Villavieja, la cual corresponde a la Virgi romana y a la Barŷa musulmana. La intervención arqueológica, que consistió en la excavación de la totalidad conservada de la necrópolis( 120 tumbas, de las que 5 quedaron sin excavar como reserva arqueológica ), estuvo motivada por un proyecto de urbanización y estuvo sometida a las limitaciones de este tipo de intervenciones: tiempo limitado y presupuesto insuficiente. 


La intervención tuvo una duración de 5 meses, desde mediados de junio hasta mediados de noviembre de 2007, consistiendo el equipo en 1 arqueólogo director, un arqueólogo técnico, un arqueólogo especializado en antropología física y cinco peones. También se contó con los servicios de un topógrafo para la ubicación espacial de las estructuras funerarias. El yacimiento estaba cubierto en su mayor parte de una capa de escombros contemporáneos de hasta 50 cm. de potencia, lo que requirió la utilización de medios mecánicos para su retirada. 

Los datos recabados en la intervención corresponden, fundamentalmente, a la fase de campo, conteniendo información acerca de las estructuras funerarias y su distribución espacial, así como los datos antropológicos que se pudieron recabar en el campo, incluyendo, cuando era posible, identificación de sexo, edad y las patologías más evidentes observables en el material óseo. Hay que reseñar que ni la presencia de un antropólogo físico ni el posterior estudio antropológico de laboratorio son obligatorios en una intervención preventiva. El estudio antropológico de laboratorio no se ha podido realizar hasta la fecha debido a que no disponemos del presupuesto necesario. Del mismo modo, tampoco se han podido realizar dataciones de carbono 14, que serían muy útiles para concretar la amplitud cronológica de la necrópolis, que sólo podemos datar por indicios indirectos, como la presencia de clavos y asas de ataúdes en algunas sepulturas, así como, a nivel de hipótesis, a partir de la distribución de sepulturas de distinta orientación y tipología. Por otro lado, se trata de una de las pocas necrópolis musulmanas excavadas en extensión en la provincia de Almería, e incluso en Andalucía.El yacimiento denominado ”Portón de Villavieja”, como adelantábamos más arriba, se encuentra relacionado directamente con la ciudad fortificada ubicada al sureste y conocida por el nombre de “Villavieja”.

Año 2007
Los antiguos pobladores de Villavieja se fueron extendiendo por la vega después de que un terremoto destruyese la antigua ciudad en el siglo V. Tras ser conquistada Berja por los musulmanes, éstos construyeron una Alcazaba aprovechando el antiguo recinto amurallado de época romana, convirtiéndose el territorio en la Berchat musulmana, siendo una de las 12 tahas en que los nuevos ocupantes dividieron la Alpujarra

De esta etapa se conservan unos baños en una finca particular del barrio de Benejí, los cuales han sido gravemente afectados por la construcción de un pozo y la instalación de un contador eléctrico en su interior. A mediados del s. X, Ahmad al Rasí denomina a Berja como “castillo”, que en la clasificación intuitiva seguida parece designar a una población amurallada como otras que existen. Pocos años después se ha transformado en un distrito de la Cora (provincia) de Elvira (antigua ciudad situada en la Vega de Granada), con Loja (Granada), Cubiles, Dalías (que con otros lugares dependía de Berja) y otras poblaciones, al mando de militares (alcaides) de toda confianza unidos por lazos de clientela con los Omeyas. Así pues, para al-Rasí, “castillo” es una sede delegada del gobierno central con una guarnición. Será a partir de mediados del s. XIII cuando se generalice la denominación de ciudad. Al-Idrisí, Ibn Galib, Yakút e Ibn Sa’id utilizarán este término hasta que en último tercio del s. XIII Al-Mallahí hable de una comarca (iqlím, literalmente “clima” o “región”) llamada Busarrat Banu Hassán.

Esta anacrónica denominación en la que se incluyen los castillos de Dalías, Berja y Jubiles, parece referirse a la antigua demarcación en la que los clientes de los omeyas fueron encargados de poner orden y será aún empleada por Ibn Al-Jatib en la 2ª mitad del s. XIVillaviejapudo contar por sí sola con poco más de 3000 personas si aplicamos los módulos teóricos de edificación, aunque ya para el s. XV debió de estar poco poblada a juzgar por las evidencias registradas. Los materiales arqueológicos y el amurallamiento conforman una imagen parcialmente urbana, al menos en gran parte del periodo de ocupación del asentamiento. Zoco, baños, alhóndiga, artesanos, comerciantes, hombres de leyes y “nobles” encontramos a principios del s. XVI repartidos entre las alquerías, a pesar de los cual no se habla de ciudad.

El yacimiento de “Portón de Villavieja” tiene forma irregular y cuenta con una superficie de 2029,5 metros cuadrados, apareciendo las tumbas a unos 25 cm. de la superficie, una vez retirado el estrato de escombros contemporáneos que cubría la mayor parte de la necrópolis. La separación entre las tumbas es variable, y se pueden distinguir varias agrupaciones internas (en concreto hemos distinguido 10, ver planimetría)

Yacimiento a pie de obra.
dentro de las cuales la separación puede consistir en una estrecha pared de roca de unos 20 ó 30 cm. En su interior se hallan las inhumaciones en posición de decúbito lateral derecho sin ajuar (salvo 9 excepciones, que detallaremos más adelante) tal y como establece el rito musulmán.

Se localizaron un número total de 113 individuos en 123 tumbas, de las que 5 tumbas han quedado sin excavar, sin perjuicio de que en un estudio antropológico final se puedan documentar más individuos, tal como se puede constatar en la tumba nº 3, cuyo contenido estaba alterado antes de comenzar la excavación, ya que la tumba era visible en superficie y presumiblemente había sido expoliada. En dicha tumba se han documentado en laboratorio 3 individuos adultos y un fémur de cánido mucho más reciente. Los enterramientos siguen, con algunas variaciones, el ritual islámico canónico, es decir, las tumbas están orientadas NE-SW y los cuerpo están depositados en decúbito lateral derecho, con la cabeza mirando al SE (en dirección a La Meca), exceptuado la tumba 91, que mira al NW. Las tumbas que parecen presentar una orientación más cuidada son las que se integran en las estructuras arquitectónicas correspondientes a las cubas 1 y 2, así como en el conjunto nº 5 (ver planimetría), presentando las tumbas de los restantes conjuntos ligeras variaciones en la orientación. En el trabajo de campo hemos logrado realizar el diagnóstico de edad al 83,2 % de los individuos, agrupando las distintas edades en los siguientes grupos: 5.1.1.-

Diagnóstico de edad:

Edad Indeterminada: 19 individuos (16.8%).
Adultos seniles (más de 60 años): 5 (4.42 %, 2 hombres y 3 mujeres)
Adultos (entre 22 y 60 años): 59 individuos (52.21%)
Preadultos (entre 12 y 22 años): 13 individuos (11.5%)
Infantiles (entre 0 y 12 años):17 individuos (15.04 %)
Patologías:
Desgraciadamente, al no poder realizar debido a insuficiencia presupuestaria un análisis de laboratorio exhaustivo de los restos óseos del portón de Villavieja, debemos limitarnos en este artículo a exponer las patologías observadas en el campo, que se reducen a 17 individuos con 29 indicadores patológicos documentados en campo, los cuales hemos dividido en las siguientes categorías:
Articulares: 15 individuos
Dentales: 3 individuos
Infecciosas: 4 individuos
Tumorales: 1 individuo (c.f.)
Traumas: 2 individuos
Entesopatías: 4 individuos
Malformaciones genéticas: 2 individuos.

A pesar de la exigua muestra, se hace bastante evidente que son las patologías articulares las que predominan, probablemente causadas por esfuerzos físicos considerables en el contexto de procesos de trabajo agrícola o doméstico. Llama la atención que estas patologías se reparten a partes iguales entre hombres y mujeres, indicando que los esfuerzos físicos (en tareas que no tienen por qué ser las mismas) llevaban a un deterioro articular similar en ambos sexos. Otro dato coherente con esta interpretación es la frecuente asociación, aunque no esté reflejada en la tabla, de entesopatías pronunciadas (es decir huellas de inserción muscular indicadoras de un desarrollo importante de los músculos) con las lesiones articulares o artrósicas, repartidas también al 50 % entre hombres y mujeres. Llama la atención la poca incidencia de patologías dentales acusadas, exceptuando algunos individuos, lo que nos está indicando buenas condiciones de alimentación y quizás algún componente genético concreto. También tenemos un caso de posible cáncer de huesos con pérdida de tejido óseo en la rodilla (T-57). Las patologías dentales están probablemente muy infrarrepresentadas, debido a que el análisis antropológico de laboratorio no se ha realizado, pero de forma preliminar se observa una cierta ausencia de caries y la conservación de la mayoría de las piezas dentales hasta la muerte.

Hoy día el yacimiento se encuentra así :

El yacimiento lo enterraron por causas que desconozco, aunque estuvo abierto al público 3 años .
Se pueden apreciar los montículos del yacimiento.
Yacimiento.
Yacimiento.
Yacimiento.

Fotos: David Téllez

Vía Árabe de Vicar

Antigua vereda en la que se puede observar en algunos tramos,  restos de calzada árabe que unía Vícar con Enix.






Fotos: David Téllez

Calera Venta de Pedro Aguilera

Calera circular ligeramente cónica, construida en mampostería, de unos 3 o 4 m de altura, con un vano inferior en la pared que da acceso al interior de la misma.

PROCESO

La forma de obtener la cal consistía en la cocción de piedras calizas en hornos.
Por lo general, un horno de cal o calera era una pequeña estructura de mampostería refractaria con una boca de carga y una bóveda interior constituida por piedras calizas colocadas ordenadamente y a la que se prendía fuego una vez cargada de fajos de leña a modo de combustible.

LOS ÚLTIMOS CALEROS

En los últimos años eran las propias familias necesitadas de cal para la construcción o encalado de sus viviendas las que llevaban a cabo la construcción y encendido de caleras, hasta obtener la carga suficiente para cubrir sus necesidades.
Sin embargo, también existía la figura del calero, quien se encargaba de fabricar la cal para su posterior comercialización a los vecinos de la localidad que la demandaran, generalmente en pequeñas cantidades y para usos muy concretos.

Por último distinguir entre “cal blanca” o “cal negra” dependiendo y en función del color del tipo de piedra caliza empleada.

Calera.
Calera.
Calera.

Fotos: David Téllez

domingo, 13 de enero de 2019

Villavieja


Fortaleza y despoblado medieval


Corresponde a la antigua Berja y a los restos del municipio romano de Vergi. De éste se conservan además, al pie del cerro, los restos de un anfiteatro, único en la provincia. A todo ello hay que añadir la evidencia de una ocupación de la Edad del Cobre.
La ausencia de excavaciones y el hecho de que la población romana quedara oculta bajo el importante núcleo medieval, impiden hoy tener una idea acertada de las características y evolución del asentamiento romano, del que es seguro que los musulmanes reutilizaran numerosos restos constructivos, razón por la cual resultan en general poco evidentes en las casi siete hectáreas que ocupa Villavieja.

Los datos arqueológicos de que se dispone, aseguran la importancia y riqueza potencial de este sitio arqueológico, al mismo tiempo que informan sobre su evolución general. Restos epigráficos y cerámicas confirman la existencia de un núcleo romano muy antiguo, al menos de los inicios del s. II, que nace del rápido traslado de las poblaciones ibéricas a este nuevo centro, coincidente o ligeramente posterior a la conquista romana. Este hecho indica una pronta romanización de Ia población indígena. En este sentido, el establecimiento de la población romana quizá estuviera en función de dos factores económicos: la explotación de las minas de plomo de Sierra de Gádor y de las amplias posibilidades agrícolas de la zona.

El desarrollo de este núcleo es paralelo a la evolución de las vecinas poblaciones de la costa. Así un cómputo de la abundante terra sigillata recogida en superficie hasta 1980 (Cara, 1982: 147) arroja dos momentos de máxima intensidad de ocupación: el primero esta centrado en el s. II, mientras que el segundo corresponde a la segunda mitad del s. III y sobre todo al s. IV, con abundantes importaciones norteafricanas que pueden llegar hasta el primer cuarto del s. V. Se confirma con ello la importancia del poblamiento paleocristiano de la zona, conocido ya por el magnífico sarcófago encontrado en 1925 en La Jarela (Aicaudique).

Fortaleza.
Fortaleza.
Un mapa de distribución de los restos arqueológicos romanos en el actual término municipal, evidencia la intensidad de la ocupación, así como la variedad de la apropiación económica del medio ejercida, ya que se colonizan incluso algunas áreas que nunca después han tenido otra ocupación humana aunque hayan seguido siendo empleadas económicamente. Si se referencian también los hallazgos dispersos, se contribuye a completar la visión de esta ocupación. La catalogaci6n cronológica provisional de los restos viene a confirmar el aumento de importancia de la vega virgitana tras la crisis del s. III y la posterior despoblación de las ciudades costeras.

Es muy probable que el anfiteatro virgitano sea obra del siglo I, y su escaso desarrollo constructivo estaría en consonancia con Ias dificultades económicas y constructivas que se hubieran contraído con un proyecto mayor. La ausencia de estudios arqueológicos, conocidos y accesibles, que sitúen cronológicamente construcciones afines, semejantes en importancia, dificultan hoy cualquier adscripción cronológica más precisa.

Por lo que al anfiteatro se refiere, de los tres tipos de anfiteatros romanos conocidos (exentos, adosados y semiexcavados), el de Berja adoptó la fórmula más cómoda y económica. Se excavó la "arena" y el "podium", para darle mayor estabilidad y. reducir la obra de edificación. La arena vendría delimitada por un zócalo irregular de piedra natural y tierra, conservando, especialmente al lado de poniente, restos de mortero de cascajo. La pequeña extensión de la arena (43 por 26,8 metros), sitúan a esta construcción entre los anfiteatros más pequeños conocidos a nivel de todo el Imperio. En el costado mejor conservado, es una plataforma irregular que alcanza los casi tres metros sesenta de anchura máxima, mientras que en el lado opuesto apenas se conserva, aunque se le suponen cuatro metros sesenta de anchura. Este escalón puede ser muy bien la base de la "arena" que limitaba con las habitaciones subterráneas. Separando a éste del graderío, aparecen muros longitudinales, claramente elipsoidales, está construido de "opus caementicium", formado por cascajo de piedras y líneas de encofrado cada noventa y cinco centímetros aproximadamente, alcanzando los dos metros cincuenta y cuatro de altura. En el lado Este, el revestimiento casi ha desaparecido, conservándose parte de su perímetro, cortado en piedra del lugar, comúnmente un tipo de conglomerado muy parecido al hormigón. Es en estos muros, donde aparecen dos de las dependencias más interesantes.

Anfiteatro romano.
Se trata de dos habitáculos o cubículos empotrados en las paredes. Son pequeños y adquieren forma rectangular. El primero de ellos, situado a Poniente, tiene un metro cincuenta y siete a un metro setenta y dos centímetros de anchura por dos metros diez de altura y apenas uno sesenta y cinco de fondo. El de Levante, aún conserva restos de jambas de su puerta, de un metro veinticuatro de anchura. La cámara mide un metro sesenta y dos de profundidad por dos treinta y ocho. Ambos se sitúan al lado opuesto del eje menor de simetría del edificio. Es probable que se trate de sendas cámaras o dependencias relacionadas con los palcos opuestos del organizador y presidente de los juegos, o de habitaciones de protección inmediatas a la "arena", formando parte del verdadero "podium".

Planta del anfiteatro de Villavieja.

En los extremos de la construcción se situaban las entradas ,dos rasgos parecen diferenciar decisivamente al anfiteatro virgitano- En primer lugar, sus escasas dimensiones y en segundo término, su forma pues tiende a la elipse alargada, prolongando más de lo habitual su eje mayor. Sobre un cerro amesetado, a unos 3 kilómetros al suroeste de Berja y dominando la barriada de Benejí, se levantan los restos de la imponente Alcazaba de Villavieja como un observatorio privilegiado. Esta Alcazaba es uno de los pocos restos de la Berja islámica, formada por un conjunto de alquerías o barriadas dispersas por la vega.
A pesar de su estratégico emplazamiento, el lugar fue rodeado por una muralla.

Alcazaba.
Restos de la Alcazaba.

En el despoblado también encontraremos varios aljibes en buen estado de conservación.

Aljibe.
Aljibe.
Puerta de entrada al aljibe.
Aljibe.