jueves, 22 de septiembre de 2022

Fortín 4 (Los Millares)

 Esta estructura está formada por un lienzo de muralla, cuyo desarrollo da lugar a cinco pequeños bastiones de planta cuadrangular. En varios tramos de la fortificación se advierten pequeñas aberturas en forma de "Saeteras" (Arribas et al., 1987:259).

 Ofrece dimensiones parecidas al recinto interior del fortín 1 y sólo ha sido objeto de una excavación superficial para definir la planta, aunque si se ha documentado un incendio previo a su abandono (Fuente, 2015:12)..














Fuente: Guía Digital.

Fotos: David Téllez

Partidor de los Siete Pueblos

 En cuanto al edificio, toma la forma y materiales del Partidor Viejo, pero con mayor volumen y un sistema de partición más elaborado. Se trata de una construcción cilíndrica enterrada en gran parte, de 5.60 metros de diámetro exterior y 4 metros. en el interior, con 4.60 metros de altura. Queda cubierto  con una cúpula de ladrillo y piedra. La altura del edificio cilíndrico desde el piso del partidor al arranque de su cúpula es de 2.80 metros y la elevación de la cúpula sobre su base de 1.80 metros. Los muros son de mampostería unida y enfoscada con mortero de argamasa, con un grosor de 0.80 metros. El vano de la puerta, de 1.60 metros por 0.70 metros queda adintelado por dos piezas contiguas de cantería, la primera asoma al interior y la segunda, de 1.45 metros, toma la forma redondeada del paramento exterior del partidor. 

El edificio se sitúa sobre el curso de la Fuente de los Partidores cuya misión es dar cobertura al  Partidor de los Siete Pueblos del Río. Todas las piezas compositivas de la base del partidor son de cantería con encajes precisos. El transito por el piso del partidor se hace sobre un anillo, también de cantería, con un paso de 0.80 metros. La entrada del río se hace por una galería  de 0.95 de ancha y con una altura imposible de medir debido al lodo acumulado (en caso de ser similar a otras construcciones debería de medir sobre 1.75 metros). Frente a esta salida, a 0.80 metros, se sitúa una pieza triangular de factura precisa, que apunta justo al centro de la salida de la galería, de tal manera que divide sus aguas en dos caudales  idénticos. Los dos laterales que bifurcan las aguas miden 1.55 metros y la base 1.10 metros. Junto al muro y sobre el anillo descrito anteriormente, se sitúan los dos tablones de usillo que provocan el cierre o apertura de cada una de las dos salidas. Tanto la salida a la vega de poniente como la de levante son idénticas y los tablones también.


El piso del partidor se encuentra un metro mas bajo que el umbral de la puerta, por lo que dos escalones - uno de ellos muy pequeño - redondeados facilitan la entrada.  Este partidor, a diferencia del Partidor Viejo que tiene forma de "T", lo hace en "Y". facilitando el tránsito de las aguas sin crear turbulencias.

La cúpula se eleva 1.85 metros y queda retranqueada 0.60 metros al centro, con un pequeño vuelo sobre el muro de 0.10 metros. Está formada por 58 hiladas circulares de ladrillo tejero que se van cerrando en altura hasta coronar en torno a un pequeño lucernario y respiradero cenital. El ladrillo, a partir de la segunda o tercera hilada, iba cubierto con una capa de  mortero de argamasa sobre la cual iba una cobertura de piedras que se supone  enfoscada. La coronación de la cúpula mantiene la cobertura de argamasa y en la base un anillo estrecho mantiene también la cobertura de piedra. 

La parte interna de la cúpula denota solidez, observándose el ladrillo y las hiladas en perfectas condiciones. La pequeña apertura cenital constituye el único orificio de ventilación e iluminación, al menos con la puerta cerrada.    Una parte del partidor asoma en la cocina del cortijo adjunto, lo que indica que este cortijo es posterior.

Datos Históricos

Se trata del partidor principal del río, que reparte las aguas entre las Vega de Poniente y la Vega de Levante. Estas aguas son captadas mediante boquera  en el término de Santa Fe. Si hay abundante agua se captan en el paraje de Pantaleón y si disminuye el caudal, a la entrada del termino de Santa Fe. En este punto se ha producido una histórica partición en porciones de caudal, denominadas Ollas, Hilas y Tandas. El partidor también recibe agua de la denominada Fuente de los Partidores, con afloramiento en  el propio edificio.

El inmueble permanece operativo, aunque su función haya quedado relegada y ya no posee la importancia histórica  tradicional, debido básicamente a la falta de agua. Esta falta de agua tiene su origen en varias causas: 

     1. La obturación de la galería y falta de limpieza del cauce.

     2. Los acuíferos han descendido debido a la profusión de pozos.

    3. Por las escasas nevadas  en las Sierras de Nevada y Gádor, privando al río de sus  principales aportes de invierno y primavera. 

A esta falta de agua hay que añadir otros motivos suplementarios, como la disminución  de la superficie de la vega, el envejecimiento de los agricultores, la autonomía hídrica de muchas fincas que cuentan con pozo propio, la desaparición del Sindicato de Riegos que agrupaba a todas las comunidades de la vega y mantenía operativo el entramado hidráulico junto con sus usos y costumbres, la perdida de peso de la agricultura en la comarca y finalmente una cierta desidia de las administraciones. 

En definitiva, el  tradicional uso y control del agua del río, ha pasado de ser un asunto vital para convertirse en un aspecto secundario  ligado a una parte de la población con poco peso económico y social.  En este contexto, el mítico  Partidor de los Siete Pueblos vive momentos de decadencia y su uso tiende paulatinamente a desaparecer.          





Segundo Partidor









Canalización y Balsa




Edificio Anexo





Fotos: Patrimonio Almeriense

miércoles, 27 de julio de 2022

Huércal la Vieja

El Recinto Amurallado de Huércal la Vieja ,fue construido por los musulmanes sobre un asentamiento de época romana.
La villa de Huércal-Overa, perteneciente a la Mancomunidad de Municipios del Levante Almeriense, estuvo encuadrada en el centro de la región cultural de la Bastetania, en el cruce de caminos que forman el corredor del Mediterráneo y la cuenca del Bajo Almanzora. Tuvo desde época prehistórica, desde la metalúrgica época argárica, la misión de poner en contacto a los hombres del inclemente sureste peninsular con los labriegos de las fértiles vegas grana-dinas. Además, la riqueza minera de sus cordilleras circundantes provocó que fenicios, griegos y cartagineses se asentaran en el litoral. Y que los últimos, que llegaron a controlar la explotación y comercialización de los minerales, utilizaran nuestra comarca como plataforma para proyectar su ansiada hegemonía en la orilla norte mediterránea, en conflicto con Roma. La cercanía a puntos costeros de la importancia de Cartago Nova (Cartagena) o Baria (Villa-ricos) hizo que esta tierra se convirtiera en parte del tablero donde se dirimía el futuro del Mediterráneo y de la Península Ibérica: la Segunda Guerra Púnica (218-201 a. C.). Cartagineses y romanos ensangrentaron su suelo y aquí, entre la realidad y la leyenda, se asentó desde tiempo inmemorial la tradición que sitúa la muerte del general romano Cneo Cornelio Escipión, tras ser derrotado en la Batalla de Ilorci (211 a. C.), en la cumbre del Cabezo de la Jara (Cueva de Escipión). Después de la definitiva victoria romana, el solar que con el tiempo formaría el término de Huércal-Overa, pasa a depender de la Provincia Tarraconense en su mayor parte, que desde el norte llega hasta el río Almanzora, quedando lo que resta en la Bética. Desde este momento, el Almanzora se convertirá en frontera entre entidades sólidamente delimitadas: bizantinos y visigodos, visigodos y musulmanes, musulmanes y cristianos. Las tensiones lógicas producidas por este emplazamiento darán lugar a un territorio fuertemente fortificado. Se desarrollará entonces una sociedad de hombres libres, belicosos, emprendedores, es decir, una sociedad típicamente de frontera. Son señaladas reliquias de esta etapa la fortaleza de Huércal la Vieja, de origen remoto; la Casa-Fuerte de Overa (Santa Bárbara), y el Castillo de Huércal, con su gran Torre, principal vestigio y símbolo de la villa mil veces reproducido y fotografiado. A partir de su conquista cristiana de 1488, Huércal, que sólo había sido una encastillada guarnición militar islámica, y Overa, su centro abastecedor más cercano, se unirán para siempre en una sola entidad, bajo jurisdicción de Lorca. Fueron los lorquinos los que más se distinguieron entre los cristianos en las luchas fronterizas, obteniendo de los Reyes Católicos el dominio sobre las dos villas en detrimento de Vera. Los veratenses, por su parte, anhelaron desde el primer momento el disfrute de la vega huercalense, el Campo de Huércal, territorio privilegiado para la agricultura y la ganadería. Manifestaban que siempre había pertenecido a su taha (distrito), aunque admitían la propiedad lorquina de los dos núcleos importantes. El largo pleito entre Lorca y Vera por la posesión del Campo de Huércal comenzó en 1511 y posteriormente se dilató en las disputas legales entre estos y una Huércal-Overa ya independiente. Pero la desaparición del Reino musulmán de Granada no trajo la tranquilidad. La zona fue a partir de entonces un hervidero de revueltas moriscas, azuzadas por las incursiones de los piratas berberiscos, que aprovechaban la vía natural del Río Almanzora para sus saqueos. En 1568 se produce la Rebelión de las Alpujarras, encabezada por Aben Humeya, que levanta a los pueblos de la comarca. Entonces Huércal y Overa se despueblan al convertirse su suelo en campo de batalla de la guerra entre los alzados y las tropas del rey, capitaneadas sucesivamente por el marqués de Mondéjar, el marqués de los Vélez y don Juan de Austria. La definitiva expulsión de los moriscos (1572) y el freno a las incursiones norteafricanas provocó que los repobladores se pudieran asentar definitivamente en el valle, donde se encontraban las fuentes de agua (Balsas de Arriba y Abajo, y Fuente del Caño). La paz trajo consigo la expansión demográfica y con ella el desarrollo agrícola y comercial. Esta nueva situación llevó a los huercalenses a defender, con tesón y energía, la integridad territorial de su jurisdicción de las apetencias de Vera y Lorca. Los sufridos huercalenses comprendieron que la mejor forma de mantener sus fueros y privilegios era conseguir la independencia del concejo lorquino. Fue el 3 de marzo de 1668 cuando Huércal y Overa, con la denominación común de Huércal-Overa y mediante escrito de compra a la Real Hacienda, que pagaron los propios vecinos de su patrimonio, se emanciparon de Lorca y se convirtieron en villa con jurisdicción civil y criminal.
Es de acceso libre.
Protección.- El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985). Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.






















Texto.- Ayuntamiento y Autores
Fotos de: David Téllez y Joaquín Berenguel.

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