sábado, 25 de abril de 2020

Área Recreativa El Cristal

Situada en la Sierra de Gádor, a 9 kilómetros de Canjáyar, esta área recreativa dispone de aparcamientos, barbacoas, mesas y fuentes, entre otros servicios. Además, desde este lugar se puede llegar a la barriada de Alcora a través de un camino de montaña rodeado de pinares, lo que supone una excelente oportunidad para practicar el senderismo.

La calidad ambiental de este espacio viene avalada por su declaración como Zona de Especial Conservación Sierra de Gádor y Énix, perteneciente a la Red Natura 2000, en donde destaca su diversidad botánica. También se encuentra muy próxima al Parque Natural Sierra Nevada, cuyo límite en esta comarca lo define el río Andarax.



FICHA TÉCNICA

PROVINCIA
ALMERÍA
MUNICIPIO
CANJÁYAR
UBICACIÓN
SIERRA DE GÁDOR
SITUACIÓN
ABIERTO
VEGETACIÓN
SI
BARBACOAS
SI
MESAS
SI
ACCESO
LIBRE





Área Recreativa Salto del Caballo

Esta área recreativa, la encontramos en la Rambla de los Yesos. Es una área muy concurrida sobre todo los fines de semana donde cualquiera puede ir a pasar un día en familia o con amigos. El área cuenta con numerosas barbacoas de obra, bastantes mesas y sobre todo de una gran arboleda que nos dará la frescura idónea para pasar un día inolvidable.


FICHA TÉCNICA

PROVINCIA
ALMERÍA
MUNICIPIO
ALBOLODUY
UBICACIÓN
RAMBLA LOS YESOS
SITUACIÓN
ABIERTO
VEGETACIÓN
SI
BARBACOAS
SI
MESAS
SI
ACCESO
LIBRE








UBICACIÓN

viernes, 24 de abril de 2020

Argollas (Alboloduy)


Las argollas para atar burros aún resisten en el paisaje urbano. Conocida en algunos lugares como aldabón, y en otros como amarradero (poste, pilar o argolla donde se amarra algo).  En algunas viejas fachadas aún se pueden contemplar el desgaste de algunos de estos aros, y de su entorno en la pared, informando del amplio uso que se les dio. Hoy quiero hacer mención  a este maravilloso patrimonio que poco a poco está desapareciendo. 

El Terremoto de Dalías de 1804

A lo largo de la historia almeriense el riesgo sísmico está muy presente: terremotos destructores de Vera (1518), Almería (1522) y Dalías (1804). En esta el terremoto del 25 de agosto de 1804 fue más intenso que en Berja, IX grados escala M.S.K., la villa quedó arrasada, el templo parroquial se arruinó completamente, así como también la casi totalidad del caserío. En el estudio del citado terremoto se ha demostrado muy fructífera la documentación conservada en el Archivo de la Curia del Arzobispado de Granada.


La ocupación del territorio por el ser humano genera los conceptos de riesgo y desastre natural, acontecimientos que han estado muy presentes en la geografía provincial en el siglo XIX. Almería ha conocido todos los desastres naturales clasificables, por lo que su influencia en la población y la economía ha sido importante. La provincia, y Berja en particular, sufrieron duramente el terremoto de 1804, no siendo el único suceso sísmico ni desastre natural luctuoso padecido. Sin embargo, el dinamismo de los almerienses estuvo por encima del pavor y la tragedia, aunque cabría preguntarnos hasta donde hubieran crecido. Las zonas afectadas sin la visita de terremotos, inundaciones y sequías.

La causa de que haya tantos terremotos es porque la Península Ibérica está situada en el borde de la placa de África y la de Euroasiática y esto provoca más 

En los pueblos contiguos los daños tambien fueron considerables como : .

Todas las torres de las iglesias que sobrevivieron  presentaron daños por 1804, como la de Darrícal.

-El Poblado de Inízar quedo muy destruido.

-En Dálías la iglesia quedó totalmente destruida donde el nuevo templo se edificó con torres bajas y chatas, una de las primeras medidas sismorresistentes en España. El número de muertos ascendio a 253 personas.

-En Canjayar 4 muertos y muchos heridos, 60 casas desplomadas y mandadas a derribar 120 por los daños, entre ellas la iglesia.

-En Turón 167 casas mandadas derribar además de la fábrica de plomo y el chapitel de la iglesia de Turón fue reconstruida al perderse el original en 1804.

-En Berja la destrucción fue importante, 40 los muertos, se remodeló arquitectónica y urbanísticamente, en especial la avenida Manuel Salmerón y la plaza porticada del mercado, la iglesia fue reconstruida completamente.

-Para Benínar no hay datos, pero viendo la destrucción de los pueblos de alrededor nos podemos imaginar lo que aconteció.

Reloj Solar (Alhabia)

Reloj solar esculpido en piedra, es un referente del patrimonio cultural de la Villa de Alhabia. Construido en una de las fachadas del municipio, ha mostrado su hora a muchas generaciones. Este reloj con 300 años aproximadamente de antigüedad,  es una visita obligatoria de este maravilloso pueblo alpujarreño.

Fotos antiguas.
Fotos antiguas.



Fotos: David Téllez

Necrópolis de los Churuletes

Importante poblado de la Edad del Cobre. A pesar de haberse visto afectado por la carretera de Somontín, presenta un gran interés para la investigación, por lo que se recomienda su decalaración de B.I.C. La  Zona Arqueológica debería incluir además otro poblado de la Edad del Cobre existente en las cercanías (Churuletas II) y una necrópolis próxima de igual cronología (Llano de las Churuletas-Rambla Salada). En esta necrópolis de la Edad del Cobre, se han localizado seis tumbas colectivas y unas estructuras similares a silos revestidos de piedras, cuya interpretación aún es imprecisa.

Destacar qué se han hallado unos brazaletes de concha en la sepultura 5, una concha perforada en la sepultura 1 y vasos campaniformes que hoy adornan las vitrinas del Museo Arqueológico Nacional.




Los Milagros de la Virgen del Socorro (Tíjola)

Otra Virgen venerada en Almería, y a la que se atribuyen multitud de milagros, es la del Socorro, en Tíjola. La leyenda comienza con su procedencia, y es que según los versos que aún hoy siguen recitando algunas ancianas, llegó desde Nápoles. En el año 1498 los Reyes Católicos auxiliaron al reino italiano tras la invasión de las tropas de Carlos VIII de Francia y, en agradecimiento por ese “socorro”, la imagen, con algún que otro contratiempo, llegó a nuestras tierras. No se sabe dónde anduvo la imagen durante un periodo de 70 años, pero el caso es que Don Juan de Austria la coronó en Tíjola cuando terminó la sublevación de las Alpujarras. No fue hasta el 7 de abril de 1575 cuando, según la página 468 del Libro de Apeos y Repartimientos de Suertes, decidieron llamarla “del Socorro” y edificarle una ermita para que protegiese a la población de morir exterminada por una plaga de langostas que azotaba el lugar en esas fechas. Desde entonces, la imagen ha seguido obrando prodigios, como el de unos valientes soldados tijoleños que se vieron rodeados por las huestes mahometanas en las playas de África. Ellos se encomendaron a su patrona porque su destino se ceía de oscuridad (morirían ahogados o acribillados a balazos). Cuenta la tradición que la Virgen arrancó en vuelo, como si de un pájaro se tratase, y surcó el cielo desde Tíjola hasta donde aquellos hombres la necesitaban, atravesando el Mar Mediterráneo, y posándose delante de los malhechores que pretendían disparar sobre los almerienses. Todas y cada una de las balas enemigas rebotaron en el manto de la Virgen del Socorro, provocando la huída de aquellos guerreros africanos.



Pies de Plata y los Milagros de la Virgen de Tices

En la cumbre de Ohanes está la ermita de la Virgen de Tices, construida durante los primeros años del siglo XIX, según otra leyenda, por un soldado que regresaba a casa tras luchar en una batalla. En su mochila llevaba una imagen de la Virgen, sentándose a descansar en los restos de la antigua ermita de San Marcos. Cuando quiso seguir su camino, la mochila pesaba tanto que no pudo levantarla. Aquello fue tomado como una señal inequívoca de que la Virgen quería seguir allí para siempre. Esta historia, con alguna variante, es la misma que se cuenta como origen de la construcción de muchas ermitas e iglesias. El carácter milagroso de esta Virgen hace que miles de peregrinos acudan a ella cada año en busca de su consuelo. Desde que este culto comenzase, las peticiones que se llevan la palma son las que tienen que ver con la salud, el amor no correspondido y el trabajo. Precisamente esto último se acentuó con la aparición de la industria minera en los pueblos almerienses. Y es entonces cuando entra en escena el protagonista de la leyenda que quiero contarles:

El auge económico que trajo consigo la aparición de un filón de plata en Cuevas de Almanzora en 1838, también atrajo a diversos bandoleros que hacían su agosto asaltando a los comerciantes, entre ellos el bandido “Pies de plata”. No había camino, cortijo o pueblo que se le resistiera, ni diligencia o pistolero que pudiera capturarle. El apodo le venía por la velocidad con la que corría cuando era perseguido. En una ocasión el bandolero acorraló a un vecino de Ohanes que estaba atravesando un barranco para subir a la ermita de la Virgen de Tices. Como no tenía otra escapatoria, el buen hombre se precipitó voluntariamente hacia el abismo no sin antes implorar «¡Sálvame, Virgen de Tices!». “Pies de plata” consideró que su objetivo había pasado a mejor vida y volvió por donde había venido sin saber que en ese mismo instante el ohanense había sido teletransportado a la ermita de forma milagrosa, logrando salvar su vida.

Se cuenta también que durante la epidemia de cólera que azotó la región en 1885, bajaron la Virgen al pueblo consiguiendo con esto que ningún vecino cayese enfermo. Y que el Arzobispo de Granada, Juan Manuel Moscoso y Peralta, gravemente enfermo, también fue sanado por la imagen.

Ermita de Tices realizado por Cristóbal Pardo.

Las Ánimas Benditas de Adra

En la Rambla de las Cruces de Adra hay un rincón especial. Sea la hora que sea, esté lloviendo o haga viento, seguramente encuentres una fila de personas esperando junto a un pequeño santuario. Quieren rendir culto a las ánimas benditas mediante oraciones y ofrendas. Estas últimas van desde las típicas flores o garrafas de aceite para mantener viva la llama “de las mariposas”, hasta velos de novia, botellas de champán o incluso cruces de ataúdes.

Las personas piden cosas y las ánimas las conceden. A cambio, se debe cumplir lo prometido. Como si fuera un sobrenatural acuerdo entre un vivo que tiene un problema y un alma difunta que está en el purgatorio y necesita llegar al Cielo por medio de la luz que le puedan proporcionar.

Tradición

Este culto proviene de la Edad Moderna, tras la Reconquista cristiana, y se acentúa a partir de los dictámenes de Felipe I y Felipe II. En Adra, el historiador José Albarracín establece que a finales del siglo XIX había una hermandad en la población que se dedicaba a pedir dinero, puerta a puerta, para las ánimas benditas. Iban totalmente vestidos de negro y algunos vecinos les tenían miedo, sobre todo porque si alguien rehusaba dar la limosna requerida, eran agraviados con amenazas e invocaciones al más allá. En la actualidad existen tres ermitas: la de La Alquería, edificada por los dueños de la fábrica de azúcar que había allí, de finales del s. XIX; la que regenta Manuel Fernández, un conocido vecino, y la de la Rambla de las Cruces, cuya historia también tiene que ver con lo extraño.

Las ánimas

Una abderitana, Ana Espinosa, encuentra las ruinas de lo que parece ser una ermita mientras caminaba sollozando durante la Guerra Civil española. Ante el hallazgo imploró al cielo y pidió que si su hermano y su padre volvían de la contienda sanos y salvos, levantaría allí una ermita. Así empezó todo.

Las peticiones que se realizan pueden ser de cualquier tipo. Las más curiosas tienen que ver con el despertar de las personas, pues dicen que en Adra no hace falta reloj. Basta con rezar a las ánimas antes de acostarse, y ellas te despertarán a la hora deseada. Así nunca olvidarás una cita importante. Manuel Fernández, ‘el de las ánimas’, siente un profundo fervor hacia el fenómeno. “De pequeño recuerdo cómo mi madre, que era sorda, escuchaba el sonido de los golpes en la puerta de nuestra casa, como si alguien la llamase. Cuando abría, no había nadie, pero se encontraba las mariposas apagadas. Era un aviso de que tenía que encenderlas. Las ánimas no pueden quedarse sin luz”.

En otra ocasión, un vecino de la familia de Manuel vio en su casa a una mujer, vestida de negro, sentada en una butaca; mujer que se desvaneció en la nada cuando este vecino intentó mediar palabra con ella. Y es que si la persona no cumple su cometido, las ánimas benditas pueden emprender represalias. La más conocida, a la vez que temida, es la del llamado “Santo Entierro”. Esta comitiva de mujeres está comandada por una anciana. Van vestidas de negro y llevan largos velones. Si te las encuentras, no las puedes mirar a la cara. Debes arrodillarte y rezar.

Testimonios

En una ocasión, un joven del pueblo injurió sobre la ermita y las propias ánimas. Desde ese día, en su casa notaba bajadas de temperatura, “como un frío extraño que iba y venía”. Los fenómenos se agravaron hasta el punto de que las ventanas se abrían y cerraban solas, con excesiva virulencia. A instancia de un amigo, el joven fue a pedir perdón a la ermita, y los sucesos extraños cesaron.

Como vemos, muchas de estas historias rozan lo imposible. Usted no tiene por qué creerlas, es posible que algunas no sean ciertas, pero no podemos obviar que forman parte de la vida y la sociedad de Adra. Debemos rendirnos ante un fenómeno que no entiende de países ni religiones. Es frecuente ver a musulmanes llevando ofrendas, y también a ortodoxos. Si siente curiosidad, acérquese a la Rambla de las Cruces y descubra lo mágico de un lugar que traspasa fronteras.

Si tenéis más curiosidad sobre el tema, hicimos un reportaje para Cuarto Milenio que podéis ver en este enlace:

https://www.mitele.es/programas-tv/cuarto-milenio/57b0cbadc915dac0728b46b6/player


La leyenda del Perro del Obispo Villalán

No me cansaré de repetir que Fray Diego Fernández de Villalán, uno de los obispos que ha tenido nuestra ciudad, es uno de los personajes más fascinantes de la historia de Almería. Suyo es el sol que es tomado como emblema de Almería, aunque la mayoría de gente se lo atribuya a Portocarrero, otro obispo. Y él fue el promotor para que la catedral actual se reconstruyese y hoy podamos admirarla. Fue durante esas obras cuando Villalán se convirtió en protagonista de la primera de las leyendas que quiero contarles. Estando él con los albañiles en una de las estancias de la catedral, de la nada apareció un perro que ladraba insistentemente como si tuviera miedo de algo. El can salió de la catedral como si el mismo diablo lo persiguiese y Villalán, junto con sus hombres, corrieron tras él para interesarse por lo que ocurría. Una vez fuera, el techo de la estancia donde habían estado segundos antes se derrumbó. Gracias al perro, que desapareció de la misma forma que apareció, Villalán se salvó de morir aplastado entre los escombros. Como muestra de agradecimiento, el obispo quiso inmortalizar al animal mandando construir una estatua que permanece fiel a los pies del sepulcro de Villalán, perfectamente visitable si van a la catedral. El motivo real seguramente fuese el amor del obispo por los animales, especialmente los perros, y que en su escudo haya representados cuatro de ellos.


… Su fiel perro sepultado

no lejos de él asimismo

fue en la Catedral, a un ángulo

del jardín claustral contiguo.

Pero el artista, que el túmulo

cinceló, romper no quiso

tal lealtad; y al pie del lecho

de mármol en que dormido

reposa el prelado egregio

de sus pompas revestido,

velando su pétreo sueño

también está el gozquecillo[1].

 Poesía del artículo “El Guardián del Obispo de Piedra”, de Florentino Castro Guisasola aparecido en el diario “La Independencia” del 7 de abril de 1932.

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