jueves, 15 de agosto de 2019

Albufera de Adra

Este humedal costero, situado cerca de la población de Adra, constituye una fuente permanente de alimento y vida para la fauna residente en la zona y lugar de paso obligado en las rutas migratorias para las aves, entre los continentes europeo y africano. Compuesto principalmente por dos lagunas, Albufera Honda y Albufera Nueva, sorprende su situación en un entorno natural rodeado de zonas de cultivo intensivo, a manera de islas de agua inmersas en un mar de plástico. A pesar de los cambios ocurridos en su ambiente con el paso del tiempo y su reducido tamaño actual, el complejo palustre constituye un punto caliente de biodiversidad, con presencia de unas 600 especies de flora y fauna identificadas.

Entre las 172 especies de plantas inventariadas destacan por su abundancia, la espiga de agua y la najas, pero sobre todo Zannichellia contorta por estar "en peligro de extinción". La vegetación emergente está dominada por el omnipresente carrizo, si bien es de interés la masiega, helófito raro en Andalucía oriental.

En cantidad dominan los invertebrados, de los que actualmente se han citado 198 taxones, siendo protagonistas el caracol Melanopsis lorcana y el escarabajo Cybister vulneratus por estar amenazados


De las 232 especies citadas de vertebrados, dignos de mención son el fartet, pez endémico "en peligro de extinción", con su ultimo refugio andaluz en Adra y la ranita meridional con la ultima población estable de todo el sureste ibérico, presente aquí. Predominan en diversidad las 183 especies de aves, un tercio de las cuales está constituido por pequeños pájaros palustres, como los amenazados, ruiseñor pechiazul, buscarla unicolor, carricerín real y escribano palustre. Pero las indiscutibles protagonistas de las albuferas son las aves acuáticas, con casi 100 especies diferentes. Destaca la malvasía cabeciblanca, "en peligro de extinción", que tiene aquí uno de sus pocos refugios de cría e invernada de Europa.

Las albuferas de Adra se localizan en la costa suroccidental de la provincia de Almería, dentro del término municipal de Adra, entre Puente del Río y la playa de Balanegra. Calificadas y catalogadas por la Consejería de Medio Ambiente como Reserva Natural el 28 de julio de 1989, tienen su origen en el aislamiento de bahías litorales que se cerraron al mar por aportes sedimentarios, dando lugar a lagunas costeras. Ya en el año 1751, se tenía constancia de la existencia de la albufera Honda, siendo en los años treinta del siglo pasado cuando se aísla del mar la albufera Nueva. Este último proceso se produjo como consecuencia de la desviación del curso del Río Adra y la construcción del puerto pesquero de la ciudad. Ambos hechos provocaron un cambio en la dinámica litoral, alterando ésta el perfil del delta del río.

La extensión global de las albuferas es de 75 hectáreas; 13 ha corresponde a la albufera Honda, 29 pertenecen a la albufera Nueva, 11 pertenecen a vegetación y las restantes son el área de amortiguación. En épocas anteriores a la introducción de cultivos intensivos, las albuferas estaban rodeadas de extensos arenales y restos de dunas, de las que aún quedan depósitos al norte de la carretera general. En estos arenales, fijados por la vegetación, existen zonas deprimidas que se inundaban en invierno y primavera, instalándose una comunidad hidrófila de gran extensión superficial, que era hábitat idóneo para muchas especies de animales, sobre todo aves, que obtenían refugio y un lugar apropiado para su reproducción.

Actualmente todo es distinto. Esta amplia zona verde antaño es hoy poco más de dos lagunas rodeadas de una fina cortina de vegetación y circundadas por un buen número de cultivos intensivos. Los residuos agrícolas originados por estos cultivos bajo plástico han venido a agravar la situación ambiental, aportando contaminantes al agua que disminuyen la calidad del medio. La intensa acción humana ha provocado una drástica reducción en la flora y fauna y la degradación progresiva del ambiente, así como una reducción de la superficie ocupada por las aguas. 

Su observatorio ornitológico acoge a grupos organizados para visitas con fines didácticos y científicos, previa solicitud de autorización dirigida a la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible C/ Canónigo Molina Alonso, n.º 8, 04071-Almería.




Fotos: David Téllez

miércoles, 14 de agosto de 2019

Fundición de San Andrés

En el suroeste del municipio de Adra, junto al Puerto de la ciudad, se localizan los restos de la fundición San Andrés.


Esta fundición, dedicada al proceso completo de la producción del plomo: tratamiento de la galena en reverberos ingleses, fundición de escorias, concentración y desplatación de plomos pobres, copelaciones a la inglesa,... estaba compuesta, en origen, por los siguientes elementos:

- Instalaciones industriales: torre de los perdigones, fábrica de vinagre, espartenos, caleras, pavón, hornos reverberos y atmosféricos, copelas, minio, caños y planchas, fogatas, aljibe y alberca, fragua, carpintería y caballerizas.

- Equipamientos: casa municipal, ermita, casas de la dependencia, guarda, hospital,

De ellos, se conservan en la actualidad los siguientes elementos:

Torre de los perdigones

Monumento que pertenece al complejo de la antigua fábrica de fundición de plomo de San Andrés, construida en el año 1822. La fábrica fue cayendo en deterioro desde el año 1840 ya que los recursos de las minas de plomo de la Sierra de Gádor  ,motivo por el cual se concentraron las industrias más importantes en la zona, se fueron agotando.

Esta torre fue construida para la fabricación de perdigones y sus medidas son de 44 m de altura, 7,5 m de diámetro en la base y 4,45 m en la coronación. Dentro de ella hay un pozo de 12 m de profundidad y 1,9 m de diámetro.

Cabe decir que, posteriormente a la reforma de 1984, la torre constaba de una bella escalera de caracol, con escalones hechos de piedra, adosada a los muros. En la torre, además, pueden contemplarse tres tramos: un primer tramo de mampostería con revoque de mortero de cal, un segundo de ladrillo visto y tiene forma de ladrillo de cono, como el primero, y un tercer tramo de forma cilíndrica en el que había un pequeño horno donde se fundía el plomo con el que se hacían los perdigones. 

Consta, también, de cinco huecos en altura que formaban cuatro plataformas, con balcones a los cuatro vientos y sus correspondientes barandas de hierro. Otro de los elementos que destacan dentro de la torre son los balcones de madera, construidos para regular el paso del aire que enfriaba los perdigones en su caída.


Fabriquilla del Vinagre


La Fabriquilla de Vinagre es una pequeña huella que queda de la industrialización que experimentó Adra durante el siglo XIX, debido a la explotación de plomo en la Sierra de Gador. Se trata de un antiguo laboratorio, que recibió su nombre por utilizar vinagre para la congelación de la plata a partir del plomo argentífero.

Este edificio de 4 hectáreas de superficie data del año 1822, convirtiéndose en una fundición pionera dentro de la zona. Dos años más tarde se construyeron hornos ingleses alimentados con carbón. No fue hasta en el 1827 cuando se instaló la segunda máquina de vapor que hubo en España, en la que se elaboraban perdigones, planchas y tubos.

Tras su quiebra, como consecuencia de la caída del precio del plomo en 1837, fue comprada por el comerciante malagueño Manuel Agustín Heredia, que la dotó de la tecnología metalúrgica más avanzada de la época y amplió el proceso productivo al introducir la fabricación de balas, albayalde y vidrio. En la década de 1840 abordó la obtención de plata a partir del mineral traído de Sierra Almagrera. De él se conserva la torre de los perdigones, destinada a la elaboración de perdigones a partir de plomo derretido que se dejaba caer hasta su base.

La decadencia de esta fábrica y de las fundiciones dedicadas al beneficio del plomo alpujarreño tiene como causa principal el agotamiento de las minas, cuya producción fue descendiendo lentamente a partir de 1840 hasta su paralización casi total a principios del siglo XX.

En el año 2012 fue transformado por la Concejalía de Servicios del Ayuntamiento para convertirlo en la sede de la Asociación de Arte-Danza de Adra.

Otras fotos.

Torre en proceso de construcción o restauración.
Fabriquilla del Vinagre.
Otras estructuras de la fundición. 
Casa Carreño, edificio principal de la Fundición.
Restos de la Ermita de San Andrés.

Azucarera de Adra

Complejo industrial de principios del siglo XX destinado a la producción y transformación de azúcar, empleando como materias primas la remolacha y la caña de azúcar . 
Se compone de una gran nave central y dos chimeneas. Junto a este complejo se ubica otro edificio exento que distribuye su espacio en varias naves. 


Entre los materiales y técnicas constructivas más sobresalientes destaca la estructura del conjunto, reforzada a base de grandes vigas de hierro. 
En la actualidad su estado de conservación es ruinoso. En enero de 1986, se desplomó la techumbre de la nave central, que albergaba la sección de tachas, arrastrando en su caída a una de sus fachadas.

En 1922 la Sociedad Cooperativa Azucarera de Adra amplía su capital hasta la cifra de 1,75 millones de pesetas, desembolsado en un total de 4.300 acciones (3.300 en acciones de 500 pesetas y 1.000 acciones a 100 ptas cada una)se transformó en Sociedad Anónima, pasando a denominarse Azucarera de Adra S.A. 


Los acuerdos fueron tomados en las juntas generales extraordinarias celebradas los días 4 de agosto y noviembre de ese mismo año.

Se ampliaron las instalaciones y se montó la maquinaria para el sistema mixto de caña y remolacha por vez primera en España. En 1923, es el primer año de campaña mixta, con la primera producción de azúcar de remolacha. La industria aprovechaba la caña producida en la Vega de Adra y la remolacha de este municipio y los de Almería, Berja, Dalías, Roquetas y Albuñol.

Entre 1926 y 1927 la empresa se convierte en sociedad anónima bajo la denominación de Azucarera de Adra S.A. Se produce un aumento de capital social que ascendió a 4 millones de ptas repartido en 8.800 acciones integramente suscritas y desembolsadas en su totalidad. Las acciones eran indivisibles. La sociedad no reconocía más de un propietario por cada acción. La empresa era administrada por un Consejo compuesto por entre 3 y 11 miembros elegidos por la Junta General.


Asímismo los estatutos se modifican y la sociedad traslada su domicilio social a la C/ de la Victoria nº 2 de Madrid, si bien las juntas de accionistas las seguía celebrando en el edificio de la Plaza Canalejas. La nueva sociedad da entrada a socios-accionistas que no eran meramente laboradores o empresarios agrícolas. El empresario Eduardo Weibel adquiere el 51% de las acciones que cotizaban en bolsa, pasando a ser nuevo director de la Azucarera Antonio Ortega Hita.

Fuente: wikimapia.org 
Fuente: Adracultural

Fábrica de conservas "Santa Isabel"

En Adra se pueden documentar restos arqueológicos de época fenicia (siglos VIII-VII a. C.) relacionados con las industrias de salsas y salazón de pescado, indicio de pesquerías a gran escala, especialmente de especies pelágicas, como atún, túnidos menores (bonito, melva) o caballa. Estos restos continúan en época púnica (ss. V-III a. C.) y sobre todo romana, a partir del s. II a. C y hasta los siglos. III y IV. Que se utilizase la almadraba de tiro en este período no es descartable, dada la importancia de la industria de pescado abderitana. Ya en época moderna, no ha habido continuidad en el uso de esta pesquería. Para el siglo XVIII sí hay atestiguada una almadraba en la próxima localidad de Balerma, como atestigua Sáñez Reguart (almadraba de tiro, de derecho). Como otras almadrabas almerienses estaba más especializada en la captura de melvas y bonitos. Sí sabemos que se licitaron almadrabas a principios del siglo XX, tanto en Adra como en Balerma (en este caso con la oposición de los pescadores locales, dada la ocupación territorial que genera la almadraba en los meses que está calada y las míseras condiciones de vida de los trabajadores), aunque con escaso desarrollo.

La Torre del Humo de la antigua conservera de Santa Isabel, ubicada en el Pago del Lugar, en el antiguo curso del río Adra, se divisa desde diversos puntos del municipio. Pertenece a la antigua conservera, fundada en 1888, que funcionó como ingenio azucarero, como conservera de verduras y, posteriormente, como conservera de pescado: sardina, caballa, melva, boquerón, que eran elaborados en palmilla cubierta de papel gracias al minucioso trabajo de las mujeres de los pescadores. Fue la fábrica de Conservas Santa Isabel, que cesó en su actividad en 1997 y que fue demolida en 2012.



Se dedicó a la elaboración de conservas en 1931, con tomate y melocotón y tomó el nombre de Santa Isabel en 1941, en honor a la suegra del dueño (el empresario virgitano Joaquín Vázquez), cuando también se trabajó el membrillo y la fruta escarchada. la fábrica Santa Isabel funcionó hasta 1997 con conservas de pescado (la muy conocida melva de Adra), y hasta hace poco se utilizaba como almacén de piensos y huevos.

A la fábrica llegaban capturas de muchos de los puertos del Mediterráneo que se distribuían enlatadas dentro y fuera de la península. Conservas Santa Isabel disfrutaba de reconocido prestigio, gracias al esmero proceso de elaboración a manos de mujeres de la localidad. Después de limpiarlo, el cocido era el secreto de la excelencia de las conservas. Las sardinas se cocían al vapor, y la caballa y la melva en calderas y parrillas con cestas en salmuera que se condimentaban con ramas de laurel. Sacadas las raspas, los pescados se cortaban en filetes. Era labor de las estibadoras colocar los filetes en latas y evitar que penetrara el aire en su interior. Después de regar con aceite de oliva, se introducían en la autoclave con vapor para sellarlas.

La desaparición de Conservas Santa Isabel, tras la fallida experiencia de la iniciativa OPEPESA (1997-2000), acabó con una tradición conservera de pescado, no continua, pero que se remonta en sus orígenes al garum y las salazones de la Abdera antigua. Lamentablemente, de este modo concluyó el recorrido de dos siglos de esplendor de la industria abderitana, desde la metalurgia, pasando por la producción de azúcar, hasta las conservas vegetales y de pescado.

Proceso de demolición .

Ermita de San Sebastián

Situada en la ladera sur del Cerro de Montecristo, está incluida en la delimitación del BIC Cerro de Montecristo. Es un pequeño edificio de planta de cruz latina con portada a los pies de ladrillo, formada por dos cuerpos adintelados que enmarcan sendos arcos de trazado mixtilíneo, rematándose todo el conjunto con una espadaña. 

Su construcción data de 1680 y reedificado en 1715, si bien desde 1591 se tienen noticias de existencia de un pequeño oratorio dedicado al mismo santo en este lugar. 

A mediados del siglo XVIII fue ampliada por la cabecera, a la que se le añadió el crucero y se cubrió todo su espacio con bóveda de cañón. En el interior se veneran las imágenes de San Nicolás de Tolentino y de la Virgen del Mar, patronos de Adra. 

En su interior se hallan importantes restos romanos de las factorías de salazones, pertenecientes al siglo I a.C. Igualmente se documentaron en una intervención arqueológica numerosas lápidas de carácter funerario con inscripciones latinas. 







Fuente: Landscare
Fotos: David Téllez

Riada del 19 de Octubre de 1973

El mes de octubre del año 1973 será recordado para siempre en la provincia de Almería, y en varias poblaciones de la vecina Granada como el de la riada, cuando se registraron unas cifras de precipitación escalofriantes en algunas zonas.

Durante la noche cayó una tromba de agua impresionante, dejando más de 600 litros en algunas poblaciones, pero tal y como recuerda Pepe Martín, entonces profesor en el instituto, «aquí no cayó ni una gota esa mañana».

Pero según dicen los mayores, «el río Adra recuperó sus escrituras de propiedad y se desbordó inundando por completo la ciudad, destruyendo casas y la vega», aunque afortunadamente y no como pasó en otros pueblos, no hubo víctimas mortales. Para paliar los daños llegaron del gobierno 5.000 millones de pesetas. Casas y calles como la Carrera Natalio Rivas anegadas, se perdieron cosechas, vehículos y animales...y el agua se llevaba las latas de melva de la fábrica Santa Isabel.

La vieja muralla de la fábrica de conservas Santa Isabel, contuvo durante horas  la mayor parte de la riada, evitando así que el agua  penetrase en el centro del pueblo. Pero cuando esta no pudo aguantar más, el  río arrasó sin piedad sus instalaciones dirigiéndose el agua  de Levante a Poniente , entrando al pueblo por la carretera de Almería. Para ese momento, toda la vega de Adra estaba ya inundada y en proceso de destrucción de la mayor parte de sus cultivos.

Los hechos se debieron a la 'gota fría' y el temporal descargó en la cuenca del río Adra más de 206 litros por metro cuadrado, más de la mitad de las lluvias que se registran de media anual.

El río alcanzó un caudal de 1.200 metros cúbicos por segundo y rompió en la mañana del 19 de octubre los muros de defensa construidos para el desvío de su curso bajo. Las aguas, tras arrasar la vega de La Habana y todos los pagos situados entre la barriada del Puente del Río se dirigieron a Adra. El nivel del agua alcanzó en algunos lugares de la Calle Natalio Rivas más de dos metros. Desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde transitar por el pueblo era imposible, ya que estaba anegado totalmente, hasta tal punto que desapareció por completo la barriada de La Juana. Muchos no han podido olvidar algunas de las esperpénticas imágenes que vieron o el miedo que pasaron por no encontrar a un familiar.


A media mañana se empezaron a escuchar rumores sobre que venía el río. La gente se asemaba a la ventana para ver qué pasaba y vieron  venir una ola de agua muy negra que fue inundando poco a poco la plaza del ayuntamiento, los coches flotaban, había cañaveras, matorrales ,cuentan algunas personas que vivieron el trágico momento. Sobre la una de la tarde el agua empezó a disminuir y a llenarse las calles de gente. 

En La Alquería «había un paisaje desolador de barro, todo destruido». Adra tuvo suerte dentro de lo que cabe. En La Rábita y Albuñol, a escasos kilómetros sí hubo víctimas mortales. Un acontecimiento que quedara marcado para siempre en el recuerdo de los abderitanos.

Puente del Río.
Calle Natalio Rivas.
Calle Natalio Rivas
Calle Natalio Rivas.
Calle San Sebastián.
Calle Natalio Rivas.
Calle Natalio Rivas.
Calle Natalio Rivas.
Gente llevándose las latas de conservas que se esparcieron por todo el pueblo debido a la riada. Según cuentan los lugareños ,varios lotes de estas conservas estaban en mal estado, lo que provoco que los consumidores de estos lotes  enfermaran días después con problemas gastrointestinales.
Calle Natalio Rivas.

Calle Natalio Rivas.
La Vega de Adra.
Calle Natalio Rivas.

Calle Natalio Rivas.




domingo, 11 de agosto de 2019

Carretera Inacabada de Santa Fe de Mondújar

El tramo de vía que se encuentra en las inmediaciones del pueblo almeriense de Santa Fe de Mondújar se empezó a construir para unir Almería con Granada. La idea era que este tramo enlazara con la que hoy es la N-340.

La zona presenta una muy accidentada topografía, lo que puede explicar que finalmente este proyecto se abandonará a favor de otros trazados  más viables y seguros. Hoy esta vía se ha quedado como carretera inacabada con zonas totalmente asfaltadas y muros protectores y quitamiedos de piedra en algunas zonas, pero en otras, el terreno presenta condiciones totalmente salvajes. Hay excursionistas, motoristas y ciclistas de la zona que usan la carretera para rutas solitarias

Era de la Mela

Era de medianas dimensiones, situada en la barriada de La Mela ( Sorbas ).

Era de la Mela.
En desuso actualmente.

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