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miércoles, 15 de enero de 2025

Juan Lirola Gómez

Juan Lirola Gómez (Adra, Almería, Andalucía) 1829 -Almería 1894), fue un político español que llegó a ser alcalde de Almería.

Juan Lirola es en gran parte artífice político del despegue económico y de infraestructuras que la ciudad de Almería vivió a finales del siglo XIX, al amparo del auge en la industria minera y de la exportación de la uva.

Vinculado desde siempre al cultivo de la uva de mesa, a principios de 1860 se instala en la capital almeriense y empieza a trabajar con la empresa Spencer y Roda, una de las más importantes de la época en la provincia, dedicada a la exportación de uva, esparto y mineral.

Miembro del Partido Liberal y amigo del también político almeriense Carlos Navarro Rodrigo, fue alcalde de Almería en tres ocasiones, entre 1881 y 1888. En su trabajo político destacó la renovación y ensanche burgués del centro urbano de la ciudad (obras entre las que cabe citar la apertura de nuevas calles o la ampliación del entonces Paseo del Príncipe desde la altura de la calle Lachambre hasta la Plaza Circular), la introducción de los acerados de Portland y la creación de las primeras redes de agua potable desde Alhadra, inexistentes aún en la ciudad.

Promovió también la feria y fiestas patronales (celebradas desde entonces durante la segunda quincena de agosto, en honor a la Virgen del Mar) y consiguió que el Ministerio de Fomento dispusiera la creación de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos.

Tuvo también un papel enormemente destacado en el fomento de las infraestructuras de transporte de la capital, participando en la comisión que defendió ante el Gobierno la construcción del ferrocarril Linares-Almería y como presidente en la junta de obras que remodeló el puerto comercial.

Por fin, fue fundador y primer presidente de la Cámara de Comercio de Almería, que comenzó a funcionar a finales de 1886.

Fuente: Wikipedia

José Tovar y Tovar

Tovar y Tovar, José (Adra, 1800 - Almería, 1858). Político.

      Político liberal. José Tovar y Tovar nació en Adra el 12 de junio de 1802. Posiblemente su bautismo castrense obedece a su ascendencia militar, descendiente de Luis de Tovar, capitán de la fortaleza de Adra que murió en la defensa de la villa durante el Asalto Turco de 1620. Su residencia en Adra la combina con largas temporadas en Alhabia, donde su tío José Antonio Tovar Fernández ejercía como cura y vicario. En esta ciudad contrajo matrimonio, el 6 de abril de 1822, con María de los Dolores García Alonso, de 29 años de edad, cuando José Tovar no había cumplido aún los 20 años.

      Su apuesta decidida por el liberalismo y por las sucesivas intentonas de restaurar la Constitución de 1812 marcaron su vida política y su postura social. La primera actividad política de este liberal doceañista se remonta a 1821, meses antes de su boda, en pleno Trienio Liberal. Ese año es elegido como uno de los electores de Almería para contribuir con su voto a la elección de diputados provinciales. En ese momento Tovar es un liberal moderado que participa representando a Almería en las elecciones de diputados a Cortes que se celebran en Granada el 2 de diciembre de 1821.

      Tras la victoria de los ejércitos absolutistas y la suspensión de la Constitución de 1812, José Tovar vive en 1824 en Alhabia siendo uno de los mayores propietarios. A pesar de su buena situación personal y familiar, decide jugarse su fortuna y su propia estabilidad participando de lleno en la primera intentona liberal contra el gobierno de Fernando VII, conocida como la “Insurrección de Los Coloraos”. Tovar contacta con los exiliados liberales que se habían refugiado en Gibraltar y prepara desde la Taha de Marchena una fuerza militar terrestre, de apoyo a una invasión por mar. El asalto a Almería fracasa por la escasa colaboración y, desde la ciudad, hace que la expedición se retire. En la huida la fuerza rebelde se divide. Los que optan por la retirada en barco son todos apresados y fusilados el 24 de agosto. El resto de la fuerza de tierra se dispersó, sufriendo una encarnizada persecución por parte de las fuerzas absolutistas. José Tovar se retira a Alhabia, su pueblo de residencia, junto con 90 seguidores. Sus amigos liberales ocultan la verdadera filiación política de Tovar y acuerdan que éste entre a trabajar como secretario del ayuntamiento de la localidad.

      Pero la tranquilidad dura hasta el final del verano, cuando se presenta el comandante Ballesteros en la comarca con una columna de 200 hombres, acompañado de otros 200 realistas de Alhama la Seca. Esta fuerza recorre todos los pueblos apresando a todos los que fuesen acusados por algún vecino, de haber tomado parte en la intentona liberal. La mayoría de los liberales escondidos o que disimulaban sus simpatías son hechos prisioneros. Tovar consigue escapar escondiéndose en el monte para vivir durante cuatro años acosado por las partidas absolutistas. En 1828, el extremismo absolutista se modera algo. Tovar decide aprovechar la coyuntura y se entrega buscando un juicio. Al final es absuelto, a cambio de pagar una gran suma de dinero por su libertad y por la de un total de 700 encausados, originándole casi la ruina económica. Además, Tovar quedaba inhabilitado de manera absoluta de poder obtener empleo alguno y de representar cargo político alguno.

      El golpe de suerte que Tovar necesita se produce con la muerte de Fernando VII, en septiembre de 1833, y la necesidad de apoyo liberal que tiene la regente, María Cristina. Esta situación será aprovechada por los liberales más exaltados, que tratan por todos los medios buscar el momento propicio para la vuelta a la Constitución de 1812 o de otra constitución que garantizase libertades similares. Durante el verano de 1835, las medidas restrictivas y dubitativas de la reina María Cristina desesperan a los liberales. Ello provoca que durante el mes de agosto de ese año se inicien en Andalucía una serie de pronunciamientos liberales que pretenden forzar al Gobierno a restablecer la Constitución de Cádiz como norma fundamental de convivencia. Con el apoyo de la Milicia Nacional se organiza en cada una de las provincias una Junta Gubernativa. Estas juntas acaban independizándose del poder central, deciden no reconocer el Estatuto Real y exigen la vuelta de la Constitución de 1812. En el caso de Almería, la Junta Gubernativa Provincial pretende aprovechar la coyuntura para completar el proceso de independencia de la provincia de Granada y lograr una autonomía plena. Esta Junta Provincial nombra, además, los dos representantes que asistirían a la reunión de la Junta Central de las Andalucías, formada por los representantes de cada una de las juntas provinciales. Fueron elegidos José Salamanca y José Tovar y Tovar, que en ese momento ocupaba el cargo de oficial primero del Gobierno Civil de Almería.

      La Junta Central puso en marcha un ejército de 16.000 hombres que se dirige a La Mancha para hacer frente al ejército del Gobierno de Madrid. No hubo enfrentamiento, ya que las fuerzas gubernativas se pasan al ejército de la Junta. Tras este éxito negociador aparente, la Junta Central se disuelve el 19 de octubre de 1835 en Andujar, siendo José Tovar uno de los miembros firmantes. Entre 1836 y 1837 la Constitución de Cádiz vuelve a estar vigente hasta la promulgación de una nueva constitución en 1837. Las elecciones a Cortes Constituyentes se celebran a primeros de octubre, resultando elegido como diputado José Tovar, como uno de los cinco representantes de la circunscripción de Almería. Tovar formó parte del Congreso en las Cortes Constituyentes de 1836, que dieron comienzo el 17 de octubre de ese año y finalizaron el 4 de noviembre de 1837, con la aprobación de la nueva constitución. La legislatura concluye el 4 de noviembre de 1837 y con ella el escaño de Tovar en el Congreso de los Diputados. A partir de este momento se abre un periodo de victorias de los liberales moderados sobre los progresistas, que se prolongará hasta mediados de 1840. Tovar participa en las elecciones de 1838 y 1839 en su condición de diputado provincial, sin conseguir escaño al congreso. El 11 de enero de 1840, José Tovar era diputado provincial y aceptó el cargo de primer teniente de alcalde del Ayuntamiento presidido por Ramón Algarra.

      El 2 de diciembre de 1840, una vez que las aguas de la política han vuelto a su cauce y la situación se ha tranquilizado, José Tovar se convierte en Jefe de la empresa de guardacostas y de la sal, en representación de su antiguo amigo y compañero de Junta Central de Andalucía, José Salamanca, tomando en arrendamiento las salinas y aduanas de la provincia. Salamanca había conseguido en 1839 el monopolio de la sal durante cinco años, cosa que le dio grandes beneficios. En 1841 se presenta a las elecciones, pero no obtiene los votos necesarios para ser nombrado senador, quedando en el quinto lugar de los más votados. En ese momento y a partir del 19 de febrero, José Tovar es alcalde 2º del Ayuntamiento almeriense, cesando en este puesto el 1 de enero de 1842. Durante su mandato realiza una exposición al Regente Espartero pidiendo una condecoración “a favor de los que concurrieron a la desgraciada empresa que en 1824 acometieron un corto número de valientes patriotas con el objeto de restaurar la libertad nacional, para cuyo efecto acompaña un modelo y que se le autorice para esculpir la cruz que propone en el frontispicio del mausoleo en que reposan las cenizas que los que perecieron víctimas de aquel arrojo, haciéndose extensiva dicha gracia a todos los que tomaron parte en el mencionado hecho y a los que le protegieron, con tal de que no hubiesen desmerecido por su conducta posterior”. En agosto Espartero accede a la petición del Ayuntamiento almeriense promovida por Tovar, concediendo una cruz de distinción para los que se hallan en los casos expresados, autorizando a la misma para esculpir aquella en el sitio que designa.

      El 27 de mayo de 1843 José Tovar concurre al Cabildo abierto como empleado. El 10 de octubre de ese año vuelve a ser diputado provincial llamado por Joaquín de Vilches y, el 22 de octubre, presenta un notable informe sobre la división de la provincia en distritos electorales. El abderitano permanecerá como diputado provincial hasta diciembre de 1843. Participa este verano en la defensa de Granada contra el asedio de las tropas del Regente General Espartero y al lado de las fuerzas sublevadas de los generales Prim, Serrano y Concha. Como subteniente de la Compañía de Granaderos del Batallón de la Milicia Nacional se pone al mando de una columna de voluntarios que sale desde Almería y logra poner fin al asedio de Espartero. La intervención de la Milicia Nacional al mando de Tovar hace que la provincia de Almería se gane el respeto y la admiración de la nación en la defensa de las libertades. En septiembre, el Gobierno concede a Almería el título de “Decidida por la Libertad”, por el auxilio de Tovar a las fuerzas que en Granada estaban situadas, por las tropas de Espartero. Esta popularidad momentánea le valdrá a Tovar ser llamado a la Diputación por Vílchez en el otoño de 1843. A comienzos de octubre Almería está gobernada por una Junta Provincial en la que participan Tovar, Llanos y Jover, entre otros, con el apoyo y control de la Milicia nacional. Pero el Gobierno provisional que ha vencido a Espartero envía tropas al mando de Diego de los Ríos, que desarman a la Milicia nacional y provoca la fuga de muchos de los miembros de la Junta Revolucionaria. Durante los años en los que se aplica en Almería el proceso de Desamortización de los Bienes Eclesiásticos, aprobada por el ministro Mendizábal como medida para hacer frente a la supresión de los diezmos, desde 1838 a 1849, encontramos a José Tovar como uno de los mayores compradores de fincas agrícolas afectadas por esta medida.

      El 1 de enero de 1852 José Tovar aparece como regidor del Ayuntamiento de Almería, como uno de los regidores antiguos. 1853 es un año muy importante para la familia Tovar García. Dolores Tovar García, hija de José Tovar y Dolores García, nacida en Alhabia en 1825, contrae matrimonio con Francisco Jover y Berruezo (1828-1878), alcalde de Almería y diputado de las Cortes Constituyentes de 1869. La boda se celebra en Alhabia el 20 de febrero de 1853. En 1854 Tovar es vocal de la Junta Revolucionaria Almeriense, de la que su hermano, el abogado de la Unión Liberal, Justo Tovar, era secretario. Las vidas de Espartero y Tovar vuelven a cruzarse. Entre 1854 y 1856 España es gobernada por la Unión Liberal durante el Bienio Progresista. Coincidiendo con esta nueva activación de la vida política de los liberales, la familia Tovar está representada en el Ayuntamiento de Adra por José Antonio Tovar Pérez. José Tovar Tovar falleció en 1858. Su hijo Juan de Tovar García fue juez de paz en 1856 y concejal del Ayuntamiento de Almería el 1 de enero de 1861.


López Romero

Antonio


Fuente: Iealmerienses


Rafael Sierra Valenzuela

 Sierra Valenzuela, Rafael (Adra, 1847 - Alija del Infantado, León, 1929). Político.

      Alto funcionario de la Administración. El hermano menor del poeta y escritor Enrique Sierra Valenzuela inició la carrera administrativa en julio de 1869 trabajando en el Gobierno Civil de Sevilla. Tras un breve paso por los de Palma de Mallorca y Almería en calidad de oficial, es nombrado en mayo de 1881 subgobernador de Marchena (Sevilla), pasando dos años más tarde a Murcia como secretario del Gobierno Civil. En ese puesto trabaja en La Coruña y Málaga. En 1888, cuando era interventor de Hacienda de Navarra, el ministro de Ultramar lo nombra gobernador civil de las provincias filipinas de Tayabas y Camarines del Sur, puestos que ocupó hasta febrero de 1891. En 1893 es nombrado gobernador civil de la provincia filipina de La Laguna, en el que cesa a finales de septiembre de ese año, debido a una grave enfermedad tropical. Tras tres años de residencia en Madrid como jefe de negociado del Ministerio de la Gobernación, es nombrado, a partir de 1900, sucesivamente, delegado especial de la Junta de Obras del Puerto de Sevilla, gobernador civil de Huesca, delegado de Hacienda en Ávila, Cuenca y Orense. Su carrera administrativa concluyó en 1911, tras haber sido nombrado en 1907 delegado del Gobierno en la Junta de Obras del puerto de Ceuta.

      Al margen de su vida profesional, Rafael Sierra Valenzuela estaba en posesión de la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia con distintivo negro y blanco, por haber salvado en diciembre de 1876 a tres personas de perecer por el derrumbe de una casa, en unas graves inundaciones que afectaron al barrio sevillano de Triana. Excelente fotógrafo “amateur”, como solía llamarse a sí mismo, realizó muchas instantáneas de personajes relevantes de la época como Práxedes Mateo Sagasta, líder del Partido Liberal y jefe de gobierno en la etapa de la Restauración.


López Romero

Antonio


Fuente: iealmerienses


Fernando Roda González

 Roda González, Fernando. Adra (Almería), 24.XII.1824 – Almería, II.1903. Político, empresario y banquero.

Hijo de Antonio Roda Guillén, notario, y María de la Aurora González, ambos naturales de Turón (Granada). La familia Roda González, que tenía otros dos hijos, José y Loreto, se trasladó a Almería en 1850. Fernando estudió el bachiller en el colegio Santo Tomás; realizó los estudios de Filosofía y empezó los de Derecho, pero tuvo que interrumpirlos por una desgracia familiar que le obligó a volver a Almería en 1841. En 1852, se casó con Francisca Spencer Sánchez, hija del comerciante inglés Joseph Dufell Spencer Fenton. De este matrimonio nacieron cuatro hijos: Francisco, Fernanda, María y Tomás. En 1864, construyó su casa en el Malecón, donde compartirá vivienda con su hermano José, casado con la hermana de su mujer, Carmen.

En 1852 se fundó la sociedad mercantil Spencer y Roda, convirtiéndose en una de las más importantes firmas comerciales de la provincia, formada por Fernando Roda, su hermano José y su cuñado José Spencer Sánchez. Se dedicaban a todo tipo de actividades: exportación de uva de mesa y esparto, extracción de mineral de plomo, participación en fundiciones y fletamentos. Una de las representaciones más destacadas que ostentó Spencer y Roda fue la de los Rothschild para los minerales de plomo de la Sierra de Gádor. Las relaciones con la banca Rothschild los llevó a fundar su propia Casa de Banca. Sus relaciones económicas con Gran Bretaña, unido al origen inglés de algunos de los miembros de la familia, facilitaron que la representación consular británica en Almería fuera desempeñada por esta firma.

Fernando Roda también fue cónsul de Rusia en Almería, representante de la compañía arrendataria de tabacos desde los años 80 hasta su muerte, consejero del Banco de España (1884) y miembro de la 1ª Junta de Agricultura, Industria y Comercio (1869). Estuvo detrás de la mayoría de las iniciativas desplegadas en Almería para mejorar las infraestructuras públicas. En 1871, fue vocal de la comisión que fue a Madrid para gestionar la llegada del ferrocarril a la provincia. En la Junta de Obras del Puerto ocupó los cargos de presidente (1876), desde este puesto impulsó las obras del muelle de Levante y andén de Costa. En 1889, desempeñó el cargo de secretario de la Junta de Obras del puesto. Su participación política fue también notable: diputado provincial por Berja (1856, 1866, 1871 y 1873) y por Adra (del 30 de mayo de 1874 a enero de 1875), rechazó la oferta de presentarse a diputado a Cortes. Su tendencia política estaba al lado del Partido Liberal en su facción constitucional, al que se afilió en 1875. En 1879, fue diputado provincial por R.O. y, volvió a ser diputado provincial, esta vez con carácter interino, en 1885. Murió víctima de una broncopulmonía.


Fuente: Real Academia de la Historia

Antonio Cuenca Cuenca

Cuenca Cuenca, Antonio (Adra, 1867 - Adra, 1928). Abogado, empresario político, articulista y escritor.


      Cursó bachillerato en el Colegio de Santiago de Granada. En esta ciudad inició sus estudios de Derecho, siendo compañero de Natalio Rivas, con quien tuvo una gran amistad, para concluirlos en Madrid. Desempeñó diversos cargos públicos como director del Hospital Provincial de Almería (1901) y alcalde de Adra entre 1914 y 1917. En este último puesto, dada su amistad con el político de Albuñol (Granada), Natalio Rivas, Cuenca tuvo un papel de suma importancia en la consecución de la construcción del puerto de Adra.

      Como empresario, dedicado al comercio marítimo y los fletes, puso en marcha desde Adra una línea de vapores a los principales puertos europeos para facilitar la exportación de uva y  otros productos de la sierra de Gádor. Colaboró en periódicos de Almería y Granada, dándose a conocer con sus “Cartas de un cortijero”, en La Crónica Meridional. Estos artículos “son un modelo de sutil ironía y singular gracejo, escritas en el lenguaje peculiar y pintoresco de los labriegos alpujarreños”, afirma su primo hermano Francisco Cuenca Benet, cuando se refiere a este autor en la reseña que hace de su vida y obra en Biblioteca de Autores Andaluces (1921). Publicó La Guerra (1916) a manera de discurso. Su fama de orador la puso a prueba con el discurso que pronunció con motivo del nombramiento de Natalio Rivas como hijo adoptivo de Adra, durante las fiestas de septiembre de 1911, y la concesión de la principal arteria abderitana que lleva su nombre.


López Romero
Antonio

Fuente: iealmerienses

martes, 14 de enero de 2025

Federico Luque Velázquez

 Federico Luque de Velázquez nació en Adra (Almería) el 22 de abril de 1836 y fue bautizado en la parroquia de la ciudad.

Sus padres eran Manuel Luque Ruiz, nacido en Madrid en 1809 y Mariana de Velázquez Rico, nacida en Paterna del Río (Almería). Se casaron en la iglesia de Paterna el día 22 de septiembre de 1834. Fallecieron ambos en Adra, la madre en 1854 y el padre en 1869. Entre sus hijos se encuentran Emilio (fallecido el 15.11.1896, en Madrid) y Federico.

Federico Luque de Velázquez se casó en Madrid con Rosario Palma y Jiménez, natural de Cantillana (Sevilla), el 10 de enero de 1858 y tuvieron seis hijos. Uno de sus hijos, Federico Luque y Palma, notificó el fallecimiento de su padre al presidente del Senado.

Su hija Rosario se casó con Antonio Moreno. Su hija Rita se casó con Luis Álvarez de Estrada. El 7 de enero de 1893 murió la única hija de este último matrimonio, Rita Álvarez de Estrada y Luque, a la edad de dos años y medio. Su hija Concepción se casó el 10 de enero de 1894 con Julián Inclán García de la Rasilla el cual falleció en Madrid el 12 de mayo de 1935.

Su hijo Mariano se casó en segundas nupcias con Isabel Valenzuela y Samaniego, hija de la marquesa de Caracena del Valle, y, entre los dos matrimonios, dejó cinco hijas de corta edad: Ángeles, Ana, Rosario, Joaquina y Mercedes. Mariano Luque y Palma falleció el 11 de septiembre de 1905. Su hijo Federico se casó con Rosario González Conde, hija de los marqueses de Villamantilla de Perales. El último de los seis hermanos es José.

El marquesado de Luque le fue concedido por la reina regente María Cristina de Austria mediante R.D. de 19 de enero de 1896 a Federico Luque de Velázquez (González Doria dice que fue el día 19 de marzo de 1896 al igual que el archivo del Congreso de los Diputados); en 1909 el marquesado pasó a Ángela de Luque y García-Maldonado por fallecimiento de su abuelo el primer marqués de Luque. El título pasó posteriormente (27.07.1929) a la hija de esta, Ángela Sánchez-Tirado y Luque, que estaba casada con Benito Valle Molina. El marqués de Luque estaba en posesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica desde el 7 de abril de 1884. Era Caballero no Militar Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar para premiar servicios especiales.

Este noble linaje tuvo su origen en los conquistadores del castillo árabe de Abenzaide en Luque (Córdoba). Se extendieron por varios puntos de la península, entre ellos Jaén y Madrid, y finalmente una parte de la familia vino a recalar en la villa almeriense de Adra. Las armas de su escudo nobiliario son: de azur, un león rampante de oro, coronado de lo mismo y portando entre sus manos una estrella del mismo metal.

Federico Luque de Velázquez era hombre de negocios y banquero y trabajó como administrador de las propiedades y empresas de los hermanos Péreire. Competían contra la casa Rothschild y sus representantes españoles que eran D. Weisweiller e I. Bauer (estos controlaban los ferrocarriles MZA y la Compañía General de Crédito de España). En 1874 fue nombrado administrador de la empresa ferroviaria de los Péreire (Ferrocarriles del Norte) y en 1883 es nombrado, además, individuo del comité, sin abandonar el cargo de administrador. En ese mismo año pertenecía a la junta directiva de la Sociedad Central de Horticultura con sede en Madrid, que preparaba una exposición en los jardines del parque del Retiro. En dicha exposición obtuvo una medalla de oro a la calidad de sus productos hortícolas.

Fue también consejero de la compañía arrendataria del Monopolio de Tabacos, vicepresidente del Consejo del Monte de Piedad de Madrid, vocal de la comisión de Pesas y Medidas para implantar el Sistema Métrico Decimal, miembro del Consejo Superior de Agricultura y de la Cámara Agrícola de Madrid.

En sus propiedades agrícolas promovió todo tipo de innovaciones técnicas llegando a ganar un premio al mejor cultivo en su finca de regadío “El Hencín”, en el término municipal de Meco (Madrid). En 1888 era capaz de obtener más de 20 hectólitros por Ha. en terrenos dedicados al cereal, y ya utilizaba medios mecánicos de sembrado y recolección en sus fincas.

En 1887 pertenecía al consejo de administración de la Sociedad General de Crédito Mobiliario Español. En 1890 era Administrador de la anterior y de la Compañía de Ferrocarriles del Norte, pagando por contribución industrial la cantidad de 1.203,12 ptas. Tenía propiedades rústicas en la provincia de Madrid, concretamente en Alcalá de Henares, Meco y Santos de la Humosa. Perteneció también al Consejo del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Madrid (desde 1885), al de Ferrocarriles y al Superior de Agricultura.

A mediados de julio de 1892 pagaba al erario público la cantidad de 3.607,48 ptas. en concepto de contribución rústica por las fincas que poseía en Madrid. En esa fecha uno de sus hijos, Mariano, ya realizaba por él muchas de las gestiones oficiales.

En 1896 era presidente del Consejo de Administración de la Sociedad General de Crédito Mobiliario Español cobrando 10.000 ptas. anuales por las que paga 675,02 ptas. en concepto de impuestos a Hacienda. Asimismo, cobraba otras 10.500 ptas. anuales como Administrador de los Ferrocarriles del Norte, ingresando en Hacienda 708,75 ptas. por el mismo concepto.

El valor de las fincas que poseía en los tres municipios de la provincia de Madrid se acrecentó con el tiempo como demostró al ser elegido senador en numerosas ocasiones.

En 1905 fue uno de los miembros que formaron la junta directiva para construir el asilo de Nuestra Señora de la Paloma, que sustituiría al antiguo de San Bernardino, ya que la fallecida marquesa viuda de Vallejo, doña Nicolasa Gallo-Alcántara y Sinés, había hecho una donación testamentaria a la Beneficencia del Ayuntamiento de Madrid para este fin.

Entre 1875 y 1877 comenzó a distinguirse como uno de los dirigentes más destacados del conservadurismo almeriense junto a Onofre Amat, José González Canet, Nin de Cardona, los hermanos Pérez Ibáñez, Arcadio Roda, Morcillo de la Cuesta, Toro y Moya, Leal de Ibarra, Giménez Cano, Ricardo y Carlos Huelin, Antonio y Francisco Iribarne, José Laynez, José Jover y Juan de Oña Quesada, entre otros.

Las elecciones de 1879 se celebraron cuando el general Martínez Campos estaba en el poder. Dentro del partido liberal-conservador se desencadenó una lucha entre los antiguos moderados de la época isabelina y los nuevos moderados del sistema canovista. En Almería el partido fue a las urnas dividido en dos fracciones: la de Bernabé Morcillo de la Cuesta (por los antiguos moderados) y la de Federico Luque de Velázquez que estaba apoyada por el gobierno del general Martínez Campos y por los canovistas.

Los “luquistas” fundaron un periódico llamado “El Nuevo Conservador” desde donde atacaron la candidatura al Congreso de Morcillo de la Cuesta y lograron que desapareciese el antiguo periódico “El Conservador” en marzo de 1879.

Se presentaron pues dos candidaturas conservadoras por el distrito de Almería siendo la confrontación muy reñida. La candidatura de Morcillo de la Cuesta ganó en la ciudad de Almería, pero la del marqués de Luque se impuso en los pueblos de los alrededores que se acababan de incluir para aquellas elecciones, sobrepasando por escasos votos a su rival en el cómputo general.

La Comisión Provincial del Censo Electoral, fiel a Morcillo, lo dio como ganador, pero la Comisión de Actas del Congreso otorgó el acta de diputado a Federico Luque de Velázquez al computar las actas de Fiñana que habían sido desechadas por la Comisión Provincial. El Congreso rechazó a Morcillo en la sesión del día 19 de junio de 1879 y tras este fracaso electoral Morcillo terminó por integrarse en el canovismo.

En diciembre de 1885 Federico Luque de Velázquez tomó partido por la facción de Romero Robledo (los “romeristas”) dentro siempre del Partido Conservador.

En 1886, durante la elección de compromisarios para la designación de candidato a senador por la Sociedad Económica de Madrid, apoyó al Sr. Bosch, del llamado “grupo heterodoxo”, frente al Sr. Cárdenas del grupo “ortodoxo”. Continuaban, pues, las discrepancias dentro de los conservadores.

Elecciones y actividad parlamentaria

En las elecciones del 20 de abril de 1879 salió elegido por la circunscripción de Almería para las legislaturas de 1879-1880 y 1880-1881. Presentó su credencial que pasó a la Comisión de Actas y emitió dictamen favorable. Aprobada el acta por el Congreso, juró y tomó asiento. Permaneció en el escaño entre el 19 de junio de 1879 y el 25 de junio de 1881.

En la legislatura 1879-1880 se integró en las siguientes comisiones:

  • Canales y pantanos de riego.
  • Incompatibilidades y casos de reelección.
  • Ferrocarril de Sierra Alhamilla a Almería.
  • Carretera de tercer orden desde Archidona a Antequera.

En la legislatura 1880-1881 participó en dos comisiones:

  • Actas.
  • Etiqueta de felicitación por sus días a S.M. el Rey.


Fuente: Dipalme.org

Miguel Chacón y Durán

 Nació en el seno de una familia terrateniente almeriense. Su padre era Juan de Mata Chacón y Zabala, marqués de Iriza, un terrateniente afrancesado que contrajo matrimonio con Rosa de Lima Durán y Segado. Su progenitor fue fusilado en la colegiata de Motril en 1811.

Tras cursar los primeros cursos de primaria, Miguel Chacón pasó al Colegio de San Bartolomé. En 1819, con tan sólo veintidós años, se doctoró en Filosofía y Derecho por la Universidad de Granada. Al concluir sus estudios se presentó como soldado voluntario al general Villacampa. Fue destinado a la tercera compañía del Regimiento de Dragones del Rey, que estaba de guarnición en Málaga. Permaneció en este puesto hasta 1823. Los franceses que formaban parte de la expedición de los llamados “Cien Mil Hijos de San Luis” le apresaron y le condujeron a Granada. Por la labor realizada en defensa de la Constitución de 1812 durante el Trienio Liberal le concedieron la Cruz de San Fernando. Con el regreso del absolutismo se le prohibió ejercer la abogacía. Tuvo que esperar a la muerte del Monarca para reanudar su profesión.

En 1835 fue elegido procurador en Cortes por la provincia de Almería. Por aquellos años participó activamente en la constitución de la Diputación provincial de Almería. Al asumir la jefatura de Gobierno, Mendizábal le nombró magistrado de la Audiencia de Granada, cargo que tuvo que abandonar al no reconocer la Junta de Gobierno de aquella provincia. En enero de 1837 fue trasladado a la Audiencia de Albacete y, por los servicios prestados, le concedieron la Gran Cruz de Carlos III.

En los comicios generales de 1841 fue elegido senador por la provincia de Albacete. Durante esta década su vida transcurrió entre Madrid y Sevilla. De su estancia en la ciudad andaluza destaca su pertenencia a la Real Sociedad Sevillana de Amigos del País desde 1840 (Archivo de la Real Sociedad Económica Sevillana. Libro de Actas n.º 2. Juntas Ordinarias de 25 de mayo y 22 de junio de 1840), de la que fue director desde noviembre de 1845. Cabe decir que Miguel Chacón había logrado el reconocimiento político y profesional que, con anterioridad, se le había negado. Fue caballero maestrante de la Real de Sevilla, caballero de la Real y distinguida Orden de Carlos III, de la ínclita y Militar de San Juan de Jerusalén y de la Real y Militar de San Fernando, ministro togado honorario del Tribunal Mayor de Cuentas, magistrado de la Real Audiencia de Madrid, senador del reino, miembro de la Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia y de la Sociedad Económica de Amigos del País de la misma ciudad, diputado y senador del reino y, además, Amadeo I le concedió la merced de conde de Chacón por RD de 20 de julio de 1871. Murió, octogenario y sin descendencia, en Segovia.

Fuente: Real Academia de la Historia

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