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sábado, 15 de agosto de 2020

Despoblado Medieval de Velefique

 Recinto fortificado situado sobre un cerro amesetado que domina todo el valle de Velefique. Se conservan tramos de muros correspondientes al lienzo de muralla, así como a diversas estructuras, junto a abundantes fragmentos de material cerámico. 

miércoles, 24 de junio de 2020

Despoblado de Inox

Inox era un pueblo español, actualmente desaparecido, que se localizaba al oeste de la localidad almeriense de Níjar, a pocos kilómetros de la cabecera municipal, junto a un cerro que se consideraba inexpugnable. Este peñón había sido fortificado por los moriscos de la comarca y con la ayuda de turcos y berberiscos, aventureros que habían llegado expresamente para ayudarles.

No confundir con el Acero inoxidable, cuyo nombre se suele abreviar como Inox.
La inestabilidad del momento hizo que en el peñón se concentraran moriscos llegados de Tabernas, Huebro, Lucainena de las Torres, Níjar, Turrillas; y de poblaciones del Bajo Andarax, como Gádor, Viator, Pechina, Rioja y Benahadux; e incluso del arrabal de la ciudad y de los lugares de Alhadra y El Alquián.

Todas esas familias habían llevado consigo no sólo sus ganados sino también sus ahorros y sus alhajas, pues los moriscos pretendían emigrar a África con lo más que pudieran, ya que les habían prometido para ello doce bajeles.



La situación de Almería en 1569 era insostenible. La ciudad estaba repleta de moriscos, vecinos unos de la ciudad y otros refugiados de las aldeas cercanas. Eran moriscos pacíficos, pero los cristianos viejos recelaban de ellos, los consideraban espías o conspiradores. Por todo ello el Capitán Francisco de Córdoba, que por aquel entonces era jefe civil y militar de Almería, recibió el auxilio de la flota de Gil de Andrada, compuesta de nueve galeras, alimentos y municiones.

Aquello significó para Almería un escenario totalmente distinto y don Francisco de Córdoba propuso a Gil de Andrada lo que se llamó el negocio de Inox: atacar a los moriscos no era realmente una cruzada sino una ocupación lucrativa, una manera de aumentar su patrimonio, ya que el jefe militar de Almería cobraba la quinta parte de todo lo tomado al enemigo.

El negocio no podía ser más tentador para los cristianos de Almería, que emprendieron la marcha hacia el cerro de Inox el día 29 de enero del mismo año, temprano por la mañana. El deseo de lucro hizo que se enrolara cuánto hombre pudiera empuñar las armas. De todas las clases sociales acudieron animosamente para atacar el fuerte de Inox, tanto que la ciudad de Almería debió de quedar desguarnecida con la salida de casi todos los hombres en edad de tomar las armas.

El uno de febrero se inició la batalla. La orografía daba, en principio, toda la ventaja a los cristianos, que situados bajo las grandes peñas del cerro no eran alcanzados ni por las rocas que arrojaban los moriscos ni por las flechas que disparaban, en cambio los rebelados ofrecían un certero blanco a la arcabucería. Sin embargo, el arrojo de los moriscos era tal que estuvieron a punto de hacer cambiar el rumbo de la batalla, pues muchos cristianos empezaron a huir, y todo se habría perdido si unos capitanes no hubieran sorprendido a los rebeldes por la retaguardia, subiendo por unas rocas que estaban hacia el este del peñón.

Ello decidió la victoria cristiana. Según las crónicas, más de cuatrocientos moriscos murieron en la pelea y fueron hechos prisioneros más de 2700 entre mujeres y niños, y una cantidad enorme de ropa, joyas, oro y plata, ganado, etc., estimados por entonces en más de quinientos mil ducados. Aunque los cronistas hubieran exagerado algo, las cifras son lo suficientemente elevadas como para considerar la victoria cristiana de Inox como un auténtico negocio.

Desde entonces, a esa zona de la conoce como La Matanza en recuerdo a la masacre de aquellos inocentes.

viernes, 10 de abril de 2020

Despoblado Gilma el Viejo

Despoblado Almohade del s.IX corresponde a la antigua ubicación del pueblo de Gilma. entre sus ruinas destacamos la mezquita las eras y un viejo molino harinero. Quedó totalmente abandonado puesto que se encuentra en un terreno de dificil acceso.








Fotos: Wikipedia

lunes, 30 de marzo de 2020

Despoblado de Almizaraque

Yacimiento arqueológico ubicado en el término municipal de Cuevas del Almanzora  (Almería) que ocupa una pequeña elevación situada en la última terraza de la margen izquierda del Río Almanzora. Es dado a conocer por el ingeniero de Minas y Arquéologo de origen belga Luis Siret  , que lo excava a lo largo del primer tercio del siglo XX, ya que en esa época vive en las inmediaciones. Con posterioridad, en los años cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo pasado se realizan intervenciones puntuales, mientras que a partir de 1985 se desarrolla una fase de investigación más sistemática por un equipo de arqueólogos de las universidades Complutense y de Valladolid, así como del Ministerio de Cultura.

Se trata de un asentamiento de tamaño medio de la Edad del Cobre, habitado entre finales del IV milenio y principios del II, constituido por cabañas circulares compuestas por un zócalo de piedra sobre el que se alzaba una pared de cañizo repellado de barro y se cubrían con un techo realizado con materias vegetales. Es de destacar la abundante presencia de silos en el interior de las cabañas. El poblado estaba defendido por una muralla con bastiones semicirculares, cuyo trazado completo se ignora. Estos rasgos urbanísticos y la tipología de los artefactos recuperados durante su excavación determinan que sea considerado un asentamiento destacado de la Cultura de Los Millares  . Su posición estratégica en la desembocadura del Río Almanzora, cerca de la antigua línea de costa, plantea la posibilidad de que el estuario de dicho río fuera navegable en aquella época. Entre los trabajos especializados documentados en este asentamiento se destaca la metalúrgica, que se ve favorecida por la cercanía de los filones cupríferos de la inmediata Sierra de Herrerías; la talla de puntas de flecha de sílex y la manufactura de ídolos de hueso. Estas actividades y su ubicación hacen de Almizaraque un yacimiento fundamental para la exploración de los inicios de la metalurgia en el sureste de la Península Ibérica y del desarrollo de la desigualdad social.


La mayor parte de los materiales arqueológicos recuperados en las primeras excavaciones se conservan, y algunos se exhiben, en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, destacando un conjunto de ídolos oculados realizados en hueso. En una colina situada en las proximidades del yacimiento se reconocen varias tumbas colectivas, entre las que sobresale, por su monumentalidad, un sepulcro de falsa cúpula, conocido como La Encantada, que constituían su necrópolis. Algunas de las sepulturas que integraban este cementerio se han destruido como consecuencia de las labores agrícolas efectuadas en la zona después de su descubrimiento. Y el mismo yacimiento se encuentra muy afectado por la intensidad y duración de las excavaciones realizadas en él.
[ José Andrés Afonso Marrero ]


Inventario


Fuente: www.andalupedia.es

lunes, 9 de marzo de 2020

Despoblado de Cuesta Roca

Importante despoblado medieval sin fortificar situado en un erial en la ladera Norte del Alto de la Mezquita, frente al actual pueblo de Senés. Conserva, en relativo buen estado, restos de casas que han sido en algunos casos reaprovechadas en muros de abancalamiento. Las alturas conservadas sobrepasan a menudo los 2 metros. El material cerámico cubre un amplio período cronológico que va desde época califal hasta la morisca. Se trata de un yacimiento interesante para la investigación dado su estado de conservación. Durante la campaña de prospección de 1988, el equipo de Patrice Cressier practicó unos sondeos estratigráficos que confirmaron el interés del yacimiento. Comarca del Campo de Tabernas.



jueves, 7 de noviembre de 2019

Despoblado de Arboleas

Se conservan estructuras y material cerámico en superficie. Por su disposición y por el modo de construcción de sus casas, el yacimiento de Arboleas constituye un elemento intermedio entre los de Santa Bárbara y Cantoria, siendo importante para entender las transformaciones del Almanzora Medio después de la Reconquista. Comarca del Valle del Almanzora.

Despoblado los Canos

Los Canos es una barriada de Serón ubicada en la Sierra de los Filabres, en el barranco de Las Casillas, poblado colgado literalmente de la montaña y parece que su origen se remonta a los carboneros que se ubicaron en este barranco para elaborar carbón vegetal y picón de las numerosas encinas que existían en este lugar, comienzan edificando chozas, para que vivieran los carboneros y posteriormente boliches para almacenar el carbón elaborado, con el paso de los años comienzan a construir las primeras casas, de los materiales que existían en la zona, piedras, pizarra, y launa. Aparecen las primeras familias, y según nos cuentan, parece que algunas de ellas proceden de la zona de Baza, el asentamiento se ve favorecido por la explotación minera de los cotos de Serón- Bacares.

Encontramos datos en el nomenclátor de 1940, donde aparecen Los Canos y Las Casillas en la Diputación de Casillas, con categoría de cortijada. Dista de Serón 11 kilómetros, por el acceso más cercano, que era el antiguo Camino de Almería, La Loma y El Serval. En esta época cuenta con 12 edificaciones para uso de vivienda y una para otros usos. Son construcciones de una sola planta, con una población de 70 habitantes de derecho y 50 de hecho.


Los Canos comienza a quedarse sin población en los años cincuenta y sesenta, quedando prácticamente vacíos en 1968, cuando cierran las minas de Las Menas, quedando en el poblado Amador Mateo Cano y el matrimonio formado por Benito Cano López y Maravillas Mateo Martínez que dejan Los Canos casi obligados por sus hijos para venir al pueblo de Serón, ya que la barriada no tenía ni luz, ni agua corriente y el acceso a la misma debía de hacerse a pie o con animales de carga. No existía, ni existe carretera, para acceder a este abrupto lugar, accediéndose a él por un camino empedrado desde Aldeire (Alcóntar) o por el Camino de Almería, dado que está literalmente colgado de la montaña.

Los Canos en 1959 o 1960 la mayoría de los hombres iban a trabajar a la mina, tenían que madrugar mucho, la entrada era a las siete de la mañana y los desplazamientos se hacían a pie y tardaban unas dos horas en llegar al puesto de trabajo, cuando acababa la jornada laboral de ocho horas, volvían a casa con el pan que la empresa repartía diariamente y una vez a la semana, con la leña. Si era el tiempo de siega, después de la jornada laboral, es decir, doce horas, ocho de trabajo y cuatro de desplazamiento, se paraban a segar los cereales cultivados ya que todos los habitantes de Los Canos tenían tierras para cultivar.

Los hombres que no iban a la minas trabajan picando esparto, recogiendo leña (solo la suya ya que existía un guardia que cuidaba que nadie cogiese leña del monte sin permiso), cuidando a los animales u ocupándose de la agricultura.

Las mujeres, eran las grandes trabajadoras silenciosas, ellas se ocupaban de todo: la crianza de los niños; las labores de la casa: lavar era lo más complicado, si la acequia que atraviesa el poblado iba sin agua, tenían que bajar a lavar al río, a veces, el agua estaba helada, tenían que romper el hielo con la mano para poder introducir la prenda y sacarlas pronto por miedo a la congelación, acabada la colada debían de subir hasta la casa, ahora con peso extra, al llevar la ropa mojada; hacer la comida, por la mañana era normalmente unas migas y por la noche una olla de cocido; amasar y hacer el pan que solía hacerse una vez a la semana o cada quince días dependía de las necesidades; coser y zurcir las ropas de todos los miembros de la casa; mantener en orden el hogar; cuidar los animales, conejos, pollos, gallinas, la cabra, el mulo o la burra y los cerdos; y por supuesto cuidar la huerta. Su jornada laboral era de veinticuatro horas, siempre al servicio de los demás.


Disponían de partera, que ayudaba a las mujeres a dar a luz .Otras mujeres parían directamente en la era o en la siega, acurrucaban al niño, le daban la primera toma y lo dejaban descansando y continuaban sus labores, con la misma fuerza y entereza que antes del parto. Eran mujeres duras y curtidas por el trabajo y el sufrimiento. Acostumbradas a perder hijos por la mortalidad infantil e incluso a morir muchas de ellas en el parto, si este venía con alguna complicación. El cuidado de los hijos, también les correspondía y cuenta la leyenda, que al ser una cortijada colgada de la ladera y bastante escarpada, para evitar que estos cayesen al barranco los ataban a la pata de la cama o a la puerta de la casa, por miedo a que se despeñasen, como pasó con el cedo.

Los Canos, eclesiásticamente dependían de la Parroquia de La Loma, allí se celebraban todos los actos religiosos: bautizos, comuniones, bodas, entierros, oficios… y su párroco durante muchos años fue Don José. El Campo Santo también se encontraba aquí.

En Los Canos eran casi autosuficientes, cultivaban la tierra, tenían animales y además trabajaban en la mina, el sueldo era muy pequeño pero les daba para ahorrar y comprar casas en Serón o emigrar a Barcelona. De la tierra obtenían centeno, cebada y trigo que guardaban en los trojes, después de realizar la trilla en las tres eras que tenían que eran comunales, el grano lo molían en el molino de Aldeire. En primavera y verano cultivaban hortalizas, patatas, habichuelas que enristraban y secaban para gastarlas en invierno, guisantes, habas, pimientos, tomates, maíz… tenían algunos almendros y frutales y en las márgenes de los bancales unos pocos olivos.






Fuenteturismoseron.es

jueves, 26 de septiembre de 2019

Despoblado Alcubillas Bajas

Las Alcubillas Bajas es una aldea abandonada perteneciente al término municipal de Alboloduy. Hay dos núcleos de población separados entre sí aproximadamente 1 Km, Las Alcubillas Altas, que a día de hoy sí tiene población constante, y las Bajas. Para acceder de una a otra se sigue usando hoy en día, como antaño, la Rambla de las Alcubillas de la que luego parte un camino ascendente hacia la derecha que nos deja en el centro del pueblo. Curiosamente, estos dos núcleos hermanos, aunque con los típicos piques entre alúas y grajos, tienen la particularidad de pertenecer a términos municipales distintos, que además dividen Las Alcubillas Altas en dos: La parte situada al este de la rambla pertenece a Gérgal, mientras la parte oeste a Alboloduy. Las Alcubillas Bajas está completamente integrada en este último.

Se  tiene constancia por primera vez de Las Alcubillas - sin distinción- en el libro de apeo de Alboloduy (1573) en el que se nombra una pequeñísima población conocida como La Cabaha que coincidiría con el emplazamiento de las Alcubillas Altas. Sin embargo la etimología del nombre del pueblo proviene del árabe ““alkúba”,  diminutivo de “alcobba”, que significa “bóveda pequeña” o “bovedilla”, que podría hacer referencia a algún aljibe existente en las inmediaciones, y que la población por tanto podría ser de origen musulmán. En el s. XIX, concretamente en 1860, había más habitantes en las Alcubillas Bajas (44 casas) que en las Altas (29). A finales de este siglo, con la llegada del ferrocarril llegarían también nuevos tiempos de progreso al pueblo, debido a los empleos generados y la mejora de las comunicaciones. 

Las Alcubillas Bajas siempre fue un pueblo que vivía de la agricultura y la ganadería, con cultivos de secano como el trigo y la cebada, olivos, una almazara, muchas cabezas de ganado ovino y caprino, e incluso hubo explotaciones de caballos y vacas que gracias al tren disfrutaron de un gran impulso, porque a veces hacía paradas frente a la población para cargar vagones de ganado. Lo que fue un idilio entre los habitantes de Las Alcubillas Bajas y el ferrocarril, se truncó el 15 de noviembre de 1945, cuando uno de los mayores accidentes ferroviarios de la historia de España, despertó trágicamente de aquel sueño (literalmente) a sus habitantes.

Esta aldea fué un paso de caminos donde transitaban las diligencias de Almería a Granada y viceversa.
Viviendas abandonadas.
Viviendas abandonadas.
Entrada a la aldea.
Viviendas abandonadas.

La mayoría de las viviendas en estado ruinoso.
Viviendas abandonadas.
Ubicada al margen derecho de la rambla.
Una de las calles de la aldea.
Viviendas abandonadas.
Viviendas abandonadas.
Viviendas abandonadas.
Viviendas abandonadas.
Calle principal.
Viviendas abandonadas.
Viviendas abandonadas.
Vista general de la aldea.
Vista general de la aldea.



Fuente : La voz de Almería
Fotos: David Téllez

miércoles, 7 de agosto de 2019

Despoblado Teresa

En el corazón de Sierra Cabrera se encuentra Teresa, importante despoblado medieval nazarí que los moriscos ocuparon posteriormente. Teresa fue abandonada definitivamente en 1570 tras la guerra de las Alpujarras y posterior expulsión de los moriscos. A partir de este momento el lugar queda definitivamente despoblado, congelado en el tiempo hasta nuestros días.






Se encuentra situado en un lugar estratégico. En altura, controlando el territorio desde una zona privilegiada de la sierra, y emplazado sobre la rambla del Colorado, que lleva agua la mayor parte del año. Existen restos de época musulmana, con dos recintos claramente diferenciados, el inferior que fue ocupado por la población civil y un área militar en la zona superior, con restos de torres, murallas  y  muros  que rodean el cerro completamente. 



Se conservan restos de la iglesia que fue construida por los repobladores cristianos sobre la anterior mezquita, a partir de 1505. 
Al parecer se trata de un hisn de principios del siglo XVI. El interior de la iglesia fue excavado en los años 1978 y 1980 por la Dirección General de Patrimonio. En Teresa, además de los muros de las casas, se conservan numerosos restos de ingeniería hidráulica, algunos de un valor excepcional por su singularidad.


Interior  









Sacristía



Bóbeda

Teresa forma parte del “Patrimonio olvidado” y en peligro de desaparición, sufriendo una historia de olvido, indolencia y abandono por parte de las administraciones. A pesar de las alteraciones sufridas y de la erosión natural, conserva aún un enorme interés tanto para el conocimiento histórico como para una futura puesta en valor cultural.









http://www.amigosdelaalcazaba.org/sin-categoria/los-despoblados-moriscos-de-teresa-y-cabrera-mojacar-la-vieja/

Fotos : David Téllez

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