Las minas de oro de Rodalquilar, ubicadas en el Parque Natural de la Sierra de Cabo de Gata (Parque, 1987) en el municipio de Níjar, están enclavadas en la caldera volcánica del Campo de Níjar, en el cerro del Cinto.
En la actualidad, este conjunto minero, construido para la obtención de oro mediante el método de cianuración, levantado en la década de los años 50 del siglo XX por la empresa Nacional de Investigaciones Mineras Adaro, está constituido por:
1. Instalaciones mineras y edificios administrativos
a. Balsas de las minas de Abellán situadas al noroeste del conjunto.
b. Planta Denver. Ubicada en la zona norte del poblado minero, aprovechando la infraestructura previa existente y los servicios de abastecimiento de agua, para el tratamiento de cuarzos auríferos mediante el método de cianuración. La planta Denver resalta por la singularidad de la forma con la que los tanques o balsas de decantación y las tolvas aprovechan la pendiente natural del cráter volcánico para las labores de extracción y lavado del material.
c. Nave de precipitado, afino y fundición. (PAF). Nave de planta rectangular situada junto a la planta Denver de una única altura y cubierta a dos aguas.
d. Depósitos de lodos. Situados al este del conjunto
e. Oficinas y cocheras
f. Otras edificaciones como servicios, almacenes, la fragua, el edificio de compresores, la báscula de pesaje de los camiones
2. Poblado minero de Rodalquilar.
En apoyo a la instalación minera se construyeron viviendas de trabajadores y de directivos y equipamientos como iglesia, club social, cine, economato, escuelas, dispensario, zona de recreo y deporte y cuartel de la Guardia Civil con modernos criterios urbanísticos y de salubridad. Los equipamientos se sitúan en la parte central de las viviendas de directivos y separado por una rambla, el poblado obrero.
Las instalaciones cerraron en 1966 por agotamiento de los filones auríferos y hoy se integran en las oficinas y servicio del Parque Natural.
El proceso de extracción del oro en Rodalquilar:
El mineral extraído en las galerías y canteras próximas (cuarzo aurífero) era transportado hasta la tolva de la planta Denver. Mediante cintas transportadoras era conducido hasta las dos torres de trituración, donde el material, mezclado con agua, era molido hasta alcanzar un tamaño de grano fino. A continuación, la papilla resultante pasaba a los tanques espesadores donde perdía parte del agua.
En la siguiente fase, la pulpa obtenida se hacía pasar por tres tanques agitadores donde se añadía cianuro sódico, para pasar el oro a estado líquido. La mezcla de cianuro y oro pasaba a cuatro tanques lavadores, donde se removía y aireaba para obtener una solución rica en oro. La pulpa estéril se enviaba a la escombrera actualmente sellada. La solución que contenía el oro pasaba al edificio de precipitación donde se mezclaba con polvo de zinc y era sometida a diferentes tratamientos que culminaban con la fundición del oro en los hornos rotatorios dentro de la nave P.A.F. (precipitado, afino y fundición) para la obtención de oro en lingotes.
Datos Históricos
Nota: En el texto, se indica entre paréntesis, junto al nombre propio de una fundición o mina, el promotor y su fecha de construcción o inicio de explotación. Ej. Fundición la Carmelita (Manuel Soler Flores, 1841)
1. LA MINERÍA EN LA PROVINCIA DE ALMERÍA
La extraordinaria riqueza mineral de la provincia ha propiciado una continuada explotación de sus recursos mineros a lo largo del tiempo, intensificándose de manera extraordinaria desde principios del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo XX.
Las actividades mineras en la provincia de Almería pasaron por dos etapas diferenciadas*:
- Etapa 1 (1820-1890) Minería del Plomo. Localizada en las Alpujarras y la sierra de Gádor o Poniente almeriense.
- Etapa 2 (1890-1930) Minería del Hierro. Sierra Almagrera o Levante almeriense.
La crisis de la minería almeriense comenzará a finales del siglo XIX con el incremento de la capacidad productiva de la sierra de Cartagena-La Unión, Córdoba y Ciudad Real y su final vendrá marcado por la crisis de la siderúrgica de los años 20 del siglo XX, el crack de 1929 y la competencia norteafricana.
*Otras explotaciones menores como fueron las de zinc, azufre, cobre y oro no alcanzarían tanta repercusión económica y social.
ETAPA 1 (1820-1890) LA MINERÍA DEL PLOMO EN LA ALPUJARRA ALMERIENSE Y LA SIERRA DE GADOR.
Las explotaciones de plomo se localizaron en las Alpujarras y en la sierra de Gádor.
Numerosas concesiones de reducido tamaño gestionadas por improvisadas sociedades de gente de la zona explotaron con precarios medios de extracción y transformación (tornos de mano, horno de reverbero español o boliche,...) los yacimientos de la zona. Los trabajadores, campesinos y jornaleros de la provincia de Almería que complementaban sus salarios con el trabajo temporal en las minas, alcanzaron un número realmente significativo.
La abundancia de mineral por superproducción provocó el desplome de los precios en los mercados internacionales y la ruina de muchas minas europeas.
El agotamiento de las balsas más accesibles en el año 1836 y la bajada de los precios del mineral provocaron la decadencia de estas explotaciones.
ETAPA 2 (1890 -1930) LA MINERÍA DE PLOMO DEL LEVANTE ALMERIENSE. SIERRA ALMAGRERA.
El agotamiento en el año 1838 de las minas de la sierra de Gádor coincidió con el descubrimiento del filón de plomo argentífero en el barranco del Jaroso en la Sierra Almagrera. Este descubrimiento supuso para Almería el cenit de un siglo caracterizado esencialmente por las actividades mineras y metalúrgicas.
En ese momento se sucederán las explotaciones de plomo y de hierro en busca de un rápido beneficio que se despreocupaba por la racionalización de la explotación.
Las instalaciones minero metalúrgicas del levante almeriense, siendo uno de los puntos neurálgicos de la minería y metalurgia mundiales a mediados del siglo XIX, se caracterizaban por un minifundismo que conllevaba una constante insolvencia financiera, el arrendamiento continuo de la explotación y la precariedad de medios técnicos, especialmente, a la hora de realizar conjuntamente el desagüe de la capa freática.
El proceso especulativo entre las numerosas sociedades mercantiles propietarias de las concesiones y las sociedades explotadoras, así como las múltiples compraventas de acciones generó interminables pleitos. Las ganancias no fueron generalizadas pero las obtenidas por algunas familias formaron las principales fortunas de la Almería del siglo XIX. Esta incipiente burguesía minera muy pronto pasaría a constituirse en burguesía agraria gracias a la disponibilidad de las tierras eclesiásticas y municipales desamortizadas.
A finales del siglo XIX el aumento de la demanda británica provoca un espectacular y efímero desarrollo de la minería provincial con la construcción de nuevas instalaciones de carga, transporte y arrastre (infraestructuras ferroviarias, cables aéreos y embarcaderos).
Fuente: Guía Digital
Fotos: David.T
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