Construido en su totalidad por mampuesto de piedra, el cargadero de mineral ocupa una superficie rectangular de dimensiones aproximadas a 20 x 52 metros y una altura aproximada de 20 metros atravesado por un túnel de ferrocarril en el cual se cargaban los vagones del ferrocarril Bédar-Garrucha a través de un plano inclinado superior.
El ferrocarril Bédar-Garrucha es un complejo sistema de vías mineras, cables auxiliares y tolvas de intercambio que confluyen en la estación de carga Tres Amigos y la comunican con el cargadero de Garrucha (Víctor Chavarri y Sanz, 1897) en un recorrido aproximado de 17 kilómetros de longitud.
Destaca por la siguiente conformación :
A
- Instalaciones de descarga de la playa de Garrucha, Mojácar.
- Estación de descarga y embarcadero del ferrocarril minero Bédar Garrucha. del cual se conserva la rampa-tolva y algunas construcciones auxiliares en ruinas.
- Casa gerencia de Chávarri (Marqués de Chavarri, 1907)
B.- Patrimonio minero de Bédar:
- Estación de carga de Tres Amigos.
- El puente de la Barrilla
- Tolvas de Barrilla en la Trinchera Villalta
- Túnel del Boliche
- Restos de los viejos lavaderos mecánicos de la Compañía de Águilas (1881)
- Tubería metálica de viejo pozo a la entrada de El Pinar
- Hornos y chimenea de la Fundición Carmen en El Pinar
- Instalaciones mineras del enlace con la Mulata: Tolva cónica, vía de carga y plano inclinado y túnel de Cueva Oscura y la Mulata Alta
- Túnel del Servalico
- Cargadero de la Higuera
- Cocherón de locomotora del ramal de Santa Catalina a Tres Amigos, Serena
- Cargadero de Santa Catalina
C.- Estación de carga del Cable Bédar-Garrucha, en San Manuel
D.- Castillete del "Pozo P"
F.- Canteras de San Ignacio
G.- Transformador y labores del Hoyo Júpiter
Datos Históricos
Nota: En el texto, se indica entre paréntesis, junto al nombre propio de una fundición o mina, el promotor y su fecha de construcción o inicio de explotación. Ej. Fundición la Carmelita (Manuel Soler Flores, 1841)
1. LA MINERÍA EN LA PROVINCIA DE ALMERÍA
La extraordinaria riqueza mineral de la provincia ha propiciado una continuada explotación de sus recursos mineros a lo largo del tiempo, intensificándose de manera extraordinaria desde principios del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo XX.
Las actividades mineras en la provincia de Almería pasaron por dos etapas diferenciadas*:
- Etapa 1 (1820-1890) Minería del Plomo. Localizada en las Alpujarras y la sierra de Gádor o Poniente almeriense.
- Etapa 2 (1890-1930) Minería del Hierro. Sierra Almagrera o Levante almeriense.
La crisis de la minería almeriense comenzará a finales del siglo XIX con el incremento de la capacidad productiva de la sierra de Cartagena-La Unión, Córdoba y Ciudad Real y su final vendrá marcado por la crisis de la siderúrgica de los años 20 del siglo XX, el crack de 1929 y la competencia norteafricana.
*Otras explotaciones menores como fueron las de zinc, azufre, cobre y oro no alcanzarían tanta repercusión económica y social.
ETAPA 1 (1820-1890) LA MINERÍA DEL PLOMO EN LA ALPUJARRA ALMERIENSE Y LA SIERRA DE GADOR.
Las explotaciones de plomo se localizaron en las Alpujarras y en la sierra de Gádor.
Numerosas concesiones de reducido tamaño gestionadas por improvisadas sociedades de gente de la zona explotaron con precarios medios de extracción y transformación (tornos de mano, horno de reverbero español o boliche,...) los yacimientos de la zona. Los trabajadores, campesinos y jornaleros de la provincia de Almería que complementaban sus sueldos con el trabajo temporal en las minas, alcanzaron un número realmente significativo.
La abundancia de mineral por superproducción provocó el desplome de los precios en los mercados internacionales y la ruina de muchas minas alemanas e inglesas.
El agotamiento de las balsas más accesibles en el año 1836 y la bajada de los precios del mineral provocó la decadencia de estas explotaciones.
ETAPA 2 (1890 ¿ 1930) LA MINERÍA DE PLOMO DEL LEVANTE ALMERIENSE. SIERRA ALMAGRERA.
El agotamiento en el año 1838 de las minas de la sierra de Gádor coincidió con el descubrimiento del filón de plomo argentífero en el barranco del Jaroso en la Sierra Almagrera. Este descubrimiento supuso para Almería el cenit de un siglo caracterizado esencialmente por las actividades mineras y metalúrgicas.
En ese momento se sucederán las explotaciones de plomo y de hierro en busca de un rápido beneficio que se despreocupaba por la racionalización de la explotación.
Las instalaciones minero metalúrgicas del levante almeriense, siendo uno de los puntos neurálgicos de la minería y metalurgia mundiales a mediados del siglo XIX, se caracterizaban por un minifundismo que conllevaba una constante insolvencia financiera, el arrendamiento continuo de la explotación y la precariedad de medios técnicos, especialmente, a la hora de realizar conjuntamente el desagüe de la capa freática.
El proceso especulativo entre las numerosas sociedades mercantiles propietarias de las concesiones y las sociedades explotadoras, así como las múltiples compraventas de acciones generó interminables pleitos. Las ganancias no fueron generalizadas pero las obtenidas por algunas familias formaron las principales fortunas de la Almería del siglo XIX. Esta incipiente burguesía minera muy pronto pasaría a constituirse en burguesía agraria gracias a la disponibilidad de las tierras eclesiásticas y municipales desamortizadas.
A finales del siglo XIX el aumento de la demanda británica provoca un espectacular y efímero desarrollo de la minería provincial con la construcción de nuevas instalaciones de carga, transporte y arrastre (infraestructuras ferroviarias, cables aéreos y embarcaderos).
CRONOLOGÍA DE LA MINERÍA DE ALMAGRERA-HERRERÍAS.
- Etapa 1: 1838-1847.