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sábado, 24 de agosto de 2019

Turaniana

El yacimiento de Ribera de la Algaida o de Turaniana se encuentra situado en el término municipal de Roquetas de Mar, en el paraje denominado La Algaida. Se trata de un yacimiento clásico en la historiografía arqueológica almeriense, que ha sufrido varias fases de destrucción, excavaciones semiclandestinas y otros estudios, que han puesto de manifiesto su importancia arqueológica. 
La secuencia que ofrece este sitio arqueológico abarca desde el Bronce Pleno Argárico hasta la Edad Media, con una importante secuencia material de época romana, pudiéndose destacar la existencia del denominado Puerto de los Bajos utilizado como fondeadero, que facilita amplias posibilidades comerciales en este asentamiento. 

Planimetría.
Planimetría.

Según los estudios de Cara Barrionuevo,, Turaniana debió tener una extensión de unas 10 hectáreas, a las que habría que añadir 3 hectáreas de la necrópolis. 
Los límites aproximados serían a Levante demarcado por el mar, al noreste linda con una urbanización turística y con el camino que iba al antiguo cortijo de Torres, al noroeste con una zona actual de invernaderos y enarenados que limita al norte con el paraje de "Las Parras", distando unos 300 metros a la orilla del mar; al suroeste viene circunscrito por el antiguo camino conocido como "Carretilla de los Marinos" hasta el "Camino de la Envía" en la vereda más al norte y de allí al sureste hasta llegar al Saladar de "La Charca"
A esta extensión correspondería teóricamente  una población aproximada de 1500 personas, al menos en su momento de mayor auge. Esto convertiría a Turaniana en una población de tipo medio.

El urbanismo se centraría en un eje mayor, que  parece siguió el trazado del camino antiguo de Almería. A este decumanus maximus se unirían otros decumani menores y paralelos, formando calles cruzadas por otras perpendiculares hasta conseguir un reticulado ortogonal.

Fuera del recinto de la población y en terrenos públicos se situaban las necrópolis, en este caso dos muy desiguales en envergadura, extendidas a lo largo del camino principal.

Del urbanismo antiguo son muy escasos los restos conservados, aunque de ellos se puede deducir que la zona litoral tendría un marcado carácter industrial relacionado con las pesquerías y el comercio y en ella parece haberse situado al menos una factoría de salazones, almacenes y pequeños astilleros. La zona más interior pudo formar la zona residencial de la población, con viviendas de distintos tipos según el estatus de sus moradores. El área artesanal y de manufacturas debió situarse en la zona suroeste, en los alrededores de la necrópolis principal.


viernes, 31 de enero de 2020

Necrópolis Musulmana de Baŷānis

A la conocida Turaniana le sucede en el periodo medieval una aldea musulmana que las fuentes árabes llaman «al-Biŷānis», «al-Binŷās» o «Baŷānis». El nombre lo conocemos por los geógrafos al-Udri, nacido en la vecina Dalaya (Dalías) en el siglo XI, y el posiblemente ceutí al-Idrisi. A la hora de describir el camino de Almería a Málaga, mencionan a esta al-Biŷānis como una alquería situada a 6 millas al oeste de Almería, ruta que continúa hacia Berja y Dalías.


En cualquier caso, la extensión de al-Biŷānis no alcanzó la de Turaniana, más bien se limitó a su parte norte, en el entorno de Torrequebrada. También se nombra un torre desde donde se encendía fuego para avisar de barcos enemigos, posiblemente una de las existentes en nuestra costa.

Los restos arqueológicos que nos han llegado son escasos a la espera de una excavación completa: cerámica medieval y un cementerio árabe. Los enterramientos islámicos se caracterizan por no tener grandes riquezas y carecer de ataúd (salvo excepciones), envolviendo el cuerpo en una serie de lienzos. Posteriormente era depositado sobre su costado derecho y con la cabeza mirando hacia La Meca, tal y como se encontró el enterramiento de un adolescente que presentamos en la imagen durante la excavación arqueológica de 1993.

(Texto de Juanmi Galdeano Manzano y fotografía del archivo de Gabriel Cara González)

Bibliografía: CARA GONZÁLEZ, G. (2004). Roquetas de Mar. 400 años de historia, siglos XVI-XX.

domingo, 11 de julio de 2021

Gabriel Cara Gonzales

 Casado con Josefa Rodríguez, tuvieron cuatro hijos. Vecino de Roquetas: sus gentes, su tierra y la mar ocuparon el interés de toda su vida y su obra. Hijo de padre agricultor y ganadero y de madre de familia dedicada a la pesca. Deja la escuela a los 12 años y se incorpora al negocio familiar: una panadería y tienda de ultramarinos, en el Barrio Bajo de Roquetas. Trabajó en numerosos sectores, junto a sus hermanos y luego con sus hijos: panadería, tienda, fábrica de gaseosas, alhóndiga, gas, electrodomésticos, un cine (1963). Fue el primer empleado de Caja de Ahorros de Roquetas (1958). Participó en múltiples actividades locales: desde 1966 en varias asociaciones culturales; en los años setenta participa en el movimiento vecinal; apoya y colabora con distintos deportes: fútbol (C.D. Roquetas), petanca (el club lleva su nombre), ajedrez (El club de Ajedrez Roquetas tuvo su sede en sus locales) y especialmente deportes náuticos: pesca submarina y vela (crea la primera escuela de vela del municipio en 1974). También destacó por su decidido apoyo a los mayores: tanto en la constitución de varias asociaciones, como en la promoción de la residencia de mayores del Puerto. Su pasión por la historia se origina con el apoyo a su hijo Jorge y a Lorenzo Cara Barrionuevo en la investigación sobre Turaniana (1987). Una vez jubilado, cursa los estudios de Historia Moderna en el Aula de Mayores de la Universidad de Almería, finalizando en el año 2003.

Gabriel Cara Gonzales  (Roquetas de Mar, 1931 - El Ejido, 2019). Investigador, historiador y filántropo.

Su contribución se puede sintetizar en tres áreas:

A) Investigación histórica sobre Roquetas y el Poniente, que encontramos, sobre todo, en sus libros. Un aspecto destacado en esta área es su trabajo en el campo de la genealogía. No hay visitante, sea de Roquetas o venga de fuera, que no encuentre las raíces de sus antepasados en la documentación estudiada y organizada en su archivo.

B) Su centro de documentación, colección fotográfica y museo etnográfico de Roquetas. En 1987 comienza a recopilar piezas etnográficas, fotografías antiguas y documentación relacionada con actas municipales, censos, libros de bautismos, documentación de marina, etc., que serán el germen del actual centro, conocido como Archivo-Museo de Gabriel Cara, equipado artesanalmente, auto sufragado e instalado en local propio. En su gestión colaboraban sus amigos y familia. Un espacio dedicado al campo, al mar, a las salinas y a los oficios tradicionales. Mención especial merecen sus maquetas sobre elementos importantes de la historia de su pueblo, donde destaca la del casco -casa por casa- de Roquetas en 1940.

C) Divulgación de la historia de las gentes y la tierra del Poniente y Roquetas: en jornadas, conferencias, asesoramiento de múltiples trabajos de escolares y de universitarios, entrevistas, semanas culturales, visitas a colegios e institutos, medios de comunicación, etc.

Ha recibido múltiples galardones y el reconocimiento de sus vecinos y de la sociedad almeriense; y de asociaciones como Posidonia, Amigos de la Alcazaba y Unidos por Turaniana -entre otras-; un colegio de las Marinas lleva su nombre: el CEIP Gabriel Cara. El único reconocimiento que le faltó fue el de la autoridad municipal de la época.

Sus últimos años de vida fueron duros por la pérdida de la vista que le impedía trabajar al ritmo intenso e infatigable de los últimos treinta años. Su figura y su obra formará siempre parte de la historia de Roquetas. En palabras de Juan M. Galdeano, amó a su pueblo y ofreció lo mejor que tenía: “A los roqueteros, nativos o de adopción, nos enseñaste a echar raíces, a descubrir que nuestro pueblo también tenía historia y que nosotros formamos parte de ella.”




INSTITUTO DE ESTUDIOS ALMERIENSES

Fotos de Archivo de la web www.museogabrielcara.es

Fotos del Grupo de Facebook Museo Histórico Gabriel Cara


Museo Gabriel Cara

jueves, 17 de enero de 2019

El Daymún

El Daymún

Otras denominaciones:

 La Imús
 El Aimún
 Al-Imunt
 Aimon
 Laimun
 La Imund
 Mausoleo romano del Daymun


Entrada.
El Daymún se localiza en la periferia de la población almeriense de El Ejido. Esta construcción forma parte de la necrópolis de antigua ciudad romana de Murgis. Es un edificio de planta cuadrada y semisubterráneo, realizado en mampostería de piedra. Interiormente se observa  un inmueble que tiene una nave de cruz griega, de modo que los ángulos macizados, producto de la incorporación de la estructura al cuadrado, actúan como contrafuerte para sostener el empuje de la bóveda.

Vista lateral.
La cubierta se realiza mediante una bóveda de tipo de cimbra volada, con huellas de la impronta del cañizo y de las cuerdas que las unían, recubierta con un enlucido de mortero. Existen tres arcosolios de medio punto ligeramente apuntados y peraltados, y coronando el lateral izquierdo aparecen dos pequeñas e irregulares hornacinas de diferente tamaño excavadas en el muro. Una lumbrera ilumina desde la parte posterior. En esta misma pared existe un entrante en el muro, que quizá sirviera para albergar un sarcófago y otra forma de enterramiento, que al encontrarse en alto debió de corresponder a un personaje principal.
El interior fue excavado, comenzando por la zona norte de la sala con unas dimensiones de 2x2,40 metros., el piso de mortero estaba destruido documentándose parte de una sepultura adosada al exterior del muro bajo que cierra el arcosolio. Dicha sepultura estaba realizada con mortero y presentaba revoque de cal y arena en superficie interna. Por tanto, se pudo documentar la existencia de muros bajos que cerraban los arcosolios que se hallaban en los lados opuestos a la puerta. También se documentaron restos de tumbas, siendo un añadido posterior a la realización del mausoleo.

Cámara funeraria.
El edificio era una construcción semisubterránea. Los muros bajos que cierran los arcosolios no presentan ningún tratamiento externo, lo mismo sucede con la tumba de la sala, lo que indica que el suelo no se hallaría en un nivel inferior al de los muros que cierran los arcosolios.

Una  excavación en la zona sur, pretendía poner al descubierto la entrada original,  una vez excavada y a pesar de la destrucción a la que estaba sometida, se puede afirmar que el acceso al edificio se realizaría por un vano de solo un  metro de ancho. Sería una puerta estrecha y de gran altura, una entrada simple, sin decoración.

Parte trasera.
Se excavó igualmente en los tres arcosolios, documentándose sendas sepulturas. Estas se encontraban profanadas. La sepultura del arcosolio norte presentaba interiormente un revoque de cal y arena, las de los laterales se realizaron con pequeñas piedras unidas por argamasa pero sin recubrir, estas son de mayor dimensión que la situada en el arcosolio norte.

Datos Históricos

La ciudad romana de Murgis, en la provincia de la Bética, pertenecía a la jurisdicción de Cádiz. Citada tres veces por Plinio, la hace ciudad costera y fin de  la Bética. El Itinerario de Antonino la sitúa a doce millas de Turaniana y otras tantas de Abdera, mientras que para Ptolomeo era una población mediterránea de los túndulos.

En el año 1870 se comenzaron las obras de la carretera de Almería-Málaga, y en el tramo de Ciavieja se descubrieron algunos restos arqueológicos. Saenz de Santamaría recogió algunos restos y levantó un plano de las ruinas y con las lápidas aparecidas se puedo determinar que se correspondía con la ciudad de Turaniana.

Murgis se situó en los alrededores de El Cerrillo de Ciavieja, con una población ibérica anterior, aumentada con el traslado del cercano yacimiento de El Cerrón, extendiéndose después por las cercanas lomas de Santo Domingo, de la Mezquita, de Cabriles y Onayar y perviviendo hasta el siglo V y parte del VI. Llegó a acuñar moneda, poseyéndo termas públicas y circo y posiblemente un puerto en Guardias Viejas.

El edificio forma parte de la necrópolis. El modelo constructivo del Daymun parece ser , presentando al exterior cubierta a doble vertiente. Cabría situar esta obra a finales del siglo III o inicios del IV, en un momento de desarrollo de las viviendas suburbanas, cuando el yacimiento aún mantiene su prosperidad económica, como edificio funerario privado.




Ubicación

miércoles, 5 de febrero de 2020

Torre de los Bajos

Esta torre reducto se encontraba situada en la playa de los Bajos, en Roquetas (Almería), junto al embarcadero o Portezuelo de los Bajos. Formaba parte del sistema defensivo de la costa del reino de Granada, y en 1767 ya estaba terminada. Se hizo a expensas de Don Pedro de Iriarte.


Estaba levantada según el proyecto realizado por el arquitecto José Crame, unos planos comunes diseñados para este tipo de torre en hornabeque, con forma de herradura, que según el RAE significa: «Fortificación exterior que se compone de dos medios baluartes trabados con una cortina. Sirve para lo mismo que las tenazas, pero es más fuerte, por defender los flancos mutuamente sus caras y la cortina».

Disponía de dos cañones de a 24 libras, para cruzar el fuego con el Castillo de las Roquetas, impidiendo el desembarco de piratas berberiscos, el contrabando litoral y protegiendo el embarque de cereal, esparto y barrilla que se realizaba en el fondeadero y Portezuelo de los Bajos.

Aún podemos observar la superficie de su planta y contorno en las fotos aéreas, estando situada al norte magnético del cuartel de los carabineros. Para situar exactamente el lugar donde estuvo erigida nos ha ayudado el planillo de Don Francisco Salas Almansa, escala 1:400, que rescató del olvido don Juan Pedro Vázquez Guzmán, en su inestimable libro «Vícar: un pueblo, una historia», así como las indicaciones de Lorenzo Cara y Jorge Cara Rodríguez. Parte de la documentación utilizada es del Archivo de Simancas, gracias a la visita que realizaron la historiadora Ana Claro y Gabriel Cara González.

Os adjuntamos un planillo de situación para el que hemos usado la fototeca digital del Ministerio de Fomento. Entre los últimos roqueteros que vivieron en el cuartel de carabineros actualmente en pie debemos destacar a José Navarro, Jefe de Puesto.

Este artículo parte de un ánimo divulgativo, intentando impulsar nuestro patrimonio y nuestro rico pasado, pues para una investigación integral de esta torre y su contexto pronto os haremos llegar otras iniciativas. No nos cabe duda de que sería interesante rescatar el cuartel para un fin social-cultural, como centro de interpretación de la Ribera de la Algaida.

(Texto de Gabriel José Cara Rodríguez)

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