Mostrando entradas con la etiqueta Abla. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Abla. Mostrar todas las entradas

lunes, 9 de marzo de 2020

Peñón de la Encantá

Cuenta la leyenda que una vez estuvo habitado por una mujer encantada, de largos cabellos de oro y piel blanca, y que en las noches de luna clara salía al encuentro de los caminantes, regantes o pastores, cantando bellas canciones. Esta es parte de la magia que rodea al Peñón de la Encantá, uno de los lugares más significativos de Las Tres Villas, municipio formado por tres localidades (Doña María, Escúllar y Ocaña) en la comarca de Los Filabres-Alhamilla, y que se puede conocer dando un agradable paseo.

El Peñón de la Encantá se encuentra en un lugar privilegiado, en el Parque Nacional de Sierra Nevada, dentro del Paraje de Santillana. De hecho, todo aquel que visite Las Tres Villas debería proponerse hacer este sendero embrujado que sube hasta Santillana, una antigua población hoy abandonada, pero que aún conserva parte de sus edificaciones. 


Fuente: La voz de Almería


sábado, 11 de enero de 2020

Piedra de Las Pezuñas

La Piedra de Las Pezuñas, es un peñasco en cuyo lado superior se observa unas extrañas inscripciones, algunas de las cuales dan la apariencia de pezuñas petrificadas. Precisamente, por esta creencia, es de donde le viene su nombre. Acerca de ella se comenta una curiosa leyenda popular.












Considerados como uno de los grabados de mayor claridad en la comarca.

Fotos: David Téllez




lunes, 9 de diciembre de 2019

Castillo de Abla

Este castillo se construye en el siglo IX con el fin de controlar el camino entre Granada y Almería, constituyendo una pieza esencial en los conflictos surgidos entre estas taifas. A pesar de que los restos son escasamente perceptibles, reduciéndose a parte de un torreón y de la mu-ralla, así como a un aljibe sin bóveda.

De posible origen romano, fue desarrollado como alcazaba en época medieval, sustituyendo en gran medida hasta el siglo XIX. Madoz lo nombra reconociendo torres y acueductos. En 1975 fue explanado para la construcción de una granja avícola que no fue finalmente construida.
Desaparecido casi por completo. Sólo queda la balsa del aljibe (cuya cubierta está casi totalmente derruida), resto de un muro de tapial y las posibles cimentaciones hoy enterradas.

La entrada de agua al aljibe se producía a través de un acueducto, hoy desaparecido en su tramo final por las transformaciones de 1975, que subsiste en su mayor parte como acequia y que porta de la fuente de Abrucena.

Para el 922, Ibn Hayyan habla de la conquista de una típica fortaleza de interrupción (para obstruir una vía de comunicación) y hostigamiento, situada en el límite de las actuales provincias de Almería y Granada, al este de Guadix, llamada Munt Ruwi ("Monte Ruiz"), cuya importancia estratégica motivó una campaña militar contra cristianos nativos dimmíes que lo ocupaban y que dio lugar a su destrucción.


















Fuentes: Alpuguia y Guiadigital.
Fotos: David Téllez



sábado, 17 de agosto de 2019

Baile de la Ánimas

La Hermandad de las Ánimas es la que originó esta tradición durante el siglo XVII, ya que tenían como objetivo financiar el entierro de los pobres y la aplicación de misas por su eterno descanso. La mayor parte del dinero que gastaba la hermandad lo obtenía de la petición de limosna durante la Navidad por parte de los cuadrilleros o hermanos cantores de las Ánimas. Esta petición de limosna se realizaba de casa en casa por los pueblos y campos y por parte de una cuadrilla de músicos de cuerda y percusión. Al frente de la cuadrilla estaba un "mayordomo" (representante de la cuadrilla) y el "guión" (cantor) que iban entonando coplas, cuyos dos últimos versos repetían los cuadrilleros. Estas coplas son las que se denominaban "Coplas de Ánimas".

Aunque hoy día esta manifestación ha desaparecido en gran parte de los municipios de la comarca, pueblos como Laújar, Fondón o Abla continúan cumpliendo con esta tradición. Actualmente estas agrupaciones musicales no actúan bajo la formación de instituciones religiosas (tradicionalmente denominadas Hermandades de Ánimas, hoy ya desaparecidas), sino que son los vecinos de la localidad, generalmente miembros de la banda de música de Abla, son los que voluntariamente participan en el ceremonial. 

Se trata de una agrupación musical compuesta por varios instrumentistas, cuyo número puede oscilar entre diez o veinte personas, entre hombres y mujeres. Esta agrupación recorre las calles del municipio entonando coplas que aluden a las ánimas benditas y solicitando limosnas a los fieles. La función de recaudar limosna recae generalmente en la misma persona, que porta una hucha de hojalata donde se recoge el dinero donado. Este dinero se entrega a ciertas asociaciones benéficas o a la Iglesia, según las necesidades. 

El Baile de Ánimas comienza la mañana del 1 de enero. Los músicos se reúnen en la Iglesia Nuestra Señora de la Anunciación alrededor de las once de la mañana para comenzar el itinerario que recorrerá gran parte del municipio de Abla. El recorrido comienza por la parte alta de la localidad, en la Barriada de San Antón, visitando las principales calles: calle Real Alta, calle San Antón, Placeta de San Antón y calle Llanadas Altas. Posteriormente comienza el recorrido por la parte baja del municipio, recorriendo las siguientes calles: Albaicín, Real Alta, Paseo San Segundo, calle Baja, calle Agua, Carretera de Almería y Avenida de los Santos Mártires. Llegados a este punto, la cuadrilla realiza un descanso para almorzar. Tras el almuerzo que realizan todos juntos en algún restaurante de la localidad y que es financiado por el Ayuntamiento de Abla, la agrupación reanuda el recorrido. A las cuatro de la tarde, aproximadamente, la agrupación continúa el recorrido visitando la Barriada de la Carretera de la Estación, situada a las afueras de la localidad, después toma la Carretera Almería para volver al municipio e iniciar el recorrido por el casco urbano de la localidad: calle Hermanos Tena, calle Cruz de San Juan, calle Maravilla, calle Real, Plaza Mayor, calle Camichete, calle Castillo, calle Lepanto, hasta llegar a la Placeta de la Iglesia, donde finaliza el itinerario. 

La cuadrilla va visitando uno a uno los hogares de la localidad, saliendo los vecinos a recibir a los músicos, quienes comienzan a entonar y tocar una misma melodía que se repite durante todo el recorrido. Esta agrupación musical realiza varios ensayos previos a la actuación, con la finalidad de conseguir la afinación de todos los instrumentos, ya que la melodía es altamente conocida por todos los músicos. Hoy en día, la mayor parte de los músicos que intervienen en la actuación pertenecen a la banda de música de Abla. La partitura de esta melodía no está documentada por ser sobradamente conocida por todos los abulenses. La letra de la música que éstos tocan es la siguiente: 

"A esta puerta hemos llegado
a pedir una limosna
para las Ánimas benditas
que piden misericordia

A las Ánimas benditas
no se les cierra la puerta
se les dice que perdonen
y ellas se van tan contentas".


El itinerario que incluye el casco urbano y el extrarradio de la localidad concluye en el mismo lugar desde donde hace su salida, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación, y tiene una duración aproximada de unas diez horas. El itinerario incluye el casco urbano y el extrarradio de la localidad. 

Actualmente, los músicos que forman parte de la cuadrilla de ánimas no emplean un vestuario específico para participar en este ceremonial y, generalmente, utilizan prendas de calle. En el pasado los miembros de la cuadrilla vestían la tradicional capa larga de color negro que lucían los días de fiesta. Esta tradición está en trámites de recuperación, gracias a la iniciativa de los miembros de la cuadrilla, con la finalidad de otorgarle mayor espectacularidad y prestigio al ceremonial. 

Se desconoce el origen de este modo expresión en el municipio de Abla, aunque es ampliamente constatado que el origen de estas Cofradías de Ánimas se encuentra en el culto a los difuntos y la preocupación por sus culpas y penas, desarrollándose sobre todo en el siglo XVI este culto especial por las almas de los difuntos por parte del Cristianismo, siendo las obligaciones de los cofrades asistir a las solemnes misas y procesión del día en conmemoración de los difuntos. Ampliamente difundido a lo largo de la geografía nacional y encuadrado dentro de las denominadas "Fiestas de Locos", su representación se lleva a cabo generalmente entre los días 25 y 28 de diciembre, Día de los Inocentes.

La costumbre de participar en el Baile de Ánimas se ha transmitido generacionalmente entre los integrantes de una misma familia. El prestigio social que otorga la intervención en este ceremonial es uno de los mayores atractivos para los músicos que se animan a participar de manera voluntaria. 

El director de la banda de música de Abla fue el impulsor de toda una generación de músicos que, durante décadas, participaron activamente en esta tradición y que han transmitido a las siguientes generaciones.   

El Baile de las Ánimas ha llegado hasta nuestros días sin transformaciones sustanciales. La cuadrilla de ánimas interpreta, a la puerta de los feligreses, la misma melodía que entonaban sus antepasados, solicitando limosna para sufragar los entierros de los pobres. La Iglesia era la encargada de gestionar el dinero recaudado. Hoy en día, el dinero se destina a determinadas obras impulsadas por asociaciones benéficas o a la Iglesia, según las necesidades.   

Las fiestas navideñas son el marco en el que tradicionalmente se desarrolla esta manifestación. En el pasado el recorrido se alargaba durante días, siendo obligada la visita a todos los cortijos pertenecientes al término municipal de Abla. Hoy en día el recorrido se completa en una jornada, debido principalmente al despoblamiento que afecta a estos núcleos poblacionales o cortijadas.

La cuadrilla de ánimas recorría hasta en dos ocasiones el municipio de Abla. El  25 de diciembre y el 1 de enero son las fechas escogidas, por su valor simbólico, para apelar a la bondad cristiana. Actualmente esta agrupación ha reducido el número y extensión de las salidas, quedando exclusivamente la actuación del 1 de enero. 

El gran esfuerzo que realizan, sin ningún ánimo de lucro, los integrantes de esta agrupación musical se ve recompensado por el acogedor recibimiento que reciben de la población abulense. Los vecinos abren sus casas para ofrecer a los músicos un refresco, agasajándolos con la intención de conseguir la ejecución de piezas musicales que, generalmente, derivan en baile; en el pasado se demoraban durante horas.  

Uno de los cambios más significativos fue la llegada de mujeres a esta agrupación musical en la década de los ochenta del siglo XX aproximadamente, ya que la población femenina ha estado excluida de la participación en este ceremonial. 

Fuente: Guía Digital

La Merendica

Una de las celebraciones más esperadas por los niños y niñas que toman la Primera Comunión en Abla es La Merendica de cada sábado de Pentecostés. También denominada "Fiesta del Huevo", hoy día la actividad, cuyo origen se remonta al año 1883, cuenta con la participación no sólo de los comulgantes y sus familias, sino de todos los vecinos que, tras el acto litúrgico y recepción del sacramento en la iglesia, se desplazan al Parque Municipal de Montagón para disfrutar de una comida campestre con grupos de música y animación en un día de marcada convivencia y comunión. Actualmente su continuidad está asegurada, dado que, a pesar de que la población infantil se ha visto reducida, los niños y niñas emigrados regresan para recibir aquí el sacramento y cada año la participación vecinal es mayor por el interés que suscita.

Sus orígenes se remontan hacia 1883, cuando el campanero y preparador de los niños para el Sacramento de la Comunión, D. Pedro González Herrerías (1853-1916), con motivo de festejar la Primera Comunión, inició una tradición que se ha convertido en un ritual muy arraigado en la comunidad abulense. Este vecino de Abla, que realizaba las funciones de catequista, llevaba a los niños que realizaban la Primera Comunión a merendar al campo. La merienda consistía en una onza de chocolate, una rosquilla de pan blanco, una gaseosa de "bola" y un huevo cocido. De ahí que popularmente se le conozca también como la "Fiesta del Huevo". Al principio no existía un emplazamiento fijo de celebración sino que variaba cada año hasta que se seleccionó el jardín de Los Santos, ubicado junto a la ermita de los Patronos, hoy día desaparecido.

Con el tiempo, la celebración del sacramento de la Primera Comunión se fue transformando y convirtiendo en una festividad más de la localidad. Los familiares de los niños se fueron sumaron a la celebración y, posteriormente, amistades y grupos ajenos al evento, con la única finalidad de divertirse. Ante la afluencia masiva de personal, el citado jardín quedaba pequeño, por lo que se optó por trasladar la merienda campestre al prado de Vista-Alegre, sito en el paraje de Calahura, junto al olivar y una fuentecilla en pleno campo, donde los comensales pasaban el día disfrutando hasta caer la noche.

Esta festividad se compone de dos partes diferenciadas, una religiosa y otra laica, que requieren diferentes preparativos. El sacramento de la Primera Comunión exige de una preparación previa llamada catequesis, en la que se estudia el catecismo, es decir, los conocimientos necesarios para recibir la primera eucaristía. Esta preparación la realizan los menores que hacen la primera comunión; este  curso suele tener, por regla general, una duración de uno a dos años.

Por otro lado, están los preparativos de la celebración laica. Los padres de los niños y niñas que hacen la Primera Comunión son los encargados de preparar el almuerzo que tendrá lugar tras el ritual religioso.

El Ayuntamiento afronta ciertos preparativos de la celebración, como el acondicionamiento y mejoras de las instalaciones, la habilitación de la carga y descarga que se lleva a cabo durante toda la mañana del sábado y, finalmente, los preparativos referentes a la contratación de la banda musical y del grupo de animación infantil.

La festividad comienza el sábado de Pentecostés con la celebración de una misa solemne. Se trata de una misa especial y muy participativa, orientada a los niños y niñas que recibirán el cuerpo y la sangre de Cristo por primera vez. A las doce de la mañana los niños que realizan la Primera Comunión, protagonistas de la actividad ritual, entran en la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Anunciación escoltados por el párroco de Abla.

Finalizado el acto litúrgico, comienza la parte laica del ritual. Los padres y niños que han participado en la ceremonia se marchan a sus domicilios para cambiarse de ropa e, inmediatamente después, se desplazan hasta el Parque de Montagón donde tiene lugar el almuerzo popular, construido por el Ayuntamiento para albergar la gran afluencia de público, y en el que los asistentes pasan todo el día y parte de la noche festejando.

Son varios los cambios que ha sufrido la celebración original. Lo que inicialmente se instauró como una merienda campestre para celebrar la Primera Comunión de los niños y niñas de la localidad, se ha convertido en una fiesta popular en la que participan todos los habitantes de Abla. Al principio sólo asistían a la merienda los niños comulgantes y su catequista, D. Pedro González Herrerías; a esta tradicional salida al campo se fueron sumando con el tiempo, primero los familiares de los pequeños y, posteriormente, las amistades de las familias comulgantes. Hoy en día todos los habitantes de Abla acuden a este paraje para celebrar el día.

Los alimentos (chocolate, rosca de pan, gaseosa y huevo cocido) con los que tradicionalmente eran agasajados los pequeños que hacían la Primera Comunión, distan mucho de la fiesta gastronómica que caracteriza a la actual celebración. Sin embargo, uno de estos productos se ha mantenido como elemento representativo de la festividad, el huevo cocido, de ahí que reciba tal denominación igualmente. Originariamente la fiesta consistía en una merienda, hecho que se ha ido transformando en un almuerzo y celebración que ocupa todo el día.

También han variado otros aspectos de la celebración, sobre todo en lo referente a la organización. En el pasado este ceremonial se caracterizaba por una mayor espontaneidad, en la que los familiares organizaban el almuerzo y se trasladaban a la zona escogida para festejar, hasta que el jardín de los Santos fue seleccionado como lugar fijo de celebración de esta festividad. Tras la desaparición de este lugar, el Ayuntamiento acometió la creación de un nuevo espacio para este día, el paraje de Montagón.

El día inicial de la celebración también fue modificado con el transcurso del tiempo para favorecer una mayor asistencia vecinal. La celebración en sábado ha beneficiado una mayor participación de los vecinos que han de trasladarse desde su lugar de residencia.

El Ayuntamiento financia la contratación de los grupos de música y animación que ameniza la velada, ya que cada grupo familiar organiza y financia los productos y alimentos que formarán parte del almuerzo.

Fuente: Guía Digital

lunes, 27 de mayo de 2019

Era del Cerro de las Juntas

Era de trilla de planta elíptica con solera de laja. Se encuentra sustentada por un muro de mampostería con al menos tres lienzos superpuestos en distintas épocas. Aparece en el más externo un mechinal y bandas horizontales de mampostería recibidos con barro de cuidada disposición.

Era del Cerro de las Juntas.
Ubicada cerca de los Milanes.
El estado de conservación es bastante bueno.
 Era de gran dimensión.
En desuso actualmente.

Fotos: David Téllez


Eras de los Milanes

Tres eras circulares, situadas dos de ellas en el núcleo, estando la tercera más alejada y denominándose "Era de D. José Castillo" , situada en la pedanía de los Milanes , Abla. Está construida a base de lajas, encontrándose rodeada por un muro perimetral.



Era 1



Era 2




Era 3









Fotos: David Téllez

viernes, 11 de enero de 2019

Mausoleo Romano

El mausoleo romano altoimperial de tipo turriforme de aedícula abierta, cerrado por bóveda de arista, innovación patente en la época de Adriano, habría que fecharlo en la segunda mitad del siglo II.
A lo largo de su historia el edificio ha sufrido diferentes intervenciones que han supuesto la modificación de sus fachadas sur y oeste, quedando prácticamente completa la correspondiente a su lado oeste, que solo presenta una pequeña reforma en su parte lateral izquierda baja y la del lado norte, que fue perforada para la realización de una puerta. Tras los estudios arqueológicos llevados a cabo en el mausoleo, se deducen dos momentos cronológicos más antiguos. El primero se desarrolla durante el siglo II de nuestra era y se corresponde con el de la construcción y utilización del mausoleo. A partir de ese momento se abandona la construcción, para a partir de la segunda mitad del siglo III, iniciar una ligera recuperación de la actividad. En el siglo IV se aprecia una reutilización doméstica del espacio y su abandono hay que fecharlo en el siglo V.
En el período musulmán el mausoleo se vio transformado en torre-fuerte con un carácter defensivo. Posteriormente, y tras la conquista, el edificio fue convertido en ermita. El edificio responde a la denominación de mausoleo turriforme, compuesto por basamento, prisma y remate posiblemente piramidal. El material empleado para su construcción varía de un muro a otro como consecuencia de las diferentes épocas en las que fue edificado.

Parte lateral del Mausoleo.
De la época romana se conservan muros de mampostería y mortero, mientras que de época musulmana quedan restos de tapial y mampuesto.Su planta es un cuadrado de 4,80 por 4,80 metros que se eleva sobre una plataforma rectangular de mampostería y mortero de 6,35 por 5,10 metros. El prisma cuadrado desplazado hacia el norte de la plataforma queda formado por muros de 0,65 metros de espesor que delimita un espacio interior de 3,50 por 3,50 metros. En el cuadro interior se inscribe la cripta funeraria que corresponde a una fosa rectangular. Está cubierta por una bóveda de medio cañón, realizada con hiladas de piedras, más o menos planas, unidas por mortero. Por encima del cierre de la bóveda se realizó el piso de la cámara ritual, en la que aparece un banco corrido que se adosa a la pared norte. El resultado es un monumento funerario de dos pisos. En el interior se realizó una cripta, que una vez cerrada quedó sin acceso, pues sólo existe la citada fosa rectangular destinada al difunto y la pequeña bóveda por encima que la cubre. El piso superior era accesible desde la puerta de entrada, en él queda el banco corrido que se utilizaría para el culto o ritual periódico. Esta cámara queda cubierta con una bóveda de aristas. La iluminación y ventilación se resolvieron mediante dos óculos, uno de sección troncocónica, situada en la pared este, de 0,90 centímetros de diámetro interior por 0,70 de exterior, el otro de sección cilíndrica, situado en la pared oeste, de menor tamaño. En los arranques y en desarrollo de los arcos de la bóveda es posible distinguir algunos restos de la ornamentación pintada que existió en el mausoleo. En el exterior, el alzado norte es el mejor conservado. El alzado sur, es el más transformado. Es muy posible, que por encima de la cubierta, existiera otro elemento de cierre, probablemente piramidal.

Entrada al Mausoleo.
En 1846, Madoz describía tres ermitas en el entorno de Abla y apuntaba que una de ellas respondía "a un mausoleo romano que aún conservaba una pirámide de piedra de veinte varas de altura" (Madoz, 1846). Pero a pesar de esta referencia el edificio quedó olvidado y algunas citas recientes lo mencionan como una Torre-Fortaleza, realizada antes del siglo XIII y destinada a la defensa de la población (Ortíz Ocaña, 1982). Sin embargo, Gil Albarracín (1983) tras un minucioso estudio de los restos, llegó a conclusiones evidentes sobre su pertenencia al mundo romano, así como al destino de su función sepulcral. Pero la falta de elementos y datos más sólidos que los meramente visibles le conducen a lógicas imprecisiones, que sólo la intervención arqueológica ha podido solventar, replanteándonos su funcionalidad tanto de los elementos conservados como de los vanos, situando en su justo lugar la cámara funeraria y reorientando los datos aportados. Asimismo, el material arqueológico y las estructuras constructivas del exterior facilitan una visión clara del proceso de reciclaje de algunos restos, y nos definen los momentos de actividad del entorno.
Este edificio funerario responde genéricamente a la denominación de mausoleo turriforme caracterizado fundamentalmente por la verticalidad y considerable desarrollo en altura en relación con la superficie de la base (Sanmartí, 1984). Se trata de una versión tradicional, puesto que está compuesto por basamento, prisma y remate. En España estos modelos tuvieron gran aceptación, pero a juzgar por los restos conservados no alcanzaron gran monumentalidad, salvo una excepción como la torre de los Escipiones (Cid, 1949). Geográficamente, abarcan la totalidad de la costa Mediterránea hasta la Atlántica, extendiéndose desde la provincia de Gerona hasta Cádiz, y fechados entre finales del Siglo I y Siglo III, la mayoría se puede situar en la banda cronológica del Siglo II.
Sobre la base de dos de los grupos propuesto por Sanmartí (1984) (édicula sobre podium y turriforme), unificados posteriormente por Abad y Bendala (1985) gracias a la tipología elaborada por Kovacsovic (1983), podríamos considerar el mausoleo de Abla como un monumento turriforme de édicula abierta. Esta característica lo contrapone decididamente al grupo de los mausoleos europeos, cerrados y aislados del ambiente exterior, y lo relaciona con prototipos africanos que en su mayor parte, presentan una cámara accesible desde el exterior (Abad y Bendala, 1985). Dadas sus características morfológicas, así como la presencia de una bóveda de arista, innovación técnica que se hace patente en la época de Adriano (García Bellido, 1979), habría que pensar en la segunda mitad del Siglo II como momento de su construcción, entrando de lleno en la línea de las realizaciones que Kavacsovic considera como característicamente tardorepublicanas, y que en Occidente alcazan los años finales del Siglo II de nuestra Era.
La documentación arqueológica, por su parte, confirma la actividad en el entorno del mausoleo en el Siglo II y nos aporta interesantes datos sobre la reutilización del espacio y de los materiales antiguos, ya en pleno Siglo IV. Por último, habría que señalar la ausencia de enterramientos en el área excavada, si bien como se ha apuntado, la estructura C pudiera corresponder a parte del alzado Sur y Oeste de otro mausoleo.

Entrada al Mausoleo.



Ubicación

Fotos: David Téllez

Necrópolis Megalítica los Milanes

La necrópolis, ubicada en un promontorio frente al poblado, se encuentra delimitada en líneas generales al noroeste por el Barranco del Duende y al sureste por el Barranco del Salarillo.

Tumba tipo tholos

Se trata de una necrópolis que se ajusta perfectamente a las características del período calcolítico, constituida por una serie de tumbas colectivas tipo tholos, donde se observan fácilmente trece sepulturas, algunas de ellas todavía intactas, sin pruebas de expoliación.


En las tumbas el material predominante también es la pizarra, como en el asentamiento. En este caso las estructuras, de planta circular, se encuentran delimitadas mediante lajas y cubiertas con una falsa cúpula, realizada por aproximación de hiladas. Estas sepulturas se cubren normalmente mediante un túmulo.
Una de las tumbas localizadas en la vertiente sureste, se caracteriza con su buen estado de conservación, manteniendo su túmulo exterior, así como su acceso y parte del corredor que comunicaba con la cámara. La entrada está formada por una gran laja de pizarra de forma rectangular con una perforación circular por la que se accede directamente a un pequeño corredor cubierto solamente por una laja, mientras que sus paredes se construyen por dos hileras de grandes piedras, también de pizarra.


Este asentamiento y su necrópolis pueden ser un magnífico ejemplo del período al que pertenecen, a la denominada Cultura de Los Millares, que se desarrolla en el sureste peninsular.

Tumba 1
Entrada Tumba 1
Tumba 2
Tumba 3
Tumba 4
Tumba 5
Ortostatos 
Tumba 6
Tumba 7
Tumba 8
Tumba 9
Tumba 10

Fuente: Juntadeandalucia.es

Fotos: David Téllez

ENTRADAS MÁS VISTAS