Según una leyenda, durante la expulsión de los moriscos hubo un capitán que acudió a Félix para apoyar a los cristianos. Herido en batalla, se refugió en una cueva donde murió. Al quitarle el casco y amortajarlo, se descubrió que era una mujer — de ahí que la cueva se llame “la Capitana”.
Fotos: Patrimonio Almeriense
Fuente: Web
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