En el término municipal de Lubrín, la Cueva de los Morceguillos también nos ha dejado rastro del legado histórico de los almerienses del Paleolítico Superior. Puntas, buriles, raspadores y perforadores son algunos de los instrumentos encontrados, representantes de la cultura Solutrense.
Luis Siret descubrió en esta cueva restos que indican la presencia del hombre de Neandertal; se cree que este asentamiento humano fue usado como lugar de sepultura. Aparte de la cueva de los Morceguillos, este lugar también se conoce como cueva de los Morciguillos o de los Murciélagos.
Fotos extraidas de la página web: http://www.filmingalmeria.es/
La Cueva Humosa, en el término municipal de Olula del Río es otro de los hallazgos arqueológicos correspondientes a la cultura Perigordiense encontrados en la provincia de Almería.
En el abrigo de Cueva Humosa encontramos algunas de las huellas más antiguas de la ocupación humana en el Valle del Almanzora, se trata de una industria de silex y cuarzo del Paleolítico Superior en una privilegiada zona de transición entre la sierra de Las Estancias y el Valle fluvial.
Sitio arqueológico localizado en un cerro a la izquierda del Río Almanzora. Se trata de un abrigo abierto en el conglomerado básico de las terrazas cuaternarias.
Fue excavada por Siret y de sus materiales se desprende la temprana ocupación en el Paleolítico Medio. La cornisa del abrigo se desplomó y la documentación básica sigue siendo por tanto la de Siret. En base a ella, Vega Toscano posteriormente, estudió los materiales.
El yacimiento arqueológico se encontró en un abrigo natural en las estribaciones de Sierra Alhamilla y no figura en el Catálogo General de Patrimonio Histórico de Andalucía.
Según ha indicado la Junta en un comunicado, el doctor en Prehistoria y profesor Ignacio Martín Lerma ha comprobado en una visita al emplazamiento que por la tipología de los restos encontrados datan del Paleolítico superior.Entre el material recogido para su análisis se encuentran lascas y núcleos de cuarzo, restos de percutores y talla, fragmentos de sílex y fragmentos de cerámica, destacando una hoja o láminas de sílex melado.Todas las piezas han sido entregadas al Museo Arqueológico de Almería para su supervisión y dos arqueólogos de la Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio Histórico en Almería han analizado el material.
Este tipo de hallazgos se localizan muy próximos unos de otros, muchas veces en pequeños altos que dominan vaguadas o en los bordes de los barrancos, siempre en lugares de gran visibilidad.
Estos descubrimientos permiten a los expertos saber más sobre los modos de vida de los primeros pobladores del continente o los enclaves de talla de sílex de población que habitaba en las proximidades.
Yacimiento considerado como uno de los más importantes para el estudio del Paleolítico Superior de la Península Ibérica. Se trata de un gran abrigo rocoso en una pared vertical de más de 100 metros de altura, formada por calizas del Burdigaliense Superior-Langhiense Inferior. La boca mide 39 metros de amplitud, penetra 17 m hacia el interior y alcanza una altura de 18 m, es de forma triangular y está orientado al Sur-Suroeste. Situado encima de un cortado sobre el arroyo del Moral, en zona de erial. Su situación geográfica es de gran importancia, dada su posición intermedia entre el Levante y Andalucía, presentando además la ventaja de estar situada en una encrucijada de vías de penetración o pasos naturales, como son los llanos que unen Caravaca con la Puebla de Don Fabrique y la rambla de Chirivel, que desde Puerto Lumbreras llega hasta la depresión de Guadix-Baza.
Cueva de Ambrosio.
Sus excavaciones comenzaron en las primeras décadas de este siglo, siendo excavada por primera vez en 1911 por el Abate H. Breuil y F. de Motos. Además de estas actuaciones puntuales, se han realizado otras investigaciones arqueológicas en este lugar por E. Ripoll Perelló entre 1958-1964 y S. Ripoll López a partir de 1983. Actualmente se encuentra en proceso de excavación. Presenta una secuencia cultural de Paleolítico, Epipaleolítico y Neolítico. En este yacimiento, durante las campañas de 1992 y 1994, se han encontrado un conjunto de representaciones artísticas parietales pintadas y grabadas del Paleolítico Superior. Entre los grabados del Panel Ise ha descifrado una excelente silueta de caballo, una representación de ave, unos prótomos de bóvido y de caballo, así como otros trazos todavía no interpretativos. En la parte inferior del panel existen pinturas, poco visibles a causa de una colada calcítica y de momento no es posible interpretar ninguna representación figurativa. En el Panel IIse han identificado un espléndido caballo pintado en ocre rojo, otros dos caballos grabados, un prótomo de caballo pintado en negro y gran cantidad de líneas incisas en trazo múltiple, así como otros restos pictóricos por identificar.
La excepcionalidad del hallazgo reside en el hecho de poder interrelacionar perfectamente estas muestras de arte con los niveles arqueológicos claramente definidos desde el punto de vista cultural y cronoestratigráfico del mismo yacimiento. En este yacimiento, en el cual el equipo del profesor Sergio Ripoll López viene trabajando desde hace algo más de diez años, se ha documentado una de las secuencias más completas e importantes del Solutrense del Mediterráneo Español, dentro del cual se han podido constatar tres niveles de ocupación correspondientes al Solutrense Medio, Solutrense Superior y Solutrense Superior Evolucionado.
Este abrigo no sería un lugar de habitación permanente, sino un sitio al que se acudía a renovar el utillaje lítico en determinados momentos, según parecen confirmar las investigaciones que se están llevando a cabo. Es de remarcar que en la Cueva de Ambrosio ya se había encontrado una representación figurativa: prótomos de caballo, realizada sobre un compresor-retocador de caliza atribuible a un momento evolucionado del Solutrense.
A pesar de su gran interés y dado su aislamiento geográfico, a pesar de estar vallada, durante largo tiempo ha estado desprotegida y expuesta a excavaciones clandestinas que han ocasionado graves pérdidas. Está protegida por un antiguo cerramiento y actualmente se está proyectando por parte de la Consejería de Cultura una reforma del cerramiento-vallado, con objeto de que éste se integre mejor en el entorno paisajístico. Todas las representaciones descubiertas hasta el momento se sitúan sobre una superficie rocosa más o menos lisa y ligeramente concrecionada. La parte inferior está recubierta por una colada calcítica debida a una fase húmeda posterior a la ejecución de las figuras. Es comúnmente conocido que la viveza de color, sobre todo de los óxidos de hierro, hematites y ocres, depende del grado de humedad de las paredes. La frescura de la pintura del équido del panel II de la Cueva Ambrosio estaba en su grado óptimo, gracias a la hidrometría favorable. En esta zona -la más baja del abrigo- cuando llueve, se produce un goteo continuado. La existencia por otra parte de un nivel de arenas estériles depositado encima de un nivel de ocupación, que actúa como una capa impermeable dado el alto contenido de materia orgánica, provoca que aquellas arenas conserven mucho la humedad, lo que sin duda ha favorecido el excelente estado de conservación de esta figura.
La UNESCO en la declaración como patrimonio mundial de la humanidad del arte rupestre de la cuenca mediterránea en la Península Ibérica, dice que éste, es el grupo más grande de sitios de arte rupestre en Europa, y proporciona una imagen excepcional de la vida humana en una fase crítica del desarrollo humano, que se representa de forma vívida y gráfica en pinturas que son únicas en estilo y temática. Este sitio está incluido en la declaración como patrimonio mundial .
Datos Históricos .
La investigación de este yacimiento comienza a principios de siglo, cuando Federico de Motos, gracias a sus contactos con el Marqués de Cerralbo y el profesor Hernández Pacheco, entra en contacto con Breuil. De hecho, la primera noticia que se tiene de Cueva Ambrosio aparece en una carta de fecha de diciembre de 1911 que dirige F. de Motos al abate Breuil. En la correspondencia entre ambos personajes no se vuelve a citar la Cueva Ambrosio hasta 1913. Sin embargo, en 1912, el abate publica en el "Congrés International dÁnthropologie et Arqcéologie Préhistoriques" celebrado en Ginebra, su obra "Les subdivisions du Paléolighique Supérieur et leur signification". En esta publicación, Breuil presenta una punta de muesca típica de Cueva Ambrosio. En la primavera de 1913, Breuil y Motos realizan una excavación, al parecer en la zona oeste hacia el interior del abrigo donde los estratos paleolíticos estaban bastante altos.
Por otra parte, las noticias sobre si Luis Siret excavó en Cueva de Ambrosio son bastante contradictorias. En su obra inédita "L"Espagne Préhistorique" no menciona la excavación de Cueva Ambrosio; sin embargo, en una nota encontrada en unas cajas con materiales procedentes de las excavaciones de L. Siret en Almería, habla de la Cueva del Tesoro.
En 1944, el profesor Martínez Santa-Olalla, Director del "Seminario de Historia Primitiva del Hombre", estudió la posibilidad de emprender una serie de trabajos en esta cueva, encargando dichos trabajos al profesor Jiménez Navarro, que en ese mismo año y acompañado por el Comisario Provincial de Excavaciones de Almería, don Juan Cuadrado Ruiz empezó las excavaciones en la zona oeste del abrigo. Estas excavaciones en los años 1944 y 1945 sacaron a la luz la existencia de un importante estrato Epipaleolítico.Jiménez Navarro no volvió a excavar en Cueva Ambrosio, pero no hay que olvidar la importancia de esta excavación en la historiografía de esta cueva. Tras un paréntesis de 13 años y debido a la insistencia de Breuil, se reanudan las investigaciones en la cueva. Así, en 1958, el Servicio de Investigaciones Arqueológicas de la Diputación Provincial de Barcelona, a través de su director el profesor Luis Pericot, y con la ayuda económica de la Wenner-Green Foundation for Antrhopological Research de Nueva York, encargó al profesor Ripoll el inicio de una serie de campañas en el yacimiento. A partir de esta fecha, se van sucediendo campañas de excavación desde el año 1960 hasta 1964 bajo la dirección de Ripoll. Fruto de una de estas campañas, en febrero de 1961, y dado el interés que tenían los materiales localizados, se montó una exposición en el Museo Arqueológico de Barcelona para darlos a conocer al público. En 1975, el profesor M. Botella llevó a cabo una pequeña excavación para comprobar si quedaba algún nivel intacto, observando que el yacimiento se encontraba destruido por la acción de los clandestinos. Luego la cueva quedó a merced de los clandestinos, quienes en 1978 volaron con dinamita unos bloques para intentar localizar niveles intactos. Por último, a partir de 1982, se inicia una nueva fase de excavaciones bajo la dirección de Sergio Ripoll. Entre las campañas de 1982 y 1994 se localizan un conjunto de representaciones artísticas parietales, tanto grabadas como pintadas, pertenecientes al Paleolítico Superior. Fundamentalmente se trata de representaciones de équidos, cuya importancia reside en el hecho de poder interrelacionarlos con los niveles arqueológicos claramente definidos desde el punto de vista cultural y cronoestratigráfico (ca. 16000 B. P., Solutrense Superior Evolucionado) del propio yacimiento.
El grabado en la Sierra de los Filabres constituye uno de
los más singulares y más antiguos grabados paleolíticos de la Península
Ibérica. Destaca la precisión de la figura del caballo y su propia ubicación,
al aire libre, grabado sobre pizarra a más de 1400 m. de altitud.
El grabado representa la figura completa de un caballo que
mira hacia la derecha. Técnicamente el caballo se realizó a base de repetición
de líneas incisas que en algunas zonas se diferencian entre sí como ocurre en
la parte ventral y en otras se fundieron en un trazo ancho como ocurre en la
línea cervico-dorsal. Su lineidad resulta continua, si bien se interrumpe en
dos puntos críticos como en la cola y cuartos traseros.
Como dato curioso, los investigadores de este formidable
yacimiento, concluyen que la morfología del vientre del animal y la robustez de
su cuello podría intuir la representación de una yegua preñada.