jueves, 3 de diciembre de 2020

Abul Hazén

 Hazén, Abul. Alonso de Bazán. ?, ú. t. s. xv – Abla (Almería), m. S. XVI. Militar.

Miembro de la Casa Real Nazarí, era nieto del sultán Muley Hazén y del príncipe El Zagal (luego sultán Muhamad XII). Desde muy joven colaboró con los Reyes Católicos para la entrega del reino de Granada en el sector de Guadix, manteniendo así su nobleza y privilegios. Sus propiedades se extendían por las villas almerienses de la cabecera alta del río Nacimiento, teniendo ocasión de conocer y tratar en Fiñana a Rodrigo Bazán (abuelo del marqués de Santa Cruz). Participó en el apaciguamiento de los mudéjares, tras su alzamiento en 1499 y, gracias a la amistad con Bazán, el 30 de enero de 1500 acudió a Santa Fe para bautizarse con el nombre de Alonso de Bazán, adoptando el apellido navarro de su amigo y padrino.

Posteriormente ayudó a la conversión de los moriscos, recibiendo el alguacilazgo mayor de Abla.

Casó con María de Bazán Abencerraje, posiblemente hija de otro converso, Álvaro de Bazán, y fue padre de dos hijos: Rodrigo y Diego de Bazán Hazén que, en el alzamiento de los moriscos participaron —con armas y caballo— al lado de las tropas de Felipe II. El primero como general en la defensa de Fiñana, junto a sus hijos; mientras que el segundo no sólo rechazó la corona de los moriscos que le ofrecían los alzados de La Alpujarra sino que luego colaboró en la reducción de los rebeldes. Este último en 1573 fue confirmado en sus privilegios, entre ellos el alguazilazgo mayor de Abla.

Fuente Original: Dbe.rah.es/biografias

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Joaquín Tena Sicilia

(Abla, 1879 - 25 Febrero 1928)

Descendiente de médicos, fue el quinto hijo de Pedro Tena Avalle, originario de Castuera (Badajoz) y médico de Abla, y Carmen Sicilia Álvarez, hija a su vez de Joaquín Sicilia Gallego, quien también fuera abulense y ejerciera como protomédico, es decir, médico de la Casa Real.

Estudió el bachillerato en Guadix, donde fue discípulo del padre Andrés Manjón, al que admiró. Estudió medicina y ejerció en Madrid, donde dedicó también parte de su tiempo a la atención de niños enfermos, por lo que recibió la Cruz de la Beneficencia y se le recuerda con una placa en el Instituto Antituberculoso.

En 1914, casó en Mataró (provincia de Barcelona) con Antonia Artiga Comas, con la que tuvo seis hijos. El mayor de ellos, Joaquín Tena Artigas, fue director general de Enseñanza Primaria entre 1956 y 1968. Su hermano Antonio Tena Artigas fue Secretario General Técnico del Ministerio de Educación y Ciencia.

En su villa natal, Abla, existe un colegio de educación infantil y primaria que lleva su nombre.

Fue tío abuelo del diplomático español Juan Ignacio Tena Ybarra y del oftalmólogo Pedro Tena Ybarra que fuera director de Instituto Oftalmológico Nacional y secretario de la Sociedad Oftalmológica Hispanoamericana y conocido por haber salvado la vista de Muamar el Gadafi en la década de los 70 del siglo XX.


Fuente Original :Wikipedia

Lucio Alfeno Avitiano

 

Notable centurión primipilo, alto funcionario romano. Ocupó altos cargos en la administración imperial. Al finalizar su vida activa se retiró al municipio romano de Alba, la actual Abla. Debido a su prestigio social los ciudadanos le rindieron un homenaje a perpetuidad erigiéndole en su honor una inscripción cuyo pedestal se conserva actualmente en la plaza de San Antón, sirviendo de peana a una cruz de hierro. Se trata de un bloque de piedra arenisca de color amarillento y forma de paralepípedo, cuya trascripción epigráfica es la siguiente:

      L(ucio) Alfeno Arn(iense) / Avitiano / Ordo rei P(ublicae) / ... de / crevit.

      Lázaro Pérez lo traduce como:

      “A Lucio Alfeno [Avitiano], los habitantes, de la tribu arniense, del municipio decretaron...”.

      También existe constancia de este personaje en otra inscripción romana originaria de esta localidad que erigiera el emperador Lucio Aurelio Vero y que corresponde también a la misma época. Se encontraba en el mausoleo de la localidad y Lázaro Pérez la traduce como:

       “Al emperador César Lucrecio Aurelio Vero, Augusto, arménico, pártico máximo, médico, pontífice máximo en su quinta tribunicia potestad y su tercer consulado, se lo dedica Lucio Alfeno Avitiano, centurión primipilo, tribuno de la tercera cohorte de los vigilantes nocturnos, de la doceava cohorte urbana”.


Fuente Original: Iealmerienses.es

martes, 1 de diciembre de 2020

José Ángel Tapia Garrido


(Abla, 1914 - Almería, 1992)

 Sacerdote e historiador. A los seis años pasó con su familia a vivir en Almería. Sus primeros estudios los realiza en las Escuelas del Ave María del Quemadero y, gracias a la influencia de su primer y entrañable maestro, Miguel Romero Abadie, se apasiona desde muy joven por la investigación histórica. A los trece años ingresó en el Seminario de Almería. Poco después consigue una beca y es propuesto para ir al Colegio Español de Roma, Universidad Gregoriana, pero nadie puede costearle los estudios, así que permanecerá siempre en Almería. La Guerra interrumpe sus estudios y los tres años de contienda los vive en Valencia y Ciudad Real. Después vuelve a Almería, donde trabajó algunos meses como oficinista en la compañía de electricidad Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín, hasta su vuelta al Seminario, en el que terminaría el bachillerato y la carrera de Magisterio. En el año 1943 fue ordenado sacerdote en Granada. En este mismo año defendió sus tesis doctoral sobre “El sentido eucarístico del capítulo sexto del Evangelio de San Juan en los teólogos postridentinos (1562-1862)”, en la Facultad de Teología de Cartuja, lo que le familiariza con la metodología de la investigación histórica.

     Su primer destino fue el Seminario de Almería, donde desempeñó diversas funciones (prefecto de disciplina, secretario de estudios, administrador, profesor de Latín y capellán del Hospicio). Posteriormente, y por espacio de veinte años, fue cura párroco de Vélez Blanco (1948-1959) y Berja (1959-1968), etapa en la cual escribió la historia de ambas comarcas, que publicó en sus dos primeras monografías.

     En 1967 la Real Academia de la Historia le nombró académico correspondiente en la provincia y se traslada a la capital, donde fue capellán del Colegio La Salle. Desde 1970 disfrutó de una beca de la Caja de Ahorros de Almería, que le permitió dedicarse por entero a la investigación de los hechos acaecidos en la provincia, gracias, también, al apoyo obtenido del cardenal Ángel Suquía, que fuera breve obispo de la diócesis (1966-69), al dispensarle de sus obligaciones pastorales impresionado por la publicación de Los obispos de Almería, 66-1966 (Almería, 1968).

     En 1971, un año después de la publicación de su libro Almería, piedra a piedra, el Ayuntamiento de la capital le nombró cronista oficial, pasando a residir ya de forma permanente en esta ciudad. En 1982 el Instituto de Estudios Almerienses lo designó socio de honor. En 1986 la Diputación Provincial de Almería le concedió la Medalla de Plata de la Provincia de Almería, en el transcurso del homenaje colectivo que se le rindió con motivo de la celebración del “I Encuentro de Cultura Mediterránea”. Asimismo, en agosto de 1988, el Ayuntamiento de Vélez Blanco, que ya le había nombrado hijo adoptivo con anterioridad, le dedicó una plaza en el centro del pueblo. De igual modo, le fue dedicado el VIII Festival de Música Tradicional de La Alpujarra, celebrado en Berja en agosto de 1989. El último reconocimiento público se lo dispensó el Ayuntamiento de Almería al dedicarle una calle frente a la casa donde residió sus últimos años.

     El Padre Tapia fue un escritor prolífico, dejando más de 50.000 fichas. De este trabajo acumulativo da cuenta el hecho de que pudiera dar a la imprenta casi treinta volúmenes de libros en los últimos veinticinco años de su vida. Inició su andadura historiográfica con los artículos periodísticos, una labor extensa y dilata, aunque no demasiado conocida, que nunca abandonó del todo, iniciada en 1930 en el periódico católico La Independencia, regularizada tras su vuelta de Granada. En Yugo escribió las series “Glosario Litúrgico, los domingos, la misa del día” (de 1947 a 1960), “Noticia del Marquesado de los Vélez” (1955), “Prehistoria almeriense” (1956), “Las comarcas almerienses en 1492” y “Las sedes episcopales del Sudeste de España” (1957), “De la Berja antigua” (1958), “Hasta el Mulhacén” (1959), “Don Juan de Austria y Almería” (1960), “La reconquista” (1961, 1963 y 1964), “Guerra de fronteras” (1964), “La Historia y los pueblos de Almería” (1970). Para La Voz de Almería realizó la lógica continuación de series anteriores: “La Semana Naval del Mar de Alborán” (1971), “Almería musulmana y morisca”, “Almería cristiana” (1987), “El centenario de Vera” (1988) y, sobre todo, “Panorama almeriense”, la más extensa (1985-1987).

     Las monografías locales que inmediatamente siguieron a esta etapa formativa fueron: Vélez Blanco, la villa señorial de los Fajardo (Madrid, 1959) y, seis años más tarde, Historia de la Baja Alpujarra (1964; 2º ed., por el Ayuntamiento de Adra, 1989; y 3ª ed., por el Instituto de Estudios Almerienses, 2000), con el que obtuvo el premio Excma. Diputación de Almería, otorgado por la Casa de Almería en Barcelona. De esta primera etapa destaca la colaboración con el lingüista suizo Arnald Steiger (1896-1963), familiarizado con la toponimia árabe, al que conoció en Murcia y que prologaría su primer libro, y, en menor medida, el catedrático de Murcia Juan Torres Fontes. En estos primeros libros introdujo nuevos planteamientos al tratar la historia local. En primer término, al valorar el periodo andalusí como una etapa más de la Historia y preocuparse por utilizar traducciones lo más fidedignas posibles de los autores árabes, empleados como fuentes textuales originales. En segundo lugar, al añadir un apéndice final de documentos, respaldaba la importancia informativa de las fuentes originales y contribuía a su valoración como un patrimonio digno de conservarse.

     Ya en la capital y comenzada la década de los años setenta, publicó tres de sus grandes obras: Almería piedra a piedra, que conocerá diversas ediciones aumentadas y corregidas hasta convertirse en la “biografía de una ciudad” (1ª ed. Almería, 1970; 2ª ed. 1974; 3ª ed., Málaga, 1992), con 1.400 páginas de intensa historia de una ciudad. Le sigue Breve Historia de Almería (1972), el primer intento, todavía esquemático, por abordar la historia de la provincia en su totalidad; acabando en Almería hombre a hombre (Almería, 1979), basado en los trabajos de Jover, Castro Guisasola y, sobre todo, Martínez de Castro. Es entonces cuando consolida su vocación histórica, al obtener de Caja de Ahorros una beca vitalicia para dedicarse de lleno a su oficio de historiador, lo que le permite abordar su proyecto más amplio: su inacabada Historia General de Almería y su Provincia. Éste fue, sin duda, su más ambicioso y casi descomunal proyecto, del que llegó a ver publicados más de dos tercios de los volúmenes: t. I, La prehistoria; t. II, Las colonizaciones; t. III y IV, dedicados a la Almería Musulmana, en dos volúmenes, I (711-1172) y II (1172-1492) con una 1ª ed., publicada en 1978 y con una 2ª ed. aumentada y corregida en 1986; t. V y VI, Almería musulmana I. Vida y cultura, en dos volúmenes, 1989; t. VII, Almería mudéjar; t. VIII, Los almerienses del siglo XVI, aparecidos también en 1989; y, finalmente, los t. IX a XIV (Almería morisca, Rebelión y guerra de los moriscos, Destrucción de un pueblo, Los almerienses del siglo XVII: las tres comunidades; Repoblación de la Alpujarra Almeriense, 1572-1752, y Repoblación de las tierras de Almería y de Vera, en el mismo periodo, que vieron la luz en 1990).

     Mientras tanto abordaba otros temas complementarios. Entre ellos cabe la curiosidad por lo popular, que le llevó a recopilar canciones y versificaciones presentando el libro Canciones y juegos de los niños de Almería, de Florentino Castro Guisasola (Almería, 1973, 2ª ed. 1985, 3ª ed. 2004) o las tradiciones más o menos piadosas de la religiosidad popular, en especial mariana, tratadas en varias publicaciones: La Virgen del Mar vino a su ciudad (Madrid, 1987); La Virgen María en nuestra tierra (Madrid, 1988) o Cincuentenario del templo de San Roque. Almería, 1946-1996 (Almería, 1996). Los trabajos de encargo resueltos con solvencia: Al servicio de Almería y su provincia. Historia del Monte de Piedad y Caja de Ahorros (1900-1975) (Almería, 1975) o los que son resultado de una confluencia de circunstancias e intereses: Los baños de Sierra Alhamilla (Almería, 1980).

     Trató los temas más dispares, quizá como ensayo de síntesis e integración en lo que fue el gran proyecto de su vida. De este modo, se preocupó de investigar aspectos relacionados de una manera amplia con la historia económica (por ejemplo, “La agricultura en el Almanzora durante la Baja Edad Media”, en Roel, 3, 1982); la Almería musulmana (con el mismo título publicado en Documentos para el entendimiento islámico- cristiano, 51, 1976; “El último Abduladín”, en Revista Velezana, 5, 1986; o “Crónica breve de la Almería nazarita”, en el Coloquio Almería entre culturas, 1990); el culto mariano y la historia de la iglesia (“Primera iglesia y primeros cristianos de Vélez Rubio”, en Revista Velezana, 2, 1983; o “La devoción de la Virgen de la Cabeza en tierras almerienses”, en Encuentros de Cultura del Mediterráneo, 1986); o la conflictiva situación de la provincia en el siglo XVI (“El señorío de los Fajardo en el Almanzora”, “El cura de Albox cautivo en Argel” y “Don Juan de Austria en el Almanzora”, todas en Roel, 1, 2 y 7-8, 1980, 1981 y 1986-87; “Expulsión de los moriscos de los Vélez”, en Revista Velezana, 8, 1989, etc.), uno de sus temas más queridos, que ya había tratado en otras ocasiones con maestría de buen narrador en un artículo pionero, es: “La costa de los piratas”, en Revista de Historia Militar, XVI, 1972.

     Con los datos obtenidos tras confeccionar miles de fichas y artículos periodísticos, Tapia volverá en su última época a abordar la monografía local en libros dedicados a Vera o a Tahal (Historia de la Vera antigua, Almería, 1987; o El estado de Tahal en la Sierra de Filabres, Almería, 1988). Pero la ausencia de un cuerpo documental amplio y accesible, el agotador esfuerzo de poder sintetizar tal cúmulo de datos, la dificultad de resolver la infinitas dudas y contradicciones que asaltan al historiador cuando se comparan los documentos y, sobre todo, el inexcusable conocimiento de la realidad geográfica local, quizá lo disuadió de enfrentarse a otros proyectos de esta índole.

     La muerte le dejó sin ultimar la publicación del tomo XV de su monumental Historia General de Almería y su provincia. Tampoco vieron la luz una historia de su villa natal, Abla; un libro de cultura tradicional (“Cantes y coplas en los pueblos almerienses”) y otro que iba a titular “Almería, pueblo a pueblo”, basado en las notas dispersas que había ido recopilando en el transcurso de los años y había venido publicando en la prensa.

     Tapia pretendió aportar materiales para la compresión del pasado más como ejercicio de reconocimiento y que de reflexión sobre los problemas. No interpretó los hechos, los recogió lo más fidedignamente posible, yuxtaponiendo a veces explicaciones dispares, cauteloso siempre frente a la “historia sectaria”. De hecho, reivindicó la “soledad del historiador” frente a los hechos. Por ello, no existe un hilo conductor, una hipótesis general o una teoría a defender en sus investigaciones. Se trata simplemente de completar el rompecabezas con los datos.

     La unidad de estilo la obtuvo a través de la peculiar personalidad y el mundo referencial del autor (los temas más queridos -la historia de la Iglesia, los moriscos, etc.-, el estilo -irónico, socarrón a veces...- , el método -recopilatorio, narrativo incluso, escéptico y acumulativo otras-), consecuencia de un objetivo difuso e inviable que entonces preparaba: la historia total, por completa, de Almería.

     Tapia no fue sólo el referente historiográfico provincial tanto al interior como al exterior por muchos años (prácticamente en la segunda mitad del siglo XX), sino también el interlocutor ante los primeros investigadores extranjeros.


 Fuente Original: Dipalme

Federico Castellón Martínez


(Alhabia, 1914 - New York, 1971).


Pintor y grabador nacido en Almería, desarrolla prácticamente toda su vida en EEUU. Llega a Nueva York junto a su familia en 1921, asistiendo tres años a la escuela de pintura Erasmus High School. Posteriormente aprende en el estudio del pintor mejicano Diego Rivera, quien medió ante el gobierno español para que le concediesen una beca para estudiar en Europa. Su desarrollo posterior le crea una formación autodidacta y recibe, desde el principio, un reconocimiento artístico de primer nivel. Pintor de estilo surrealista muy influenciado por Salvador Dalí, también fue escultor, ilustrador, profesor...

      Regresa esporádicamente a España, recibiendo una beca de la República en 1933. En 1934 expuso en Almería, con una tendencia surrealista no bien entendida por el ambiente de la época. Participó en 1935 en la Exposición Internacional de París de los artistas españoles, que incluyeron Pablo Picasso, Juan Gris y Joan Miró. Tras ella, retorna definitivamente a EEUU, donde adoptó la ciudadanía norteamericana en 1943.

      En 1936 su obra formó parte de la Exposición presentada por el Museo de Arte Moderno de New York bajo el título “Fantastic Art, Dada and Surrealism” y, en 1944, de la organizada por el Art Institute of Chicago titulada “Abstract and Surrealist American Art”. Desde 1937 se dedicó a las artes gráficas, fundamentalmente litografías y aguafuertes, siendo un perfeccionista en términos de su técnica, del uso de colores sutiles y de las imágenes surrealistas, misteriosas, con figuras alargadas características, asomando siempre entre los sueños y las pesadillas. Entre sus trabajos de la ilustración destacan La mitología del Bullfinch, La historia del polo de Marco, El pequeño príncipe, y la serie De la epopeya del hombre.

      Siempre gozó del favor del público y la crítica americana, impartiendo enseñanzas artísticas durante más de 25 años en New York, la Universidad de Columbia (1948-1961), Instituto de Pratt (1951-1961), etc.; siendo miembro de la Academia Nacional de diseño en New York y de la Sociedad de Artistas Gráficos americanos. Entre sus premios destacan el Guggenheim (1941), el de la Biblioteca del Congreso y el reconocimiento de la Academia Nacional. Hoy, sus aguafuertes y litografías más características se incluyen en la mayoría de las colecciones públicas importantes, tales como el Museo del Arte Moderno, la Academia de York, el Museo de Pennsylvania, Museo de Whitney del Arte Americano y del Instituto del Arte de Chicago.

      Crea un método que él llamó de «técnica lito-gráfico-elevación », empleado durante los años 60, dónde, mediante diferentes procedimientos, aporta luz a las áreas de la oscuridad, creando así más de una composición de tono y un efecto dentro de esta imagen cargada de símbolos muy atractivos.

Visita su galería en estos enlaces.

Galeriaacanto

Purakastiga

Catálogo

Fuente: Dipalme

lunes, 30 de noviembre de 2020

Jose Francisco Díaz Molina

 (Gádor, 1860 - Madrid, 1932).


De familia campesina, se traslada a Almería en 1871 para intentar salir de la pobreza. Comparte su trabajo en el despacho de un abogado con los estudios en el Instituto, donde obtiene su título de bachiller en Arte (1876). En 1878 aprende del pintor Giuliani y, hasta 1882, trabaja como ayudante de la cátedra de Dibujo. Paralelamente, comienza la realización de obras donde se ponen de manifiesto sus conocimientos de técnica de dibujo y témpera. En 1882 es becado por la Diputación Provincial para aprender en la Academia de España en Roma, máxima aspiración de los artistas jóvenes de aquella época. Viaja a Roma (1883), pasando allí largos períodos y viéndose influenciado por el pintor Vicente Palmaroli, futuro director del Museo del Prado, lo que le da un cierto prestigio cosmopolita en Almería. En 1886 regresa de Roma y permanece en Madrid unos meses realizando el cuadro de María Cristina de Habsburgo para el Ayuntamiento de Almería. La muerte de Giuliani hace que, en 1889, sea catedrático interino de Dibujo, cargo que ejerce hasta 1892.

En esta época destaca el academicismo basado en el predominio del dibujo y modelado, que va evolucionando hacia una forma más realista de pincelada más suelta. Su temática es variada: paisaje, retratos, naturaleza muerta, religiosa... aunque comienza a destacar como retratista. En ellos sobresale la solidez del dibujo y del trazo, pasando el color por diversas variaciones a lo largo del tiempo. Algunas de sus obras reflejan un cierto carácter modernista en su planteamiento y ejecución.

En 1897 se traslada definitivamente a la capital de España, participando en la Exposición Nacional de Bellas Artes del mismo año con el cuadro La miseria, premiado con mención de honor. En 1899 la alcaldía de Madrid le encarga retratos al óleo de ex alcaldes, siendo, quizás, su momento culminante como pintor. Uno de sus autorretratos fue adquirido por el Museo de Arte Moderno. En 1901 realiza dos retratos del rey Alfonso XIII, uno para el Ayuntamiento y otro para la Universidad. Desde 1901 a 1912 trabajó como restaurador en el Museo Arqueológico Nacional; en 1904 participa en la Exposición Internacional celebrada en París y, en 1917, acudió a la exposición Universal de Panamá, con la obra El panecillo, premiado con la Medalla de plata. En esos años fueron numerosos los retratos de personajes políticos realizados para centros oficiales, como el del Conde Romanones (1906) para el Ministerio de Justicia, los de los cuatro presidentes de Gobierno asesinados (Cánovas; Prim, 1920 y Canalejas) para la presidencia del Gobierno, etc.

Técnicamente utilizó, sobre todo, el óleo, aunque se conservan algunos dibujos a lápiz. Su época madrileña no le impide seguir realizando diversos retratos por encargo para familias e instituciones almerienses. Destaca el de la señora de Díaz Aguilar (1921), Guillermo López Rull, señores de Godoy, Nicolás Salmerón y alcaldes como Eduardo Pérez Ibáñez, Antonio González Garbín o José María Muñoz Calderón.


Fuente Original

Diccionario Biográfico de Almería

Foto : Maestrosdelretrato


domingo, 29 de noviembre de 2020

Órgano de la Iglesia Virgen del Rosario - Gádor

 El órgano se compone fundamentalmente de dos cuerpos. El cuerpo inferior es rectangular y en el se coloca la mesa del órgano, careciendo de decoración. Por encima el segundo cuerpo, dividido en tres partes por medio de pilastras dóricas que sustentan el entablamento semicircular, con los tubos situados entre cada uno de los espacios que quedan entre las pilastras.  La pintura del instrumento fue costeada por el médico-cirujano de Almería con intereses agrícolas en la villa D. Francisco Rabanillo.

Construido en 1864.





jueves, 26 de noviembre de 2020

Horno Alfarero de Sorbas

 La alfarería en la provincia de Almería (España), como fenómeno etnográfico posterior a la romanización, queda definida por su esencia musulmana y la herencia cultural morisca. El Museo de Almería reúne materiales del periodo califal, del taifal y del nazarí granadino, así como testimonio de la actividad en focos ya desaparecidos como los de Abla, Berja, Huercal-Overa, Illar, Serón y el valle del río Andarax. La labor alfarera, como tal oficio artesano, está documentada desde la segunda mitad del siglo XVI. Algunos centros alfareros aún conservan una fuerte tradición.

Sorbas está considerado el principal centro alfarero de la provincia. En su barrio de Las Alfareras se conservan pilones, balsas y dos hornos morunos en los que aún se trabaja. Sin embargo, las muflas para hornear ladrillos, traídas de Manises en la década de 1970, prácticamente dejaron de usarse tras la llegada de hornos más económicos. Las tierras empleadas se extraen de la zona, la blanca de la Cañada Siscar y la rubial o roja de La Mojonera.

En la memoria del pueblo aún resuenan los apellidos de las grandes sagas de maestros alfareros: la de los Mañas (cuyo rastro en los archivos eclesiásticos pueden seguirse hasta el año 1600); la de origen granadino -Cúllar-, de los García Alpáñez , los García Lario y los García Muñoz, emparentados con los Simón; la de los Ayala, oriundos de Totana (Murcia), otro gran foco alfarero; la de los Fenoy, que vinieron de Tabernas a principios del siglo XX; la de los Madriles, descendientes de Sebastián Requena, documentados en el Catastro de Ensenada de 1728, y a su vez emparentados con los Requena Cayuela. A su labor se asociarían pintores sorbeños como Pedro Soler y Miguel Capel, con atrevidas decoraciones de las piezas.

Es de tener en cuenta que la construcción del horno es de  tipo andalusí, aunque se tiende a decir que su construcción era árabe , una costumbre que será muy difícil de quitar. 


La Noche de los Candiles

 Cuando empieza a caer la tarde, Almócita se ilumina por el planeta. El alumbrado eléctrico desaparece y la luz nace de los candiles. Uno de ellos, instalado en el Mirador del Candil, es récord Guinness desde 2013. El allí exhibido es 20 veces más grande que uno tradicional, una pieza que fue elaborada por el artesano Paco García, que contó con la fundamental colaboración del ingeniero industrial Antonio Leyva, que hizo el proyecto y la cubicación, y de José A. Forte, que fue el que tuvo la idea y que junto con otros vecinos se encargó de hacer la maqueta y de realizar el seguimiento de los trabajos, así como de elaborar todo el expediente para ser considerado el candil más grande del mundo. Este cuenta con una capacidad de 650 litros, 3,25 metros de alto, 2,45 de largo y 1,06 de ancho.

'La Noche de los Candiles' es un gesto que nace en el marco de la Semana Europea de la Energía y cada año, desde hace ocho, coincidiendo con la citada 'manifestación' el pueblo se ilumina solo con candiles durante una noche mágica, donde muy diversas actividades se realizan en sus calles. Los vecinos rescatan los viejos candiles para afrontar una noche con la única iluminación del fuego que nace de antorchas naturales, barriles hoguera recubiertos de piedra natural, una noche en la que las casas y fachadas son alumbradas con candiles y la cultura invade un pueblo que tiene un censo de 174 habitantes y que supera los 5.000 visitantes.


Fuente y fotos de: Iñaki Sedano Gonzalez

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