La pipirrana es un plato que forma parte de la gastronomía tradicional del Bajo Andarax. Tomates y pimientos secos son los ingredientes básicos para la elaboración de esta ensalada, productos en origen vinculados con una agricultura de subsistencia característica de generaciones pasadas. Antaño, la mayor parte de las familias del lugar poseían un pequeño huerto para su autoabastecimiento, en el que cultivaban un gran número de hortalizas, desde tomates, pimientos, berenjenas, cebollas, etc. La cosecha de tomates y pimientos se recogía una vez al año y para poder disponer de estos productos durante todo el año, se secaban para su conservación. Aprovechando el buen clima y el abundante sol de la zona, las familias realizaban el secado de tomates y pimientos Para ello les echaban sal y los subían al "terrao" de la vivienda para que de esta forma se deshidrataran. Gracias a esta forma de conservación, se podía consumir este tipo de verduras durante todo el año y en los hogares se podían elaborar guisos y ensaladas utilizando como base estos productos de la huerta almeriense.
Las aceitunas y el bacalao eran también ingredientes empleados en la elaboración de la pipirrana. Las aceitunas se conservaban con salmuera y en ocasiones se aliñaban con ajos, limón, naranja, etc. El bacalao se utilizaba principalmente en salazón. En general, prácticamente todos los ingredientes necesarios para la elaboración de este plato estaban conservados por algunas de las técnicas tradicionales de secado, salazón o salmuera.
Los ingredientes para la elaboración de la pipirrana son tomate y pimientos secos, bacalao seco o fresco, huevos, aceitunas, cebolla, aceite de oliva y sal.
El primer procedimiento para la elaboración de este plato es la cocción de los tomates y los pimientos secos. Este proceso dura apenas cinco minutos. Una vez fríos, se les retira la piel y se corta la carne en tiras alargadas. El bacalao también se cuece y se desmigaja. Se trocea la cebolla, mientras se cuece un huevo hasta que esté duro y se corta en trozos. Todos los ingredientes se mezclan junto con las aceitunas, el aceite y sal al gusto.
En la actualidad, las técnicas tradicionales de conservación de alimentos como el secado, salazón o la salmuera van quedando relegadas, ya que se pueden adquirir los tomates y pimientos tanto secos como frescos en los comercios, así como los demás productos empleados en la preparación de la pipirrana. Aunque este plato se suele consumir durante todas las estaciones del año, preferentemente en verano, su elaboración y consumo sigue vinculado a la celebración de varias fiestas del calendario festivo de la comarca como el Jueves Lardero, las fiestas patronales y la Semana Santa. Las mujeres son las encargadas de la elaboración de esta receta dentro del ámbito doméstico, siendo la transmisión tradicionalmente de madres a hijas.
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