domingo, 28 de julio de 2019

Fortín 1

Se trata del mayor y más sofisticado de cuantos componen la línea de fortines en torno a Los Millares. Situado en un erial sobre un cerro, las excavaciones han puesto de manifiesto su buena conservación y está aportando datos importantes para la comprensión de esta etapa. La estructura general de la fortificación consiste en un complejo formado por dos anillos amurallados concéntricos, provistos de bastiones. Descubierto en 1890.


Tras las excavaciones realizadas entre 1982 y 1983, se realizó una hipótesis sobre el desarrollo constructivo de las diferentes estructuras que componen el Fortín 1.  La primera fase de construcción bien documentada corresponde a la muralla interior, defendida por una serie de bastiones de planta en forma de herradura en los casos en que ésta se ha podido documentar, comunicados con el interior del recinto por otras tantas puertas abiertas en el lienzo de la muralla. Es posible que en este mismo momento el conjunto defensivo se completase mediante la apertura del foso más externo, localizado ya en los trabajos de L. Siret. 



En un segundo momento se construye un nuevo recinto, más amplio y concéntrico al anterior, cuyo lienzo discurre sobre el borde interior de un segundo foso, revistiéndolo hasta su base en algunos sectores. Dicho lienzo queda reforzado por la existencia de seis bastiones, de planta rectangular u oval, en uno y otro caso bastante más alargada que la de los pertenecientes al recinto interior. Las entradas al fortín en este momento están representadas por sendas puertas abiertas en el paramento lateral de los bastiones I y IV, situados al Oeste y Este del recinto, respectivamente; dichas entradas se completan y a la vez se complican por la existencia de sendos pasillos formados por paramentos que prolongan los laterales del bastión hacia el interior del recinto. En este mismo momento debió construirse el foso más interno que rodea al fortín, y que en varios tramos queda cortado por los bastiones de la muralla exterior, que al menos en el caso de los excavados (III y V) utilizan como base del piso interno la roca virgen no rebajada. El borde más externo del foso se reviste de un nuevo lienzo, nuy erosionado en los sectores en que ha sido investigado, cuyo momento de construcción no se puede afirmar, por el momento, si es contemporáneo o algo más tardío al de la muralla exterior.



El interior del área comprendida entre ambos recintos se utilizó como zona de hábitat al perder su función defensiva los bastiones de la muralla interior. Dicho hábitat debió estar muy concentrado según se desprende de la cantidad de estructuras de carácter doméstico detectadas en los sectores excavados en profundidad; asimismo el área interior de los bastiones -y así queda demostrado en algunos de los excavados hasta ahora- debió de utilizarse en diversos momentos como unidad de vivienda, ya que en su interior aparecen pisos sobre los que se construyeron hogares, recintos y otros elementos domésticos. 
Por otra parte en el área comprendida entre ambas murallas se construyeron una serie de auténticas cabañas, que al tener que adaptarse a la superficie disponible, adoptan una planta ovalada, adosándose a veces unas a otras, como ocurre en el Sector B del Cuadrante Noreste. Las secciones estratigráficas obtenidas en este sector demuestran que tales cabañas se construyeron en un momento posterior a la edificación de ambas murallas, llegando incluso la cabaña  VIII a asentarse sobre una plataforma horizontal, para cuya consecución se cortaron los estratos de ocupación anteriores.







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