viernes, 12 de julio de 2019

Depósitos de Santa Isabel

Los Depósitos de Santa Isabel se construyeron en 1888 en aquella Almería en pleno desarrollo económico y demográfico. La prosperidad de la minería del hierro y la uva de embarque, principalmente, hizo que Almería duplicara su población en apenas 40 años. La nueva ciudad burguesa se levantaba a toda prisa con sus bellos edificios privados, públicos, religiosos, educativos, teatros, plaza de toros…mientras al norte y oeste de la ciudad se planificaban los barrios obreros. Naturalmente crecieron las necesidades de agua en una tierra históricamente seca. Para ello, durante todo el siglo XIX se proyectaron y realizaron múltiples iniciativas para la mejora de la red de abastecimiento urbano: pilares, acueductos, distribuidores, fuentes, depósitos… y hubo que rescatar las antiguas conducciones musulmanas de las Fuentes de Alhadra. En 1885 se construye una conducción cubierta de 17 kms desde Alhadra. En 1888, el año en que el teléfono y la electricidad llegaba a nuestra ciudad, también llegaba el agua a los Depósitos de Santa Isabel.

Interior de los aljibes de Santa Isabel.
Detalle de las bóvedas.


Actualmente están cerrados al público.Pero si te interesa verlos puedes llamar al teléfono 608 04 70 08 y hacer tu reserva.
Vista superior del aljibe.

El agua en la historia de Almería.

Siglo X

“La vida del primitivo almeriense musulmán pendía, sin metáforas, de un hilo. Del hilo de agua, que bajaba del terrado en los días lluviosos; del hilillo que alimentaba los pozos de las casas y Alcazaba” (Joaquín Delgado, 1958)

Siglo XVI

“No había agua ninguna de fuente ni de río, solamente algunas anorias e pozos que era muy poca cosa, tanto que se padecía muy gran fatiga en la dicha ciudad de Almería, a causa de la mucha falta de aguas que en ella había” (Pleito de aguas de la Catedral, 1503)

Siglo XX

“¡Agua!, ¡Agua!, ¡Agua!” –exclamen angustiosos los vecinos de los barrios- . ¡Agua! Dicen los desesperados del centro. ¡Agua! – se oye decir por todas partes. Señor arrendatario del servicio, ¿qué pasa con el agua? Almería se muere de sed,y por piedad y por ser obra de misericordia dar de beber al sediento, merece que se le suministre el preciado líquido (…) ¡Agua –señor Alcalde- agua, mucho agua (“La Información”, 1913).


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