lunes, 3 de junio de 2019

Bombardeo en la Ciudad de Almería

El bombardeo de la ciudad de Almería por una flota alemana durante la Guerra Civil Española es un nefasto episodio bastante menos conocido que el bombardeo de Guernica, y aunque por desgracia el bombardeo de la ciudad vasca causó muchas más víctimas, la diferencia no fue tan grande en su importancia y repercusión internacional.
Este episodio conmocionó a la opinión pública mundial en la primavera de 1937 y que provocó una crisis diplomática internacional. En este bombardeo apenas es conocido murieron una treintena de almerienses, en su mayoría obreros, que fueron sorprendidos de madrugada con una lluvia de artillería naval que superó los 200 obuses lanzados a la ciudad durante tres cuartos de hora. También hubo 150 heridos y unos 200 edificios destruidos. Dicen quienes lo vivieron que en la ciudad se hizo la noche tres días seguido por el intenso humo.
El 29 de Mayo de 1937, el acorazado alemán Deutschland fue atacado por dos aviones republicanos en aguas de Ibiza. Murieron 24 marineros y otros 72 fueron heridos. El gobierno republicano alegó que el buque alemán disparó primero contra los aviones españoles, que contestaron el ataque.
Al ser informado sobre el suceso y la muerte de tantos alemanes, Hitler montó en cólera y el ministro alemán de Asuntos Exteriores necesitó seis horas para tratar de calmarle. Debido a la excitación, Hitler ordenó el bombardeo de Valencia (sede del gobierno) como contrapartida por este ataque. Tras ser aconsejado por sus asesores militares, decidió el bombardeo de Almería, al ser una ciudad sin defensas militares de importancia así como para evitar un gran eco internacional. Por otro lado, Almería se encontraba dentro de la zona de control marítimo alemán.
En la madrugada del 31 de mayo, los alemanes se tomaron la venganza. El acorazado de bolsillo Admiral Scheer apareció junto a cuatro destructores alemanes: el Albatros, Leopard, Seeadler y Lluchs. A las 7:29 de la mañana del día 31 de mayo de 1937, abrieron fuego contra las baterías de costa, las instalaciones portuarias y cualquier barco que se encontrase en el puerto. La escuadra alemana realizó en total unos 200 disparos, antes de retirarse ante la creciente actividad de las baterías costeras republicanas. Finalmente, se saldó con 19 muertos, 55 heridos y 35 edificios destruidos.
En cuanto el ataque fue conocido por la opinión pública internacional se desataron numerosas condenas, aunque ninguna acción seria por parte de los gobiernos de las democracias occidentales (Gran Bretaña, Francia y EE.UU.). Gran Bretaña, a través de su embajador en Berlín (sir Neville Henderson), trató de apaciguar a los alemanes de que no hicieran el favor a los rojos de convertir la situación internacional española en una guerra mundial.
El Consejo de ministros de la República se reunió en Valencia, donde Prieto (Ministro de Defensa Nacional) propuso que la República bombardeara a la flota alemana en el Mediterráneo.
Sin duda, aquello podía provocar una guerra mundial, reconoció, pero el riesgo valía la pena. Negrín respondió, cautelosamente, que habría que consultar con el Presidente de la República, Azaña, consultando también los ministros comunistas con Moscú. En este sentido, los dirigentes soviéticos se mostraron totalmente contrarios a un conflicto con Alemania, de la misma manera que se mostró Azaña: Hemos de evitar que el Deutschland se convierta en nuestro Maine....
Debido a la negativa de la mayoría del gobierno a responder el ataque alemán por las impredecibles consecuencias que ello acarreaba, el Incidente del Deutschland fue olvidado. Por otro lado, Alemania resolvió retirarse de las patrullas navales hasta que recibiera garantías contra la repetición de estos incidentes, como también haría Italia en su apoyo.
En el año 2008 se estrena el documental "Bombas y olvidos. Almería 1937", donde se relatan estos hechos y se da voz a los testigos supervivientes del bombardeo nazi sobre la ciudad andaluza. El documental ha sido realizado por Manuel Berlanga. Todo estos hechos han sido estudiados por Sofía Rodríguez López y Óscar Rodríguez Barreira. Este bombardeo es mucho menos conocido que el de Guernika, de ahí que se hable de "bombas y olvido".


La Guerra Civil 80 años después



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