El horno se encuentra en una finca privada. La estructura se encuentra en buen estado de conservación y actualmente está en desuso. Entre otros usos que tuvo este horno, uno de ellos fue para la cocción de maceteros.
Los hornos morunos se encontraban en el Barrio de las Alfarerías, donde se instalaban los alfareros. Estos hornos tradicionales tenían forma troncopiramidal y con la particularidad de estar excavados en el cerro, a diferencia de los conservados en otras localidades. Se dividian en dos zonas: la caldera y la cámara, ésta estaba rematada por una bóveda de medio cañón que comunicada al exterior por las brameras, aberturas utilizadas para regular el proceso de cocción. Las piezas (cántaros, macetas, lebrillos, tinajas, fuentes, orzas...) eran cocidas alrededor de seis horas a una temperatura de unos 900 °C. Para evitar que se adhirieran unas a otras en el interior abarrotado de diferentes piezas, se colocaban entre cada dos piezas unos soportes denominados trébedes, que dejaban una triple muesca, delatora de la autenticidad de una cerámica ejecutada con la técnica más antigua heredada de los árabes..
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