sábado, 16 de febrero de 2019

Murallas de Adra

El recinto amurallado tenía forma de hexágono irregular de 475 metros de longitud con siete torreones en las esquinas. El castillo, un recinto rectangular, ocupaba el extremo sureste del perímetro, y disponía de su propia torre del homenaje. Dos puertas permitían el acceso a la población, la Puerta de Tierra, hacia el río (y Almería), en el este, y la Puerta del Mar hacia la costa. La fábrica de estas murallas se compone de mampostería y mortero de cal, siendo los mampuestos más voluminosos los que ocupan la base y se van haciendo más pequeños hacia las partes altas. La piedra es la propia de la zona, pizarras y esquistos así como cantos rodados del cercano río de Adra. Todo el conjunto se encontraba enfoscado con un mortero de cal. Tanto las murallas como las torres estaban salpicadas de troneras y saeteras. Con la disminución del peligro de ataques en el siglo XIX las murallas fueron demoliéndose paulatinamente para favorecer la ampliación y comunicación de la población, de modo que lo que hoy pervive son los últimos restos de este recinto que fueron quedando ocultos entre las construcciones que iban surgiendo. Hoy quedan restos de algunos lienzos y torres incrustados en el urbanismo actual de la ciudad, que han sido recientemente restaurados en su mayoría, concretamente el Cubo de la Carrera (torre de la Vela) y el Cubo del Cementerio (torreón de la Olvera), que son los dos vestigios más relevantes del antiguo recinto, junto con un pequeño tramo del lienzo oriental del perímetro, conformándose así pues como tres tramos de muralla restaurados, sin conexión entre ellos hoy, que se han integrado en el actual urbanismo de la ciudad. En los dos casos más notorios junto a la torre quedan sendos restos de murallas, de cierta significación en el caso del Cubo del Cementerio, y escasos en el caso del Cubo de la Carrera. El resto de menor relevancia antes mencionado es un segmento de lienzo de la muralla de la cara oriental del amurallamiento de la ciudad, hoy entre edificaciones. Queda un cuarto resto reseñable que se corresponde con el torreón, torreón de D. Pablo Moya, que ocupaba la esquina suroccidental del recinto, junto con un trozo del lienzo asociado, pero ha quedado completamente entre edificaciones, usándose los restos de la muralla como muros de viviendas posteriores, siendo difícil su correcta delimitación.

Planimetría.
Torreón de la Vela.
Todo el conjunto esta declarado como B.I.C .


Torreón de la Olvera.
Murallas.
Murallas.
Cartel informativo.

Fotos: David Téllez


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