La construcción del Castillo de San Andrés junto a la playa, como defensa costera, fue origen del pueblo de Carboneras, de ahí que dicho edificio se encuentre actualmente ubicado en el centro de la población, y que sea el punto de partida en torno al cual se comenzaron a edificar todas las casas y sea símbolo de la población.
La planta del edificio consiste en un rectángulo con torres ultrasemicirculares en tres de sus ángulos. En el interior, el espacio se divide en función de un patio de armas. El rectángulo perfecto que por lógica habría de resultar, queda descompensado en primer lugar por la torre del homenaje, de planta rectangular. Dicha torre posee tres estancias rectangulares cubiertas mediante bóvedas de medio cañón. De estas estancias, una de ellas fue capilla -dedicada a San Andrés-, y las restantes se piensa que debieron de servir de habitaciones y comedor y cocina para la tropa.
EXTERIORES
Junto a la portada, y en disposición transversal al eje de entrada, se sitúa una nave. Por último, entre ésta y la torre del homenaje, se extiende otra nave, transversal a la primera destinada a caballerizas. Éstas se cubren con bóveda de medio cañón rebajada, en la que se abren tres lunetos para otros tantos accesos desde el patio
La portada de ingreso al castillo, constituye el elemento más noble de toda la edificación. Se halla realizada mediante gruesas dovelas de piedra, que constituyen un arco de medio punto, ligeramente apuntado. Sobre el mismo se sitúa, realizado en el mismo material, un amplio recuadro en cuyo centro luce el escudo heráldico del Marqués del Carpio, promotor de la construcción del castillo. Todo el edificio se encuentra recorrido perimetralmente por un adarve o paseo de ronda. Se accede al mismo desde una escalinata situada sobre las caballerizas.
Datos Históricos
Antonio Gil Albarracín en su libro sobre la fortificación de la costa de Málaga, Granada y Almería, expone lo siguiente para este castillo (Gil Albarracín, A., 2004: 233-237):"También aparece como Carbonera, Carbonayrola y Carvonera"; figura ya en 1375 en el portulano de los mallorquines Abraham y Yañida Cresques; actualmente existe una fortificación iniciada en el siglo XVI que está en el origen de la población del mismo título, en el partido de Vera o de Vera y Mojácar, señorío de los Marqueses del Carpio, fue término municipal de Sorbas hasta que en 1837 se formó el término de Carboneras.
En la citada relación de 1584 Hernando Hurtado de Mendoza informa que el monarca ha ordenado hacer una torre de 28 pies en cuadro y 45 de alto, con reducto de 70 pies de largo y otros tantos de ancho, cuyo coste fue presupuestado en 3.000 ducados.
El 22-5-1587 Diego López de Haro, Marqués del Carpio, obtuvo una Real Cédula autorizándole a hacer torre fuerte con reducto cerca del mar, poniendo a su cargo artillería y armas, alcaide, artilleros y soldados para su defensa. Fabricó dicho fuerte Luis López de Haro, pero la fábrica estuvo mal hecha y, al fracasar la almadraba de atunes que se instaló, la dejó inconclusa, sin la defensa artillera ni la tropa necesaria para su seguridad, aunque comienza a figurar en el dispositivo defensivo del litoral del Reino de Granada a partir de 1602. En 1621 aún faltaban 44.000 reales de vellón para su conclusión, la artillería que tenía era poca y sin artillero ni municiones, por lo que Íñigo Briceño de la Cueva se dirigió al Marqués del Carpio para proveyera algunas municiones y atendiera sus obligaciones. Consta que el 3-4-1627 el Marqués del Carpio obtuvo de la monarquía la facultad de nombrar teniente de alcaide, con obligación de reparos.
PATIO DE ARMAS
En relación de Blas de Soto y Ávila fechada en San Andrés de la Carvonera el 7-4-1722 señaló que su guarnición era de 26 personas, incluidos el teniente de alcaide, un artillero, un capellán y el caporal; además precisó que:
"La retirada de este Castillo es una Torre que está por acabar, por hallarse descubierta, incapaz de poderse retirar esta guarnición a ella si el enemigo gana el cuerpo del Castillo, falta muy digna de remedio, como asimismo el haber agua dentro de dicho Castillo acabándose dicha Torre, por hallarse en ella un aljibe capaz para el mantenimiento de esta guarnición en un caso de necesidad, como puede suceder y ha sucedido, pues el agua con que hoy se mantiene dicha guarnición es de un pozo bastantemente profundo, distante de dicho Castillo un tiro de fusil, y un agua salobre y bastantemente dañosa".
Por el informe redactado en 1734 por Antonio Crespín sobre la artillería disponible y la necesaria en el litoral anotó que en el Castillo de San Andrés de la Carbonera había dos cañones de a 10 libras de bronce inútiles y otros cuatro de hierro con calibres entre una y 2 1/2 libras casi inútiles, necesitando dos de a 16 ó 18 libras, más algunos pertrechos necesarios.
En la visita realizada en 1739 por el Marqués de Valdecañas señaló que el Castillo de San Andrés de la Carbonera estaba situado a 160 pasos del mar, frente a un islote que servía de abrigo de Levante a las embarcaciones y era de planta cuadrada con tres torreones en los ángulos y una Torre del Homenaje inconclusa en el que está a Poniente frente al mar, pues aún faltaba el cuerpo superior y se hallaban sin cubrir las bóvedas, aunque estaban delineadas; tenía cinco cañones de diversos calibres y una dotación de 23 soldados, pero sus cuarteles estaban maltratados. Consideró que, por su utilidad, se debía de reparar y concluir dicha Torre del Homenaje.
INTERIORES
El plan de 1740 de Luis Fernández de Córdoba dotaba el Castillo de San Andrés de la Carbonera con un capitán, un alférez, un sargento, un cabo, un tambor y 22 soldados. En el informe redactado en 1743 por Felipe Crame señaló que esta fortificación, perteneciente al Marqués del Carpio o de Chilches, se hallaba inconclusa.
Fuente: Guía Digital
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