Historia
Prehistoria y Antigüedad
Se estima que el primer asentamiento humano de la zona debió de emplazarse en el cerro de la Alcazaba. El arqueólogo Juan Cuadrado habló en su momento de restos neolíticos, remontándose los hallazgos más antiguos y documentados al Paleolítico medio. Existen asimismo restos fenicios posteriores.
De su época romana, por otra parte, son numerosos los restos cerámicos hallados en diversas excavaciones, dando la posibilidad de que existiera una población permanente en el área hoy ocupada por la urbe antes de su fundación en 955 y que evidencian cierta importancia pesquera y comercial. Habría existido así pues una pequeña población marítima dependiente del asentamiento ibero de Urci o Urke, ya referenciado por Plinio el Viejo en su Historia natural y más tarde por Pomponio Mela o Claudio Ptolomeo. Almería fue ocupada por Roma durante la campaña de Escipión contra los cartagineses a finales del siglo III a. C., recibiendo el nombre de Portus Magnus. El asentamiento quedó enclavado en la Hispania Ulterior, convirtiéndose en uno de los puertos más importantes del sur de Hispania, célebre entre los comerciantes del Lacio. Durante este periodo se fortaleció el comercio con el resto del Mediterráneo, especialmente el del garum, encontrándose restos de instalaciones salineras y de salazón, así como útiles de pesca y ánforas, en la fachada marítima de la capital y en la playa de Torregarcía.
A partir de los siglos III y IV se intensificó la ocupación del cerro de la Alcazaba por parte de vándalos y visigodos. Con esta tónica, continuaron al parecer los bizantinos que durante el siglo VI tomaron Urci y otros enclaves del sureste de la península. Sobre este último mantuvieron el poder hasta su expulsión, en los años 600-610 dC, si bien otras fuentes afirman que la conquista definitiva de este asentamiento fue posterior al año 621, reinando ya Suintila. Durante su breve presencia, los bizantinos excavaron un pozo en el actual perímetro de la fortaleza musulmana.
Edad Media
- Fundación
Las primeras noticias sobre la presencia musulmana en este lugar se remontan al siglo VIII o principios del siglo IX, cuando Abderramán I encomendó la vigilancia de la costa al clan yemení de los Abencerrajes para impedir el desembarco de los normandos. En colaboración con la población autóctona se fundó un núcleo de población con el nombre de Baŷŷāna, la actual Pechina, capital de su cora, que se engrandeció y llegó a convertirse en una auténtica república marítima. Almería nacería durante la primera mitad del siglo X como barrio marítimo de aquella, recibiendo el nombre de al-Mariyyāt Baŷŷāna («la atalaya de Pechina»). Se trataba en efecto de un fondeadero defendido por una torre vigía y habitado por comerciantes y pescadores, que coincidiría con la romana Portus Magnus en su ventajosa posición en el centro de la bahía y bajo el actual cerro de la Alcazaba.
Tras vencer a rebeldes mozárabes y repeler un ataque fatimí contra Bayyana, Abderramán III dispuso trasladar la capital de la cora, y así al-Mariyyāt Baŷŷāna recibió el título de ciudad en 955 d. C., año en que además comenzaron a construirse la muralla y la alcazaba, que llegaría a ser, con sus 4,3 ha, la segunda fortaleza musulmana más grande de al-Ándalus.
- Época califal y la taifa de Almería
Durante esta época se consagró como ciudad de planta califal con tres barrios diferenciados: un núcleo central amurallado, la Almedina, donde se concentraban la mezquita mayor o aljama (levantada en 965), la alcaicería, las atarazanas y el zoco, y dos barrios periféricos, el de la Musalla y el del Aljibe. En esta época, Almería se convirtió en el puerto más importante y cosmopolita de al-Ándalus, base de la flota omeya y puerta a Oriente y al norte de África. La seda era el producto más exportado y tenían fama la excelente calidad y gran variedad de los tejidos elaborados en sus más de 10 000 telares, por lo que después de Córdoba, llegó a ser la más influyente y próspera del califato. También el estar integrada en la dinámica política y económica de la piratería musulmana fue determinante en su acelerada evolución.
Con la desintegración de este tras la muerte de Hixem II, Jairán se convirtió en el primer rey de la taifa de Almería, destacando entre sus logros la ampliación y refuerzo de la alcazaba. El mayor esplendor lo alcanzó con su sucesor Almotacín, rey poeta que supo mantener el emporio económico a la par que ilustraba su corte con literatos y científicos.
- Conquista almorávide, toma cristiana y reconquista almohade
A pesar de todo, no pudo hacer frente a la invasión de los almorávides, tras la cual, no obstante, siguió siendo un emporio codiciado por los cristianos. La conquista de las tropas aragonesas, catalanas, genovesas, pisanas y castellanas, comandadas por Alfonso VII tuvo lugar en 1147, permaneciendo bajo control cristiano hasta que los almohades la reconquistaron una década después. Esta breve ocupación le supuso el truncamiento definitivo de su esplendor militar y comercial.
- Almería en el Reino Nazarí de Granada (1238-1489)
Tras la desaparición del Imperio almohade en el siglo XIII, se inició el período nazarí, caracterizado por las continuas luchas internas que tenía. Agravó la situación de precariedad la sequía iniciada en 1227, que desestabilizó gravemente la agricultura y el comercio. Bajo el mandato de Abbu-l-Abbas, gobernador del Reino de Granada, se intentó reconstruirla, sin demasiado éxito.
En 1309, según las crónicas, Jaime II de Aragón la asedió durante más de nueve meses, hasta llegar a un acuerdo con el rey de Granada.
Finalmente, tras las campañas de 1488 y 1489, el territorio almeriense pasó a la soberanía castellana y el 26 de diciembre del mismo año tuvo lugar su capitulación ante los Reyes Católicos.
Edad Moderna
- Conquista cristiana (siglo XV)
Tras la toma cristiana se hizo patente la necesidad de mejorar sus infraestructuras defensivas, pues se encontraban muy deterioradas por el terremoto que la azotó en 1497 y por las rencillas internas del último periodo del Reino de Granada. Asimismo, era necesario adaptarla a las nuevas técnicas defensivas impuestas por el desarrollo de la artillería, por lo que realizaron mejoras en el segundo recinto y construyeron un tercero en la Alcazaba.
- Crisis de los siglos XVI y XVII
Durante el siglo XVI se caracterizó por el abandono de sus habitantes, hecho que le ocasionó un retroceso que terminó extendiéndose por el resto de la provincia. En 1522 se produjo un nuevo terremoto que le provocó grandes destrozos: el barrio de la Judería y las zonas enclavadas entre la Alcazaba, la mezquita mayor, el puerto y la rambla de La Chanca, quedaron destruidas. Al mismo tiempo, al haber quedado destruidas sus infraestructuras marítimas, quedó apartada de las rutas comerciales americanas y sufrió graves consecuencias económicas mientras veía pasar de largo las riquezas provenientes de Nueva España y la actividad que trajeron consigo. Más adelante, durante ese mismo siglo, se produjo la sublevación de los moriscos en la Alpujarra y fue defendida con éxito del ataque de los moriscos sublevados en 1567 por García de Villarroel.
Tras el terremoto, creció hacia levante y se comenzó la construcción de la nueva catedral en las afueras de la antigua ciudad, dando lugar al nacimiento de la Almería futura y sellando el carácter conventual de la nueva urbe cristiana. (el puerto, sin embargo, no fue reconstruido hasta tres siglos después). En torno al recinto amurallado se consolidó hasta llegar a lo que hoy es la Puerta de Purchena y el actual Paseo. Como lugar de esparcimiento se construyó la actual plaza de la Constitución (entonces conocida como plaza del Juego de Cañas), donde quedó situada la Casa Consistorial en 1656, época en que se edificaron diversos templos y conventos, como los de San Francisco, Santo Domingo y la Trinidad. Ninguno de ellos queda hoy en pie, aunque otros, como el de las Puras o el de las Claras sí han sobrevivido. La ciudad sufrió un nuevo terremoto el día de Nochevieja de 1658.
- Inicios de la recuperación (siglo XVIII)
Iniciado el siglo XVIII, comenzaron a mejorar las condiciones socioeconómicas y desapareció el peligro de los piratas berberiscos, momento en el que renace la agricultura y se reactiva el comercio marítimo. Se perfeccionan las técnicas de pesca y surge la explotación minera que tanto esplendor le aportó durante el siglo XIX. En consecuencia, se inició un proceso de densificación intramuros y extramuros, surgiendo nuevos barrios en torno a sus antiguos caminos de acceso, que terminaron convertidos en calles. Entre ellos destacan el de Las Cruces, que flanqueaba la actual calle Granada (coincidiendo con el hoy día barrio de Alfareros y Plaza de Toros), el Barrio Nuevo, cercano a la rambla de Belén, o el de Las Almadrabillas, en la desembocadura de la rambla homónima, habitado principalmente por familias de pescadores.
Edad Contemporánea
En el siglo XIX se rubricó la lenta recuperación iniciada los dos siglos anteriores, produciéndose a finales de la centuria una segunda edad de plata que tuvo su origen en la apertura comercial, junto al crecimiento de la minería y la agricultura que comenzó en las primeras décadas del siglo.
- Guerra de la Independencia (1808-1812)
Durante la Guerra de la Independencia, desempeñó un papel importante. Las tropas francesas la ocuparon comandadas por el general Godinot, quien la asaltó el 15 de marzo de 1810. Le ofrecieron resistencia los guerrilleros Mena, Villalobos y Aróstegui. En 1812 los franceses se retiraron tras ser vencidos en la Batalla de los Arapiles. En 1814 Fernando VII retornó al poder y con él, llegó el absolutismo y la derogación de las Cortes de Cádiz de 1812. En este contexto tuvo lugar la matanza de los Coloraos, acaecida en 1824, cuando un grupo de soldados liberales provenientes de Gibraltar, apodados así por el tono de sus casacas, desembarcaron con ánimo de proclamar la libertad y restituir la Constitución existente, intento que resultó en un fracaso y 22 de ellos fueron fusilados. Años más tarde, se levantó un monumento en la plaza de la Constitución en honor a estos caídos. De 1824 a 1826 estuvo desterrado en Almería Narciso Heredia, el Conde de Ofalia, diplomático y político español cesado en su cargo de Ministro de Estado, cuyo padre era el I Conde de Heredia-Spínola, el administrador general de Rentas Reales de la provincia.
- Reinado de Isabel II (1833-1868)
Durante el reinado de Isabel II se instaura en España el régimen liberal. En 1833 la ciudad pasó a ser capital de la recién creada provincia de Almería, desvinculándose del Reino de Granada. Este hecho junto con la recuperación económica dio lugar a una importante transformación urbana que se inició con la Desamortización de Mendizábal (1836) en la que desaparecieron muchos conventos que junto con sus huertos ocupaban un gran espacio dentro del recinto amurallado y continuó en 1855 con el derribo de las murallas que posibilitó la expansión urbana hacia levante. Durante esta expansión surgen nuevas calles como el Paseo de Almería o la Puerta de Purchena. La reina y su esposo visitaron la ciudad de Almería el 20 de octubre de 1862, junto a otras ciudades andaluzas y murcianas. El 30 de julio de 1873 la ciudad fue bombardeada por las fragatas Almansa y Vitoria, procedentes del cantón de Cartagena.
- Restauración borbónica (1874-1931)
Durante la Restauración se consolidó la recuperación económica gracias a la minería del hierro y la exportación de uva de mesa y cítricos. Este auge se vio reflejado en la construcción de infraestructuras como las primeras líneas de teléfono, en 1888, la primera fábrica de electricidad de la urbe, llamada La Constancia, ubicada en la calle Regocijos e inaugurada en 1890, mercado de abastos (1892), la estación de ferrocarril (1893), el Cable Inglés (1904), y en la reforma del puerto (1908), cuyas obras habían comenzado en 1845. Durante esta época se desarrolló ampliamente la arquitectura de puerta y ventana, que da su imagen a varios barrios de la ciudad. La iluminación eléctrica urbana fue sustituyendo progresivamente a la de gas, aunque este proceso no terminó hasta bien entrado el siglo XX.
Las primeras décadas del siglo XX, sin embargo, se caracterizaron por una profunda recesión en su economía provincial, motivada en buena parte por la crisis de los sectores citados anteriormente. La primera cabalgata de Reyes Magos de la ciudad se llevó a cabo el 5 de enero de 1916, por la iniciativa privada del comercial Emilio Ferrera
- Segunda República (1931-1936)
El 14 de abril de 1931, coincidiendo con la proclamación de la Segunda República, se celebró una multitudinaria manifestación en sus calles, llegando a izarse la bandera republicana en el edificio de Correos y Telégrafos. En las elecciones a Cortes del 3 de junio de ese año, el Partido Republicano Radical Socialista obtuvo buenos resultados, si bien el consistorio quedó dividido en tres grupos. Los partidos de derecha obtuvieron un diputado, Rogelio Pérez Burgos. Otros militantes conservadores fueron Lorenzo Gallardo Gallardo, José López Quesada o Rafael Calatrava Ros, de Acción Popular. Cabe citar diversos partidos de derecha de menor peso, como Comunión Tradicionalista, Falange Española y el Partido Agrario Español. Los sectores conservadores se expandieron con gran rapidez, aunque también tuvieron éxito los partidos de izquierda moderados, como el PSOE. La izquierda radical de comunistas y anarquistas avanzó más lentamente, pese a encabezar los movimientos populares de mayor trascendencia social. La CNT, por su parte, dejó de participar en las Casas del Pueblo por el difícil entendimiento con socialistas y comunistas.
- Guerra Civil (1936-1939)
El levantamiento franquista llegó a la ciudad de almería con tres días de retraso con respecto del resto del país, hecho que dejó tiempo suficiente a las milicias izquierdistas a organizar primeramente unas líneas de defensa y posteriormente un sistema de represión efectivo.
Durante la Guerra Civil, Almería sufrió varios bombardeos, destacándose el del acorazado alemán Admiral Scheer el 29 de mayo de 1937, represalia por el incidente Deutschland. En 1937 fueron construidas para refugio de la población unas galerías subterráneas, que diseñó el arquitecto Guillermo Langle. Almería sería, en cualquier caso, la última capital andaluza en ser ocupada por el ejército sublevado.
- Dictadura franquista (1939-1976)
Tras la guerra, al igual que en el resto de España, se impuso la penuria y el racionamiento de los productos básicos, el cual se prolongaría durante toda la década de los 40. Años en los que fue constante la represión violenta de los enemigos políticos del nuevo régimen, que saturaron las cárceles almerienses. La principal de ellas fue «El Ingenio», antigua fábrica de azúcar utilizada ya como prisión durante la República. También fueron muchos los maquis que se echaron al monte.
La década de los 50 supuso el fin del racionamiento y la consolidación del régimen. De estos años y de la década precedente datan diversos edificios de estilo franquista como la Delegación de Hacienda y el Gobierno Civil, o racionalista, como la antigua estación de autobuses.81 El conjunto de España inició un proceso de recuperación, pero Almería siguió sumida en la pobreza, lo que provocó una importante corriente migratoria hacia áreas industrializadas de España y otros países europeos. En 1960, la provincia de Almería ocupaba el puesto 49º en la renta per cápita nacional. Durante esa década, la irrupción del turismo significa una tímida recuperación, aunque debido a las pésimas infraestructuras de transporte esta no se equiparó a la de otras zonas turísticas de España. De esta época data la inauguración de aeropuerto de Almería, en 1968. La recuperación se consolidó durante la última década del franquismo. Fueron sus claves el inicio de la agricultura bajo plástico, el auge de la industria fílmica y el crecimiento del turismo.
- Democracia
La etapa democrática se inicia con la celebración de las primeras elecciones municipales, en 1979. Desde entonces el gobierno municipal ha estado presidido por alcaldes pertenecientes a los dos partidos mayoritarios en España (PSOE) y (PP), habiéndose producido el traspaso de poderes de unos a otros con total normalidad. El 5 de diciembre de 2004 se encontró un artefacto explosivo preparado con amonal por la banda terrorista ETA en la plaza de España del barrio de Ciudad Jardín, pero fue desactivado antes de que estallara el día de la Constitución como estaba programado. En el año 2005 la ciudad fue sede de los XV Juegos Mediterráneos, lo que supuso un gran espaldarazo a la construcción y mantenimiento de las instalaciones deportivas no sólo de la ciudad, sino de toda la provincia y en 2019 se promocionó a la urbe como Capital Española de la Gastronomía.
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